Capítulo 16.3: Por lo que surgí del dolor

30 1 1
                                    

Salí..... Salí.... Salí desesperada en busca de mi destino, que decidiría si hundirme en el infierno o cumplir lo que tanto le había prometido a mi papá por tantos años. Estaba decidida a todo y ya las decisiones tanto mías como las de mi jefe estaban tomadas... No había marcha atrás y a el no le podía desobedecer por ningún motivo.... No importa si esas decisiones acabaran conmigo en carne propia y el alma se acabará de destruir.

No pasó mucho tiempo luego de que la llamada de Kyoya-sama acabara. Mi madre y abuela habían salido y no volverían hasta el día siguiente, por lo tanto, no se darían cuenta de que me había ido sin saber si volvería o no. Me vestí rápidamente con mi uniforme típico: Una blusa sin mangas, con una chaqueta negra por encima, unos pantalones deportivos negros y unos tenis deportivos. Nada inusual, excepto que se ve poco femenino.  Aunque a mí eso no me importa, tampoco a las delincuentes que están aquí, esconder su lado femenino es mas apropiado para el combate y ser poco común.

Luego de cambiarme, me dirigí a mi closet y saqué varios cajones, llegando a uno aún mas largo, que no era muy visto para ojos de otros, lo había escondido muy bien desde que lo obtuve para esconder mi arma. Con lentitud lo saqué y dejé mostrar su contenido. En el, se encontraba una katana con una hoja mas larga que una katana común, era varios centímetros mas larga y su Stuka Ito de color rosa, ((N/A: El Stuka Ito, quiere dejar dicho que es el mango de la katana)), estaba enfundada, era del mismo color del mango, por último estaba su Shitodome ((N/A: Es un accesorio que se encuentra debajo del mango, hecho de metal)), no muy largo con varias estrellitas y corazones en ella. Esta bella arma samurai es mi mejor amiga, la que siempre calmaba mis nervios luego de derramar sangre, despues de haber ingresado a los J.B.T, siendo mi confidente desde ese entonces. 

Al sacarla, volví a organizar los cajones hasta dejarlos a todos completamente organizados, como si jamás los hubiera movido de donde se encontraban. Me levanté con la katana y al observar por unos instantes, pude dejar mostrar un poco del brillante filo de la hoja, dándome cuenta de que estaba completamente bien afilada, lo suficiente para cortar un cuerpo sin necesidad de hacer mucho esfuerzo.  La cerré, y dejé de ver por un momento, dejándole la confianza a dios (si es que el me habrá perdonado por tanta sangre que he derramado) por encontrar a los que habían matado a mi padre... Teniendo la esperanza de que por fín sean ellos los de hoy. 

Salí de la casa luego de haber cerrado todas las puertas y ventanas, para luego esconder las llaves en un escondite que solamente yo conocía,  había cogido mi moto y decidida a todo había acelerado hacia el centro de la ciudad... Solamente para ver en que culminará mi destino....   

En verdad no tenía un punto fijo de a dónde iba, solamente seguía mis instintos que solo conocían aquel lugar, instintos que piensan por si solos de que ellos están ahí, esperándome con ansias de resolver esto. No podía hacer nada mas que impacientarme por llegar a ese lugar. Tenía mis sentimientos entremezclados y confundidos, no sabía que hacer; solo apretar mas las manillas de mi moto para tratar de tranquilizarme y no perder la concentración del camino.

Estaba enloqueciendo (mas de lo que soy actualmente), todo esto empezaba a acabar conmigo internamente. Kyoya-sama fué muy estricto con sus órdenes, pero cuando sepa de que se equivocó esta vez.... Lo haría sentirse mas... Pero no sé por qué estoy pensando eso ahora.

Viví un pasado muy difícil, rodeada de psiquiatras, medicinas, gente extraña y cuatro paredes de color blanca; alejada de la gente y de la naturaleza, sufriendo por depresión  e intentos suicidas de mi parte a causa del vacío, el horror, la desesperación por morir y las pesadillas de aquel horrible día. Me había convertido en solamente carne viva, alguien que no piensa, que no siente.... Alguien completamente muerta y vacía.... Sin alma....

Sin nada....

Pero.... Recuerdo aquel día... En el que algo de mi se encendió por completo... 

Flash Back

La princesa es una delincuenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora