iv. the book

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Si había una materia que Hera odiara, era en definitiva pociones con Slughorn, había algo con ese profesor que no le agradaba del todo. Tal vez era por como quería sacar provecho de todo alumno estrella que tuviera. Y para no dejar la materia, debía de tomar asesorías con el dichoso alumno estrella. 

— ¿Me estás diciendo que no debo de cortarlas, que debo de aplastarlas? — pregunta ya una alterada y estresada hasta los dedos pelirroja Ragnor.

Él pelinegro con una piel demasiado pálida, y rasgos demasiado toscos asiente ante lo dicho de la pelirroja, ya cansado y aburrido de estarle explicándole todo.

— Así se aprovecharía el jugo y estaría mejor la poción de muertos en vida — responde él encogiéndose de hombros, como si fuera simple lo que acaba de decir.

Ella tacha la palabra cortar y le pone aplastar en el libro que ya tiene muchas correcciones por ambos chicos. Severus le quita el libro de pociones y lo mira detenidamente, leyendo cada corrección, queriendo sonreír al tener una buena alumna a comparación de sus incompetentes compañeros de casa, asimismo leyendo el seudónimo de la chica.

— ¿Reina roja*? — alza una ceja divertido — ¿En serio? —

— ¿Qué? — dice la Ragnor alargando la e — Todos me dicen así, bueno no todos, solo mi padre y mis hermanos —

Él pelinegro rueda los ojos ante la respuesta, pero tampoco es que su seudónimo no sea parecido al de la hufflepuff. 

— Okay, sigamos que tal vez para mañana Horace me deshaga el título de tu tutor —

— Eso sería lo mejor para todos — responde de manera sarcástica Hera.

— Cállate y escucha Juno, no quiero que te equivoques en el procedimiento mañana — murmura el entre dientes regresando el libro a su dueña.

Lo que recibió de respuestas es una carcajada de la chica. Y es que aunque no quisiera admitir, aceptaría cualquier tipo de distracción con tal de olvidar en lo que su madre Isabelle la metió.








REINA ROJA: Nunca olviden este apodo.


sober | maraudersWhere stories live. Discover now