Uncover.

Después.

Pasaron seis meses justos desde que falleció Mangel.

Medio año sin él y se sentía toda una vida.

Lo sufría demasiado, aún seguía sufriendo como aquel día, donde lo perdí.

Esos seis meses, fueron mi peor tortura, mi pesadilla hecha realidad, el castigo más grande que me han dado; lo que me dolería en toda mi vida.

Mi mente se iba con él, a veces podía verlo sentado en mi sofá, sonriendo por ganarme en un estúpido juego. Aún podía verlo, podía saber las cosas que me diría, sabía que era todo mi imaginación, sabía que probablemente me estaba volviendo loco, estaba perdiendo la poca cordura que me había quedado, pero la verdad es que no me importaba. Prefería volverme loco y verlo, antes que olvidarme de cómo era.

Añoraba sus ojos oscuros, añoraba su risa contagiosa, extrañaba su tacto, sus besos, sus caricias, extrañaba sentir su piel contra la mía, extrañaba amarlo de la manera que él me había enseñado, extrañaba despertarme a su lado, extrañaba que me abrazara por las noches.

Seguía usando sus camisetas, seguía viendo sus fotos, seguía leyendo sus mensajes, esos que me decía que yo era la persona que más quería, veía sus vídeos, veía mis vídeos, cree mi propia burbuja donde solo estaba yo y él, solo en imaginaciones. Seguía durmiendo con su almohada y con tres gatos en una misma cama.

Johnny se había quedado conmigo, al principio lo quería Cheeto pero le dije que no, él no tenía derecho de llevarse al animal que más había querido Mangel, sé que era egoísta, yo tenía todo de él, pero no era el único que sufría y yo lo sabía, pero dar sus cosas, dar a Johnny... significaba abandonar poco a poco a Mangel. Y yo no quería olvidarlo, no podía olvidarlo.

Había un día en especial, eran unas pocas semanas después de su muerte. Yo me sentía vacio, sin vida, me costaba respirar. Y me di cuenta que no podía vivir sin él, no podía y no quería. Ese mismo día, fui al baño y agarrando mi afeitadora... estaba listo para pasar aquellas cuchillas por mi muñeca.

Y lo vi.

Fue la primera vez que lo volví a ver, estaba detrás de mí o eso podía reflejarse en el espejo, tenía miedo de darme vuelta y que no esté ahí... porque, en el fondo sabía que era cosa mía. Cualquiera se hubiera asustado, pero... era Mangel, ¿cómo podía asustarme de él? Él nunca me iba hacer daño, él era mi ángel. No me hablo, solo me miro y lo entendí... no podía suicidarme. Él estaría decepcionado de mí por abandonar así mi vida, aunque sea para estar a su lado.

Así que desde ese día sigo vivo, sabía que obviamente lo había imaginado. Pero necesitaba pensar que él estaba conmigo, sino todo podía ser más difícil, todo había sido un infierno sin él.

Lo necesitaba cada segundo, me hacía muchísima falta, ¿por qué tuvo que irse? ¿Por qué tuvo que dejarme? Yo no era fuerte, no sin él... me volvía débil, era un jodido débil sin él.

Cheeto, Alex... querían que siguiera adelante, me presentaron a personas, tanto chicos como chicas, pero cada persona que veía, solamente me encontraba pensando que no era Mangel.

Seguía tan enamorado de él, tal como desde siempre, me odie por no darme cuenta antes, por dejar escapar la oportunidad de ser feliz con él antes de toda esta mierda. Daría lo que sea por volver a tenerlo frente a mí, daría... todo por escuchar su voz una vez más, daría lo que no tengo para poder besar sus labios, para poder escuchar el sonido de su risa... tan dulce, tan melodiosa, necesitaba volver a ver sus ojos.

Desde que lo conocí, no había creído que perdería así la cabeza por él, me había vuelto demente de amor, me había llevado a la locura... y aún seguía ahí. Mi vida se quedo vacía. Todos los días eran de invierno, tan fríos, sin vida... como lo era yo.

Por las noches lloraba, no lo negaba. ¿Para qué hacerlo? Lo peor eran las noches, donde me daba cuenta que él no me calmaría más, que él no me abrazaría más hasta quedar dormido. Eran las peores noches que me había tocado vivir.

Todo era tan difícil. Había dejado YouTube por varios meses, claramente los fans se enteraron de su muerte, el día que finalmente decidí de hablar de ello en un directo... recibí tantos mensajes de cariño, tanto apoyo. Me di cuenta que no solo yo la estaba pasando mal, sino ellos también. Ellos también lo extrañaban. Y joder, ¿cómo no hacerlo? Si Mangel había sido la persona que más me había marcado en mi vida y seguramente a ellos también. Mangel tenía mucha facilidad para hacer que lo quieran, digo... ¿quién no podía quererlo? Si tenía el corazón más noble y puro que había conocido alguna vez.

Y mi corazón... mi corazón seguía latiendo porque tenía que hacerlo, pero lo sentía roto por dentro, lo sentía en pedazos, mi alma gemela se había ido y yo tenía que cargar con eso toda mi vida.

Pero aún así, estaba intentando seguir adelante, quizás no en conocer a otra persona... ya que no estaba preparado aún, y porque nadie podría reemplazar el gran amor que sentía por Mangel. Pero quería seguir adelante por mi familia, mis fans, mis amigos. Había vuelto retomar YouTube, al menos subía un vídeo por semana, ellos lo entendían; estaba planeando giras por Latinoamérica, conociendo fans que Mangel siempre habría querido conocer, al menos cumpliría los sueños que queríamos hacer juntos.

Y aunque se me iba a ser difícil... planeaba vivir, quizás solo, sí... pero con él en mi mente, rara vez me podía sentir solo. Y quizás esta vida no se la desearía ni a mi peor enemigo, porque es lo peor que podría pasarle a alguien. Vivir como un condenado. No poder estar con el amor de tu vida. Pero era lo que me tocaba vivir. Y lo volvería a vivir si eso significaba amarlo una vez más.

Lo amaba, lo amaba tanto, más que a nadie, y para mí eso era suficiente para cargar con esta vida. Si lo amaba, eso era suficiente para hacer valer esta mierda. Era suficiente. Era... lo necesario.

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Hola, hola. Y seguramente se preguntan... ¿no era que Uncover ya estaba terminada? Sí, lo está. Pero tenía ganas de hacer... esto, como algo de lo que podría pasar en la mente de Rubén. Y ahora sí, es el final. Dudo escribir algo más acerca de Uncover, pero si lo hago siempre voy avisar en twitter antes de hacerlo; pero creo que necesitaba darles algo así. 

Bueno, eso. Gracias por todo. Las quiero.