CAPÍTULO 5

2K 281 45
                                    



 Jin PVO


— ¿Yoongi, cuántas veces te he dicho que la ropa mojada no la dejes en el suelo?- suspiré. Ya había olvidado todas las veces que le había regañado por lo mismo. Desde algún tiempo comenzamos a vivir juntos por razones no muy agradables, pero cada vez nos estamos llevando mejor.

Me he acostumbrado a estar con él, era extraño sentirme así en tan poco tiempo, pero Yoongi ha sido tan bueno conmigo, que no dejo de estar agradecido con él. Dejar que me quedase en su casa fue un gran cambio en mi vida, de alguna manera volvía a sentirse todo tan cálido, claro que no se puede olvidar, al principio fue un completo animal, desagradable. Todavía recuerdo cuando quise irme de su departamento...

¿Jin, dónde estás? Tengo hambre.- llevábamos dos semanas viviendo juntos, y aunque pareciera imposible, en todo ese tiempo no me dirigía la palabra, para lo único que me hablaba era para informarme que tenía hambre esperando a que le preparase algo para comer, luego de eso ya no decía nada, consiguiendo que me sintiese cada vez más incómodo.

¡Estoy en la habitación!- grité mientras terminaba de ordenar mi ropa.

— ¿Qué haces?- preguntó Yoongi.

Ordeno mi ropa, creo que ya fue demasiado tiempo viviendo contigo. Muchas gracias por todo, es tiempo de que vuelva a mi vida normal.- agradecí. Los ojos de Yoongi me observaron fijamente. Se veía enojado.

No te irás, ve a prepararme algo para comer.- dijo para luego salir de la habitación.

Mi ceño se frunció, llevamos dos malditas semanas juntos, ningún día me ha dirigido la palabra y espera que me siga quedando con él. Me sentía molesto, sin hacer caso de sus palabras salí de la habitación con la maleta a mi lado. Yoongi se encontraba recostado en el sofá, sus ojos estaban cerrados. La mayor parte del día se la pasaba acostado en ese lugar, no entendía como podía descansar tanto.

Se levantaba solo cuando llegaba Jimin y cenábamos los tres juntos. Jimin viene todos los días a cenar con nosotros y como era de esperar ninguno de los dos me dirige la palabra, es como si no existiese frente a ellos.

¿Qué pretendes?- pregunté. Yoongi abrió sus ojos observándome.

Nada.- respondió, para luego cerrar sus ojos.

Vamos Yoongi, ya no estás en deuda conmigo. Te salvé la vida y tú me salvaste, estamos iguales. No hay razón para que me quede aquí.- sus ojos nuevamente volvieron a abrirse, pero ya no estaba recostado. Se sentó en el sofá sin apartar su mirada de mí.

¿Dónde piensas ir? Te recuerdo que demolieron tu querido departamento.- se burló. Como me irritaba que se burlaran de mí.

No lo sé y no me importa, solo quiero irme de aquí.- confesé. No es que me molestase lugar a decir verdad me encantaba, pero no me gustaba abusar de las personas.

¿Por qué?- preguntó.

No, dime tú ¿por qué quieres que me quede? Desde que llegué a éste lugar no me diriges la palabra, solo me hablas cuando tienes hambre. Es incómodo para mí, no quiero abusar de tu confianza ya me quedé mucho tiempo aquí. Además necesito trabajar.- la mirada de Yoongi era tan intensa que me ponía nervioso.

No me importa. Si yo digo que te quedas, te quedas.- dijo aquello para luego volver a recostarse dando por acabada la conversación. No volvió a hablar del tema ni yo tampoco lo volví a tocar, no sé ni porqué le hice caso, pero no me fui, no me pude ir. Luego de eso Yoongi comenzó a hablar más conmigo al igual que Jimin.

DRAKON IN LOVEWo Geschichten leben. Entdecke jetzt