21. Rubén.

12.2K 1.2K 966
                                    


Hace dos días que no había visto a Mangel desde aquella noche.

Cada vez que recordaba sus manos, su toque, sus besos... quería que pase de nuevo. Había sido... tan excitante y tan jodidamente genial.

Por eso cuando me llegó su mensaje de que esa noche iba a venir a mi casa, no pude evitar pensar que quizás volvería a sentir lo que sentí aquella noche.

Lo más gratificante no era que había hecho el amor con un chico, sino que había sido con Mangel.

Empecé a prender velas para dejarlas en la habitación y darle un toque más romántico. Me sentía como un chiquillo de lo emocionado que estaba.

Cuando escuché el timbre, los nervios se me pusieron de punta, me miré una vez más en el espejo para arreglarme el cabello antes de abrir y encontrarme con Mangel.

—Hey—me acerqué para darle un beso pero corrió la cara y pasó rápidamente a mi departamento. Fruncí el ceño—. ¿Cómo estás? No sé nada de ti durante...

—Mira, lo voy hacer rápido—dijo y suspiro mientras se pasaba las manos por el cabello despeinándolo—. Creo que no hay que vernos más.

— ¿Qué?—me dejé caer en la pared mientras lo observaba—. ¿Cómo que no hay que vernos más?

—Simplemente, eso: no hay que vernos más. No hay que saber nada del otro. Haz como si yo nunca hubiera existido, bórrame de tu celular, que se yo, Rubén, pero...

— ¡¿Qué?!—Le grité, ya estaba perdiendo los estribos—. Que para ti sea fácil sacarme de tu vida, no significa que para mí también.

—No sabes lo que dices—dijo mientras negaba con la cabeza—. No sabes nada de lo que siento.

—Eso es cierto, no lo sé—respondí, Mangel me miro con sus ojos oscuros—. Un día... un día me quieres, otro día no quieres saber nada de mí. ¡Un día me la metiste! ¡Y ahora no quieres saber nada de mí! ¿Eso era lo que querías, cabrón? ¿Una noche conmigo? ¿Humillarme?

Mangel sonrió antes de contestar:

—Te recuerdo que fuiste tú el que me entro a mi casa para suplicarme que le haga el amor.

—No estás jugando limpio—dije mientras me mordía el labio—. No voy a dejarte ir tan fácil...

—Para, Rubén, solo para, ¿ok?—me gritó—. Tienes que aceptarlo.

— ¡No lo quiero aceptar, joder!—le grité en respuesta—. Me has hecho el amor... has dicho que siempre serías mío...

—Rubén...

— ¡Cuando por fin estoy dejándome llevar por lo que siento, tú simplemente quieres desaparecer de mi vida! ¡Me has llevado al cielo y ahora me quieres dejar en el infierno! ¿Es tu venganza, verdad? ¿Tu venganza por hacerte sufrir todos estos años? ¡Lo siento, joder, lo siento tanto!—no podía parar de hablar, sentía que en cualquier momento me iba a poner a llorar.

Mangel simplemente suspiro mientras se paso una mano por la cara.

—Deja que me vaya.

— ¿Era mentira, verdad? ¿Sólo querías metérmela? ¿Querías saber lo que se sentía estar con un chico? ¡Pues, felicidades, cabrón, lo has hecho con un chico!

Mangel simplemente pasó por mi lado mientras abría por la puerta.

—Si te atreves a salir, no vuelvas nunca más, Miguel Ángel—le dije.

Mangel se detuvo un segundo antes de dirigirme una de sus miradas con sus ojos oscuros, me había dado cuenta recién el aspecto cansino que tenía y sus ojeras.

Parecía que iba a decir algo más, pero simplemente empezó a caminar fuera del departamento, cerrando la puerta tras él.

Fui hacía la habitación para apagar las velas y cuando me acosté, vi su almohada...

«Siempre tuyo».

Maldito cabrón.

Jodido cabrón.

Te odio.

Te quiero.

Te odio.

Te amo.

Agarré la almohada con fuerza, dejando que las lágrimas por fin salgan y quedándome dormido.


-------------------------

-se va a proteger a Mangel así no le lanzan piedras- Dejen a mi bebe, tienes sus motivos. 

Bueno, primero: quiero dedicarle este capítulo a Anto (httpdoblas), que sepas que te amo <3 y que eres una amiga genial (y que tus tweets de Uncover me dan risa, really). Tengo mucha suerte de tenerte de amiga. 

Y segundo, a Yanito (rogelftdxblas), eres de las que me ha apoyado un montón con este fic, amarte fuerte <3 

Bueno, los quiero. 

¡NO HAY PAN PARA TANTO CHORIZO!

Uncover.Onde as histórias ganham vida. Descobre agora