Hospital «Shawn Mendes»

Capítulo 15

Marie

Vi como Shawn corría mientras cruzaba la puerta y no pude evitar gritarle. 

—¡Shawn, por favor, para!— le volví a gritar y traté de sacarme todos los cables que estaban conectados a mi cuerpo para correr detrás de él, pero Clarisse me agarró las manos con fuerza mientras yo trataba de zafarme de su agarre mientras gritaba su nombre. Vi como un doctor y otras dos enfermeras venían a contenerme, sentí un pinchazo en mi brazo izquierdo y luego cerré los ojos para no volver a abrirlos más.

[...]

Desperté con un intenso dolor de cabeza, mis manos estaban apretadas en puños y cuando las estiré, se me adormecieron. Una presión en mi muñeca derecha me hizo girar la cabeza y vi como mi mamá estaba durmiendo con la cabeza apoyada en mi camilla. Recorrí la habitación esperanzada de encontrar a Shawn por alguna parte, pero solo estaba mi madre. La puerta se abrió y mi papá paró en seco al verme despierta me sonrió y luego se acercó a mi para poder darme un beso en la mejilla.

—¿Hace cuanto despertaste?— me preguntó.

—Hace menos de un minuto— le dije y luego traté de sacar el brazo de debajo de mi mamá ya que me comenzaba a doler. Ella se removió un poco y se incorporó.— Hola mamá— le susurré y ella me sonrió algo apenada para después darme un gran abrazo.

—Tu enfermera nos llamó para avisarnos que estabas aquí y que te habían encontrado en la escalera a las doce de la noche. ¿Qué estabas haciendo ahí? ¿Por qué saliste fuera de tu habitación? Nos dijeron que no le habías querido decir a nadie...— escuchaba hablar a mi mamá, pero no le estaba prestando la más mínima atención.

—Cariño, no la agobies— dijo mi papá mientras le ponía una mano en el hombro. Mi mamá me miró y luego ebozó una sonrisa de cansancio.

Shawn

Caminaba por los pasillos del hospital con el ceño fruncido. ¿Debería ir a verla? No, no puedo. Aún no. Toda la noche me había comido la cabeza con la situación de Marie..., solo es que aún no puedo asimilarlo, esto es mucho para mi. ¿Qué hubiese pasado si ella se hubiese lanzado? Todo un drama, por su puesto, y me alegra muchísimo que ella siga aquí, pero..., no sé que me pasa.

—¿Shawn?— escuché una voz femenina y me volteé rápidamente. Era una doctora, alta, rubia, con algunas arrugas en el rostro, pero esa sonrisa confusa seguía ahí. Caminé hasta estar al frente de ella. 

—¿Quién es?

—Soy la doctora Daniels, ¿puedes venir conmigo un momento? Necesito hablar contigo algo pequeño...— alargó el brazo hacia mi y me debatí mentalmente si debería ir con ella o no. No podría hacerme nada, y además está mi mamá en mi habitación, no quiero lidiar con ella. Así que caminé junto a la doctora. 

Pasamos algunos pasillos en silencio hasta llegar al frente de una puerta color crema que en una placa de color negro decía su nombre en letras blancas. Me hizo pasar a mi primero y le asentí en forma de agradecimiento. Me hizo un ademán para que me sentara y así lo hice. Ella se sentó al otro lado del escritorio.

—Bien, Shawn, tú no me conoces, pero yo si a ti— comenzó a hablar y me encogí en el asiento.— Tranquilo, no has echo nada malo— se rió al ver mi expresión, quizás puse una de miedo a que me regañaran.

—Eso es algo bueno...— dije y se rió de mi comentario.

—Yo, aquí en el hospital, soy como la típica "vieja sabia" que hay en todos los lugares— hizo comillas con los dedos y me reí ante su expresión— Así que me entero de todo lo que pasa, sé que tienes amigos, como Brooke, Ann, Theo y Marie, y que con esta última han creado un lazo muy fuerte...