CAPÍTULO 12: Hermanos Bradford

191K 12K 3K
                                    


¿Alguien quiere conocer a Trent? ¿no? Ok:v

Hermanos Bradford

Pasaron largos días en los que, sobre todo, había puesto todo su esfuerzo en evitar a Foster a como diera lugar. Pensó que sería difícil, incluso había creído ingenuamente que él la buscaría al menos para aclarar la situación entre ambos. Se había equivocado. Porque apenas habían regresado a clase cuando lo primero que vio fue a Aaron coqueteando con una chica contra los casilleros. Fue inevitable sentir su estómago estrujarse de dolor al verlo susurrarle cosas al oído y depositar besos en el desnudo cuello de la muchacha.

Le dolió pensar que, efectivamente, aquel beso solo había sido uno más del montón. Pero aun así, intentó no mirarlo durante los siguientes días. Aaron la evitaba. Porque después de haberla llevado a casa después de aquella penosa borrachera, no le había dicho absolutamente nada al respecto,

Todo estaba peor que antes y eso no le gustó en absoluto. Apenas Hale parecía estar interesada en ella, querer saber qué le sucedía aun cuando ella se negaba rotundamente a contarles la triste situación nada romántica que traía con Aaron. Todo, en realidad, parecía haber regresado a la normalidad. A aquella normalidad, por supuesto, antes de que Aaron se entrometiera en su vida. Porque si antes lo veía en cada rincón en que caminara, ahora parecía haberse esfumado para siempre. Lo veía de lejos, como solía verlo incluso cuando no lo conocía, como algo distante e inalcanzable.

Veía día tras día conversar con sus amigos Joe o Rex, o incluso conversar muy animádamente con alguna otra muchacha. De vez en cuando sus miradas se cruzaban a lo lejos, pero ya no habían sonrisas burlonas ni altaneras por parte de él. Ahora Aaron sólo fijaba los ojos azules sobre ella como si estuviera mirando a la nada, las facciones endurecidas cuando la veía antes de regresar a sus asuntos.

Ella se esforzaba en ignorarlo... pero Aaron lo hacía de manera natural. Amber Larousse ya no existía más para él. ¿Acaso era eso lo que él quería desde un inicio? ¿Burlarse de ella y demostrarle que podía caer rendida a sus encantos? ¿Un capricho pasajero?

Con la mochila colgada firmemente en el hombro, caminó furiosa por el estacionamiento sin importarle ni un poco que sus amigas hubieran quedado con ella en la tarde para un asunto muy importante. Por primera vez quería llegar a aquella mansión y ponerse a limpiar, lo que fuera, solo para ocupar sus pensamientos en cualquier parte. Quería olvidarse de todos los problemas que iban acumulándose de golpe sobre sus hombros y olvidarlos a como diera lugar. Las cosas siempre suceden por algo.

— ¡Amber!

Se detuvo en seco al notar que iba tan ensimismada en sus propios pensamientos que no había notado que, de pronto, se había topado con un grupo de jóvenes. Frunció el ceño al ver a su amiga Hale rodeada de tres chicos. Peor aún, se quedó estática al ver la manera tan protectora con la que uno de ellos sujetaba a su amiga de la cintura. Aquellas facciones, la mirada oscura y profunda, la mandíbula muy marcada... sabía quién era él.

Hale se removía incómoda entre los brazos del hombre que parecía no querer alejarse ni un poco de ella.

— Amber... —dijo su amiga sonriente con marcado orgullo, a un paso de ella—. Te presento a Tristán, mi enamorado.

Incluso bajo la escasa iluminación y con el rostro de Tristán escondido en la curvatura del cuello de Hale, pudo verlo sonreír con autosuficiencia. Él, con aquel porte elegante y altanero, se alejó sólo para extenderle la mano.

— Es un placer conocer a la amiga de mi dulce Hale —dijo él con una sonrisa burlona mientras se estrechaban las manos y soltaba una risa cuando la pelirroja le dio un beso en los labios

AMBER ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora