Una Ravenclaw y una Hufflepuff caminaban a hombro con hombro por los pasillos. Con sus libros pegados al pecho, y hablando entre ellas mismas.
Lucinda suspira románticamente mientras Hera solo saluda con un asentimiento de cabeza. Su hermano, Perseus, acaba de pasar junto con los merodeadores, y ella solo rodo los ojos al ver la sonrisa socarrona del chico Black.
Pero luego la pelirroja mira expectante a su amiga, esperando a que le cuente del porque de ese suspiro dramático.
— ¿Qué? — ataca la pelinegra ante la mirada de la tejona.
— Tú, mi dulce amiga, estás enamorada de mi hermano — le dice de manera cómplice dándole un pequeño empujón de cadera y sonriéndole de medio lado.
Lucinda se ríe nerviosamente para acabar asintiendo a lo que la pelirroja dijo y sonrojándose.
— Es tan guapo — masculla alegremente y alarga la o de manera cliché.
— Estamos hablando de mi hermano, ¿cierto? — pregunta con sarcasmo la pelirroja que no se fija con quien tropieza.
Cae de bruces al suelo, soltando sus libros en el acto y usando sus manos para sopesar el golpe.
— Idiota — masculla ella desde el suelo al causante de todo eso.
— Gracias por el cumplido, mi Lady — y Hera podría jurar que reconocería esa voz a miles de millas.
Cierra los ojos y aprieta los labios para no lanzarle una palabrota. Por lo que mejor se para del suelo, sacude sus ropas, y agarra los libros del suelo para luego tomar de la muñeca a su amiga azabache quien se había quedado ahí parada sin hacer nada. Y se va dejando con el Jesús en la boca a Sirius.
— Esa pelirroja me agrada para que sea tu pareja — menciona un miope apoyándose en el hombro de Lunático — Al igual que mi pelirroja es para mí. —
Black niega ante lo dicho y mejor continúan su camino al lago negro.
YOU ARE READING
sober | marauders
FanfictionHera Ragnor es la única que no ha caído en ninguna broma de los merodeadores. Algunos dicen que es demasiado lista, otros que simplemente es suerte. Ella es la única que ha podido culparlos, pero solo un apellido hace que caiga rendida a los pies d...