xiii. stars

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Hera ha ignorado a todo el mundo desde hace cuatro días, desde que se enteró que Regulus es su prometido.

No cabía en su mente, el hecho de que su mano estaba comprometida al hermano menor de quién está enamorada realmente.

Una lágrima cae lentamente por su mejilla.

En ese momento se encontraba en la torre de astronomía, casi era medianoche.

El silencio, la poca luz de la luna y las estrellas; es un paisaje que la pelirroja adoro a plenamente. Ella adora las estrellas, el universo y las constelaciones eran parte de su vida diaria.

Pasa ambas manos por su cara para limpiar las lágrimas pero consecuentemente caen más por sus mejillas.

Existía un dolor en su pecho que no podía salir, y que nunca podría ser curada. Nunca había creído las palabrerías de la abuela Ailann, siempre pensó que eran locuras por la vejez. Ahora mismo cuanto desea que este viva y la diga como superar este vació.

" El día que conozcas a el joven que creas que es tu otra mitad, es el día en que no podrás olvidarle. Las mujeres Ragnor tenemos la maldición de enamorarnos eternamente de solo un hombre aunque nos casemos con otros. Creo que la bruja que nos maldijo estaba celosa de la primera Ragnor mujer en Inglaterra, por ello nos ha condenado a sufrir por nuestro amor como ella lo sufrió "

Cuan cruel pudo haber sido aquella bruja.

Su corazón ahora son pedazos que ningún hombre podrá levantar al menos que sea Sirius Black.

Y eso tal vez nunca suceda.

O quien sabe lo el futuro le depare. 

sober | maraudersWhere stories live. Discover now