Capitulo 33

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Sus padres la habían abandonado por completo, había salido desde temprano en la mañana el segundo día de la conferencia ella se había ido a dar una vuelta por el centro de la ciudad y compro algunas cosas había llamado a Tyler para saber él, y hablo con Kendal que estaba con él. Barbará por raro que pareciera se había acordado de ella el día anterior y le había escrito.

Paso la mitad de su tarde hablando con Preston, y Justin le había enviado uno que otro mensaje, mensajes que ella no había respondido.

Quería estar lo más alejada de todo el desastre que era Bieber, el era malo y quería odiarlo, pero no lo conseguía así que la mejor forma de alejarlo no era diciéndole, era ignorándole; había estado meditando en lo que había pasado luego del cumpleaños del padre de Tarence, ella había caído bajo.

No se repetirá.

Se había dicho y esperaba cumplir.

Ya era muy de la noche cuando sus padres entraron a la habitación con risas estrepitosas, como dos personas que llegan muy borrachos. Ella rodo los ojos.

-¿Comiste algo?-pregunto su padre mientras dejaba de reír por un momento. Asintió.

-Lamentamos eso, pero hay cosas que no se pueden aplazar, amor. Para mañana.-su madre le sonrió.

-Como sea... estoy bien... y los veo muy bien a ambos ¿de qué ríen? si se puede saber.-su madre miro a su padre y volvió a reír.

-Estábamos rememorando algunas cosas.-su padre fue quien se animo de decirle.-Cuando conocí a tu madre, te hemos contado la historia, yo era el malote de la escuela, o uno de ellos y ella la linda porrista que uno de los malos y no populares detestaba.-Ella asintió rodando los ojos y con una sonrisa.-El punto es que yo le decía dolor en el...-hizo un movimiento.-pero solo cuando estábamos solos, luego sola la apode dolor, y así le llamaba.

-Yo lo odiaba.-su madre dijo con seguridad.-Pero termine amándolo hace muchos años.

-Bien... si se van a poner cursis se pueden ir a su habitación.-su padre soltó una carcajada.

-Eso haremos... un beso nena.

-Si... adiós...

-Veremos si podemos hacerte otro hermanito.-su madre comento sin saber lo que decía y aparte de eso asustando a ____.

-No juegues con esas cosas... no me ilusiones.-su madre sonrió y le arrojo un beso.

-Tranquila.

Los días siguientes fueron algo solitarios, pero no aburridos, al parecer Preston tenía mucho tiempo libre ya que se la paso hablando con él, cuando no era por texto la llamaba. Su madre le pregunto en más de una ocasión por su vecino y que quien era ese tal Preston, le dijo a su madre que el tema del vecino estaba momentáneamente cerrado y con quien hablaba últimamente era solo un amigo.

Ian la llamo decena de veces, sus padres querían hacer una cena donde estuviera su "novia", aunque le aseguro que ya había aclarado todo, ella sabía que aun seguían soñando con el día en que ellos dos le notificaran que estaban juntos en el sentido romántico.

Al fin iban camino a casa, extrañaba su cama, aunque ciertamente esos días, lejos de el lobo que tenia por vecino, le habían servido para reflexionar en todo lo ocurrido desde que comenzaron con aquel juego del gato y el ratón.

No acabaría más en la boca del lobo, estaba cansada, tenia amor propio y no podía seguir siendo la perra en la que se convertía cuando estaba con él; se olvidaba de todo, incluso de que sus padres estaban cerca y que podían descubrirla mientras se fugaba por el balcón, solo para tener un poco de placer carnal.

En la oscuridad - Dirty sexWhere stories live. Discover now