Hospital «Shawn Mendes»

Capítulo 24

Tapé mi boca ahogando los débiles sollozos para que no muchos captaran la situación en la que estaba. En la única cosa que me enfocaba era como sus dedos rasgaban suavemente la guitarra que yo le había regalado y su maravillosa voz llenando toda la habitación. Ya estaba a punto de acabar porque la melodía se iba apagando gradualmente hasta que todos comenzaron a aplaudir. Él me miró otra vez, me guiñó un ojo y sonrió. Yo solo le devolví la sonrisa con todas las mejillas mojadas.

Matteo pasó su brazo por mis hombros atrayéndome hacia él dándome apoyo. Lo miré por unos mili-segundos con un poco de vergüenza y reí bajito.

—Canta bastante bien tu novio, debo admitirlo. — pronunció Matteo mientras yo seguía con la mirada al chico de tez pálida.

—La verdad es que no es mi novio, lo conozco hace dos semanas y media —suspiré y luego miré a mi acompañante quien tenía una expresión de asombro.

—¿Qué? ¿Es en serio? —dijo lanzando una pequeña sonrisa. —¿Qué fue? ¿Amor a primera vista?

—Ni yo lo sé, es tan extraño, la verdad siento que lo conozco de toda la vida, pero a la vez siento que no lo conozco nada —miré como su madre y hermana lo abrazaban con una sonrisa de oreja a oreja y él se acurrucaba en ellas. Se le veía tan en paz cuando estaba entre su familia.

—Wow, no puedo creerlo, cuando se nos acercó y te besó literalmente al frente de mis narices pensé que ya llevaban como año y medio de relación, pude sentir su conexión muy fuerte.

Lo miré con inseguridad. —¿De veras crees eso?

Matteo asintió con una sonrisa confortante y luego comenzó a aplaudir para el próximo artista que se iba a presentar esa noche. Volví a mirar en dirección a Shawn y la chica de pelo rojo lo miraba como si no existiese otro chico en la Tierra, su sonrisa era tan blanca y energética, se le veía muy orgullosa de él. De seguro era su novia. Se le nota hasta por los codos que sigue enamorada de él, pero la verdad es que ahora estoy dudando si él realmente gusta de mi, ella es perfecta, alta y sana.

La chica lo abrazó llena de euforia y él le correspondió el abrazo, de inmediato aparté mi mirada de Shawn y volví a mirar hacia el escenario acomodándome en mi silla.

—Hola Marie, ¿cómo estás?— una tímida voz se hizo presente y pude divisar a Brooke algo nerviosa mientras se balanceaba sobre sus pies y atrás venía Anne.

—¡Chicas! —sonreí con felicidad y abrí los brazos para alcanzar a Brooke y darle un abrazo, Anne también se unió y solté una bocanada de aire con tranquilidad. —Que alegría, esperaba verlas luego.

—¿Estás bien, Marie? Theo nos contó lo que ocurrió con tu hermana...— susurró Anne algo triste e incómoda, se podía notar como jugaba con sus dedos, yo solo les sonreí.

—Ahora que por fin estoy con ustedes, me siento muchísimo mejor.

—¿De verdad?— a Brooke se le iluminaron sus ojitos.

—De verdad, pequeña.

Ambas con una expresión distinta en el rostro, se sentaron a mi lado y luego les presenté a Matteo, les conté como nos conocimos y que ha sido mi acompañante estos dos últimos días algo dolorosos, también me abrazaron, besaron y agradecieron por los regalos de navidad que les había comprado, les ayudaba mucho a despejarse de la deprimente situación hospitalaria. Disfrutamos las pequeñas presentaciones que seguían sin algún problema, aunque algunas veces me limitaba a mirar hacia la dirección donde se encontraba Shawn con la chica pelirroja, los vi reír, conversar, hasta ella apoyaba su cabeza en el hombro del chico castaño. Ver todas esas escenas desde lejos se me apretaba el estómago y me volvía a poner tremendamente incómoda y celosa. Se les veía bastante bien juntos, lindos y felices. Las cicatrices que tengo en el rostro por los vidrios rotos del auto no hacen nada más que llamar a las personas a que se las queden mirando como si tuviesen todo el tiempo del mundo y yo no me diera cuenta.