Capítulo 13.3: Proposición

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Pasaron horas eternas para mi. Si, horas eternas... Y aunque de verdad fueran horas, fueron un infierno... Un infierno de dolor en el que gritar, derramar 3 pendejas lágrimas y revolcarme en el pasto detrás de un árbol para que nadie me encontrara quejarme del dolor había sido la peor idea del mundo que ha pasado por mi azulada cabeza.

Pasando la hora del almuerzo el abrumador dolor y el calambre cesaron y raramente llegué a la enfermería y me quedé ahí. Para mi muy mala suerte, tuve que explicarle a la enfermera sobre la tiza que me había pegado el muy puto profesor de matemáticas, por lo cual ella dijo que eso era muy normal y a menudo, y siempre tenía la solución para ello.

La mujer me había inyectado una anestecia y me había dado varios calmantes; así fue como el dolor cesó. Pero, ella de muy curiosa y chismosa se la pasó preguntando cómo demonios pudo haberme dado así en el hombro o, por qué me pegó la tiza y, cuando fue que me la pegó; pregunta que me incomodó bastante, porque la muy vieja esa se dió cuenta de que la marca no era de muy muy reciente.

Para tantas preguntas, me tuve que inventar más de 40 excusas para que ella dejara de preguntar y poder pasar el resto de las clases de la mañana en la enfermería misma (ya que no podía volver a mi habitación por reglas del pendejo internado //maldito director de mierda// y que no había otro lugar en donde pasarla); lo cual ella no muy de acuerdo aceptó, aunque también dijo que no sería tan grave porque aún es la primera semana de clases y que aún faltan estudiantes de llegar... Etc.

A la hora del almuerzo, salí y le dí las gracias a la enfermera por haberme curado, teniendo como respuesta que no hiciera movimientos exagerados con el brazo ya que aun la anestesia estaba trabajando y que el dolor no cesaría por unas horas más, y una despedida de mano (Vaya que la mera vieja es amable). Y sin más ni menos, me fuí a la cafetería pensando en que puta excusa le diré a mis guardianes por el escenario y mi desaparecimiento de esta mañana en clases, teniendo CERO respuestas o ideas de que podría hacer.

Sin duda estoy en problemas con mis propios amigos....

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En cierta parte.... MALDIGO COMPLETAMENTE LOS VONGOLA POR ESTA MALDITA METIDA DE PATA QUE HE DADO (y que ellos la hayan descubierto).

Obviamente, los dos jueces me dieron su castigo y es que mi grupo fue clausurado de manera temporal hasta nuevo aviso, un cheque por pagar daños y por resolver los problemas de los jefes de grupo que mande a matar para atraer por lo menos la atención de mi príncipe Kyoya, y hacerle algunos servicios a ellos SIN recibir nada a cambio (solo cuando se necesite), a lo cual, acepta sin protestar.

Luego de que el problema fuera resuelto, ellos empezaron a cuestionarme (o acosarme... o como ustedes le digan) sobre mi GRAN (por no decir extremadamente enorme) confesión hacia el gran y joven jefe Kyoya. A lo cual, de muy mala gana y con mucha vergüenza, tuve que responder CADA UNA de sus malditas preguntas.

Luego de esos 30 minutos de tortura, ellos decidieron irse; pero por desgracia, la guardiana de Kyoya se quedaría por aquí hasta mañana (no en el internado, pero sí en el pueblo), para resolver un par de cosas y poder ver a los terciarios de Kyoya, Lo que me le ví rápidamente el lado bueno para poder ir y espiarlos y saber quienes son ellos (y si están aquí).

-Bueno... Ya nosotros nos vamos.... -Dijo amablemente el segundo juez.

-Bueno... Los acompañaré hasta el tejado de este edificio...

-No gracias... Uno de los guardias nos llevará hasta el tejado.... -Dijo el hombre mismo, ya el amargado y primero ya estaba en la puerta; pero la rubia seguía mirando a la ventana ¿acaso quería quedarse?

-Entiendo.... -Dijo Klever, entonces voltea para ver a la chica. -Piensa quedarse joven?

-Quiero hablar con usted antes de irme.... -Dijo la chica.

-Bien entonces...

-Mucho mejor.... Así ella puede pasar la noche en su casa y la recogemos mañana... -Propuso el primer juez a lo que Klever y la chica rubia le miraron con cara de desaprobación y de.... "Pero cuanta venganza quieres?!"

-Bue.... Emmm... Yo.... -El increíble Klever comenzó a tartamudear nervioso. -NO!!! DEFINITIVAMENTE NO! ESO ERA MÁS QUE ESTÚPIDO Y LOCO QUE A ESE MALDITO VIEJO SE LE ACABA DE OCURRIR! ESTÁ LOCO O QUE?! -Gritaba el pobre Klever en su mente, eso claro que no.

-No creo que sea necesario Juez... Puedo buscar a los guardianes y quizá pasar una noche con ellos... Tampoco tengo ropa aquí como para pasar la noche.... Y más con un desconocido que es el enemigo! -Quiso apoyar la chica para no quedarse con el, en lo más profundo de Klever, le estaba agradeciendo.

-Esta es una orden.... Espero que puedan obedecerla.... -Había dicho el Juez con una voz algo tenebrosa que hizo temblar la espina dorsal de Tyana, a lo cual ella asentía con la cabeza y Klever suspiró vencido, teniendo en cuenta que había aceptado de la misma manera que la chica.

-Bueno.... Está bien... Mañana paso a buscarte... -Había dicho gentilmente el juez de cabello verde antes de irse junto al de pelo negro, cerrando suavemente la puerta tras su persona.

Y luego de eso...

Silencio.... Un incomodo silencio...

Ambos estaban callados, Tyana no dejaba de mirar la ventana y Klever la miraba con odio por 3 razones: 1-Ella lo delató, 2-Ella no decía nada y 3-Porque mierda ella tendría que pasar la noche en su casa.

Cuando volvió a sentarse en su escritorio, escucho un suspiro de la chica y después sus pasos. No lo evitó, la miró entre molesto y con desafío a lo que la chica le miró igual.

-Me las pagarás.... Mocosa...

-Nada de esto hubiera pasado si no hubiera retado a mi jefe...

-JA! No me digas que la idea fue de Kyoya y no tuya...

-Así es... Yo solo obedezco las órdenes de mi jefe... El me lo ordenó... -Dijo ella parada tras de las sillas delante de mi escritorio.

-No me hagas reir... Todo esto es para que no pueda conseguir la atención de él...

-Es todo lo contrario... Para eso me he quedado....

Klever abrió los ojos con gran sorpresa, así que la chica quería hablar sobre lo que había dicho sobre Kyoya anteriormente, en verdad esta mocosa quería discutir la relación amorosa.... entre HOMBRES? será una "Fujoshi" o una retrasada mental? ((N/A: fujoshi: se le llama así a una chica o mujer que le guste el yaoi /para el que no entendió BoyXboy/ osea... amor entre hombres en el manga o anime). Bueno... Tenía que preguntarle.

-Entonces...?

-Voy a ayudarte....

Seeeeehhh.... Definitivamente esa chica tiene un problema mental al traicionar a su jefe.

-Sabes en la consecuencia que tendrás después? -le preguntó con una sonrisa cómplice a lo que ella hizo lo mismo.

-Estoy completamente dispuesta a arriesgarme solamente por que mi jefe sienta algo de amor humano no?

-Bueno.... -El le invitó a tomar asiento. -Por dónde empezamos?

Y así empieza... La conquista!


La princesa es una delincuenteWhere stories live. Discover now