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Habían pasado unos pocos días desde aquella vez que ambos hicieron el amor.

Ahora mismo Mangel se encontraba parado en frente a la puerta de Rubén, mientras se peleaba internamente si tenía que tocar timbre o irse.

Pero la pelea finalizó cuando decidió tocar timbre.

Estaba nervioso, se estaba muriendo de nervios, tenía ganas de esconderse bajo su cama y no salir nunca más. Se sentía avergonzado por lo que le había pasado, pues se sentía el mayor idiota del mundo y muy usado.

Y estaba a punto de darse vuelta y volver por donde vino, hasta que la puerta se abrió y encontró a Rubén poniéndose una camiseta... su camiseta, la que él le había regalado.

Los ojos verdes de Rubén se detuvieron un segundo en Mangel hasta que empezó a sonreír por el mismo motivo.

— ¿Hola?—dijo mientras se apoyaba en el marco de la puerta y miraba al pelinegro que estaba frente de él.

—Hola—Mangel se mordió el labio antes de seguir hablando—, quería saber si querías pasear un rato...

—Oh—Rubén negó con la cabeza mientras suspiraba—, he prometido hacer directo, hace mucho que no hago...

—Ah—Mangel se sintió decepcionado por unos segundos pero lo entendió, cada uno tenía su trabajo y esto era normal—, paso otro día entonces...

Mangel empezó a retroceder mientras agachaba la cabeza, hasta que la voz de Rubén lo detuvo.

—Pero puedes quedarte—dijo mientras le dedicaba una sonrisa—, estoy seguro que a los fans les encantará verte... si quieres, obvio.

Y Mangel volvió a sentir como una felicidad que no se podía explicar, había extrañado sentarse a su lado y grabar... aunque sea para un directo, así que acepto sin pensarlo dos veces.

Mientras Rubén ponía todo en su lugar las cosas del directo, Mangel fue a buscar algunas cervezas para tomar durante el directo.

—Y... tengo una sorpresita—escuchó a Rubén, seguramente ya estaba en directo. Mangel se detuvo en el marco de la puerta de la habitación y se lo quedó observando, como hablaba con sus fans, como sonreía, como sus ojos verdes emitían mucho brillo cuando estaba feliz... y Mangel se sintió el hombre más afortunado por ver esas cosas—, tengo un invitado especial...

Los ojos de Rubén se trasladaron a Mangel mientras sonreía y le indicaba que se acerque.

Mangel se fue acercando mientras se sentaba en la silla al lado de Rubén y dejaba las cervezas sobre su mesa. Se rascó la nuca con nerviosismo mientras miraba a Rubén.

—Sé que les dije que estábamos peleados... pero está todo bien, ¿no?—dijo Rubén mientras daba una mirada de reojo a Mangel. Éste solo asintió—. Y, como éste señor, se encontraba justo en mi casa... le invité hacer directo. ¿Quieres decir algo?

—Y-yo... pues... si. Sé que hay mucha gente que me ha estado preguntado por... las cosas que ha dicho Rubén por twitter la otra vez... y quiero aclararlo—Mangel se mordió el labio y sintió la mano de Rubén en la suya, oculta debajo de la mesa—. Es cierto, estaba en pareja... pero por temas personales no estamos juntos. Y no, ya que muchos lo preguntan... no voy a ser padre, los motivos me los guardo para mí—Mangel le dio una mirada a Rubén y le sonrió—. Eso es todo.

—Bueno...—Rubén le dio un apretón en la mano a Mangel antes de sacarla—, vamos a leer preguntas.

Y estuvieron unos buenos minutos leyendo cosas sin sentido, hasta que una llamó la atención de Mangel.

—Rubén... ¿por qué tenes una marca en tu cuello?—leyó e instintivamente sonrío, mientras le daba una mirada acusadora a su compañero de al lado, que se le habían puesto rojas las mejillas.

—Oh...—Rubén se llevó una mano al cuello para ocultar la marca y soltó una risa nerviosa—, son los gatos... cuando juego con ellos...

—No sabía que ahora me había convertido en un gato—dijo Mangel bromeando, pero le dio risa cuando Rubén giro la cara para mirarlo alarmado. Sus ojos decían algo como: «llegas a decir algo más y te castro».

—Gilipollas—le susurró mientras negaba con la cabeza—. Mira... esta es interesante. ¿Qué canción me dedicarías, Mangel?

— ¿Tengo que cantarla?—dijo Mangel mientras sonreía.

—Si así lo quieres...

—Vale—Mangel se aclaró la garganta para empezar a cantar—. 'Cause all of me... loves all of you...—Mangel cantó mientras miraba los ojos verdes de Rubén, y esté tampoco podía separar los suyos de su amado, no les importaba cuanta gente los estaba viendo, para ellos... estaban solos—. Love your curves and all your edges, all your perfect imperfections... Give your all to me; I'll give my all to you. You're my end and my beginning, even when I lose... I'm winning...

—Joder—suspiró Rubén mientras se perdía en los ojos oscuros de Mangel, queriendo cogerlo y darle un beso ahí mismo; pero decidió sonreír mientras puso su cabeza en el hombro de Mangel—. Ahí tienen... me ha cantado...—Rubén se sentía tan feliz, tan maravillosamente feliz. Y enamorado. Muy locamente enamorado de Mangel.

Mangel soltó una risa mientras le daba un beso en la frente a Rubén.

— ¿Les cuento un secreto?—dijo Mangel mirando a la cámara—. Realmente extrañé a este gilipollas...

Rubén estiro su mano para agarrar la de Mangel y entrelazar sus dedos con los suyos. Nadie podía ver eso, pero seguro muchos... lo imaginarían.

Pues, esto era como una confirmación para ambos.

Y esperaban que sus fans pudieran entenderlo sin que lo hayan dicho.

Uncover.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora