20. Miguel.

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Me sorprendí cuando vi a Sofía fuera del baño, esperándome. Tenía entendido que ella iba a salir con sus amigas.

— ¿Qué haces aquí?—dije mientras empezaba a caminar lejos del baño, por si Rubén quería salir. Me había odiado a mi mismo por lo último que le había dicho, pero no me entendía. Yo no era su novio... yo era el novio de Sofía, por más que casi follabamos en el baño no significaba que me amaba. Miles de amigos follaban entre ellos.

—Te extrañaba—dijo mientras me sonreía—. ¿Interrumpo algo...?

—Claro que no—dije. Pero claro que interrumpía. Aunque... hacer el amor en un baño... joder, Mangel, tú no lo habías pensado así. ¿De verdad quería hacer el amor con la persona que amaba adentro de un cubículo? No—. ¿Quieres que nos vayamos?

Aparte, no quería que Rubén la viera. No quería que Sofía lo viera. No sabía en qué momento había convertido esto en un jodido triangulo amoroso.

—Claro, pero tengo que ir a la casa de mi madre—respondió—, ¿podemos vernos en unos días?

—Sí—dije mientras le cogía de la mano e intentaba salir de esa discoteca—. Venga, te acompaño a tu casa.

—A veces eres un caballero cuando quieres—dijo y me dio un beso en la mejilla.

Sonreí falsamente y busqué un taxi. Aún tenía un mal sabor de boca con todo esto. Yo no era así, joder, a mi no me gusta engañar. No sabía que me había pasado hoy, apenas entre al cubículo sabía que había algo mal... pero cuando Rubén me beso con aquella seguridad, no pude negarme. Me besaba como si fuera suyo. Como si... alguna vez lo hubiera sido.

Apenas dejé a Sofía en su casa, me dirigí a la mía. No quedaba tan lejos.

Llegué a las dos y media de la mañana en mi casa, me bañé, me quedé solo en bóxers y apenas me acosté, me quedé dormido.

Me desperté cuando sentí algo húmedo en mi cuello. Eran unos besos. Fruncí el ceño. ¿Sofía había decidido venir a mi casa al final?

Pero cuando abrí los ojos, pude ver unos ojos verdes que me miraban.

—Joder—suspiré—. ¿Qué coño haces aquí, Rubén?

—Vine a terminar lo que comenzamos—dijo mientras se sentaba encima de mí y se restregaba. Solo había una jodida sabana de por medio.

—Rubén, no...

Pero lo que iba a decir, quedó callado cuando sus labios tocaron los míos.

A la verga, si iba a engañar a Sofía, tenía que engañarla bien.

Empecé a desabrocharle la camisa a Rubén, como hacía antes que nos interrumpieran, y pude sentir su sonrisa sobre mis labios.

Rubén se sacó la camisa por mi y sus jeans, mientras se recostaba a mi lado. Empecé a besarle el cuello, mientras le daba pequeño mordiscos. Rubén puso sus manos en mi espalda y cuando le mordí más fuerte el cuello, sentí sus uñas clavarse y como las iba subiendo. Sabía que iba a dejar una marca, pero eso ahora no me importaba.

—Jo... joder—jadeo en mi oído—. Ni en el infierno me sentiría tan caliente como ahora.

No pude evitar reírme por su comentario y él también lo hizo.

—Soy un idiota—dijo mientras negaba con la cabeza.

—Eres encantador—murmuré mientras le agarraba de la cintura y hacía que se pusiera encima de mí.

— ¿Mangel?—susurró—. ¿Te digo la verdad? Estoy muriendo de miedo.

Sonreí.

—Rubén... si siempre vives dentro de los limites, jamás podrás descubrir nada—le dije mientras le ponía una mano en su mejilla y se la acariciaba—. Pero si quieres paramos...

—No—dijo Rubén y empezó a salir de encima de mí, para ir bajando hacía mis bóxers—. No sé cómo hacer esto—admitió mientras reía.

—Déjame a mí—dije mientras me incorporaba, él se acostó en el colchón mientras le iba sacando lo último que le quedaba: los bóxers.

Me mordí el labio mientras admiraba el cuerpo de mi... bueno, no sabía que era Rubén de mí. Esto no era lo que los mejores amigos hacían, así que...

Bajé mi cabeza hacía su creciente pene y empecé a lamerlo lentamente, podía sentir como Rubén se tensaba debajo de mi y agarró las sábanas en un puño.

Podía escuchar los pequeños jadeos que le salían a Rubén por la boca.

—Joder—gimió mientras movía sus manos a mis cabellos y enredaba sus dedos en ellos—. Joder, Mangel...

Estaba por empezar a aumentar la velocidad de mi boca, cuando me agarro del cuello y me tiro hacía él, haciendo que nuestras frentes chocaran. Podía sentir su sudor y no me dio asco, estaba así por mí, joder... jamás lo había pensado.

—Hazme el amor, Mangel—me susurró sobre mis labios.

Empecé acercarme más a él, sintiéndolo completamente, tenía los ojos cerrados y la boca entre abierta lanzando pequeños suspiros cuando la punta de mi pene toco su entrada.

—Rubén, si duele... si duele, paro.

Rubén asintió y me agarró el cuello con más fuerte, acercando sus labios a los míos con fuerza. Cuando nuestras lenguas se tocaron, me olvidé de todo el mundo; solo éramos él y yo. Y empecé a entrar.

Rubén separó un poco su boca de la mía para dar una bocanada de aire antes de gemir. Empecé a moverme lentamente al principio. Pero cuando Rubén me mordió el labio, no pude evitarlo y empecé a dar embestidas más rápidas.

—Dios... sí...—gemía Rubén en mi oído, mientras igualaba mis movimientos.

—Rubén...—jadee cuando me mordió el lóbulo de la oreja—. Rubén... hazlo conmigo. Córrete conmigo.

Le mordí el cuello y di otra embestida más profunda cuando ambos nos dejamos llevar.

Pasamos quince minutos limpiando mi habitación. Yo estaba sentado en la cama mientras me ponía mis bóxers, de espaldas a él.

—Hey—dijo Rubén mientras puso sus manos en mi hombro y me abrazaba por la espalda—, te dejé las marcas...—dijo mientras pasaba un dedo por mi espalda.

Reí mientras negaba con la cabeza.

— ¿Ah sí? Me vas a traer problemas, uke...

—Estas marcas—dijo mientras seguía pasando sus dedos—, significan que eres mío—me dio un beso en el hombro.

Ladee la cabeza a un costado mientras agarraba su mano.

—Siempre tuyo—dije, recordando la almohada.

Pude sentir la sonrisa de Rubén contra mi cuello antes de darle un beso.

—Y yo siempre tuyo, Mangel.


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Bueno, ¡acá tienen! Ahre, lo que me venían rompiendo las bolas para esto... (los amo).

Se los dedico a todos ustedes, pero más que nada a Cari (SraVegeta) y a Irina (burlauron), ustedes dos chicas son las que más me insistían AJAJAJAJ. Las quiero, de verdad. 

Y, me voy a poner un momento sentimental para decir: que gracias a todos por el apoyo que me estan dando con este nuevo fic, es muy especial para mi, es algo muy distinto a Wonderland e intento dar el doble de lo que doy con esa trilogía. Gracias, en serio. Los quiero a cada uno de ustedes. 

¡NO HAY PAN PARA TANTO CHORIZO!

Uncover.Where stories live. Discover now