9. El hombre que enseña.

152K 11.3K 102K
                                    

** EDITADO: 18/05/17 **

9. El hombre que enseña.

.

—¿No crees que tu padre se ve un poco... pálido?

—No lo creo. Lo . Por más que le pedí que se quedara en cama, decidió ignorarme y salir a montar un poco a caballo.

Harry observa por la ventana, dándose cuenta enseguida que pequeñas gotas caen del cielo, silenciosas, apenas notorias. Si no se va a tiempo tendrá que pasar la noche en la casa de los Fairfox. El problema en sí no radica en eso, sino que sus padres quizá pasen las siguientes horas preocupados por él y su bienestar. Se gira hacia Louis quien hace unos apuntes en el escritorio, dándole la espalda.

Se acerca a él con pasos sigilosos, colocándose detrás, viendo por encima de su hombro lo que escribe. Su letra es perfecta, fina, siempre entendible. Aún así, Harry no tiene tiempo de leer lo suficiente antes de la voz burlona de Louis llegue a sus oídos, distrayéndolo.

—¿Haciendo trampa para pasar tu examen? —Louis le pregunta, sin detenerse siquiera o dirigirle una mirada.

Harry no puede evitar sonrojarse ante el tono burlón de su voz. Se echa hacia atrás, alejándose, cruzando sus brazos y tomando una posición arrogante.

—En ningún momento de mi vida me he copiado, no lo haré ahora—dice, seguro—. Además, ¿un examen? Sólo tú harías un examen en mi presencia.

A pesar de que Louis sigue en la misma posición, Harry es capaz de escuchar la risa burlona que suelta por lo bajo; frunce el ceño algo furioso, por lo que decide caminar de un lado a otro en la habitación. Sus pasos resuenan por las cuatro paredes creando un sonido para nada tranquilizador, más como un eco furioso que taladraría el oído luego de tanto escucharlo. Louis deja escapar un suspiro sereno. Harry se pregunta hasta qué punto llega su paciencia.

Antes de decirse a sí mismo que debería de ponerlo a prueba, hay un leve toque a la puerta. Louis de inmediato se pone de pie, dirigiéndose a ella para abrirla, permitiéndole el paso a una señora alta. Tiene una cara seria pero con un aire amable; a él le sonríe de inmediato por encima del hombro de Louis, inclinándose en señal de respeto. Harry le devuelve el gesto.

—Joven Louis—dice la señora con voz tranquila—, sólo estoy aquí para avisarle que sus dos hermanos han llegado a casa.

Harry lo ve asentir.

—Muchas gracias, Hanna—responde Louis con amabilidad. Harry escucha la sonrisa en su voz—. ¿Algo más?

—El Amo ha dicho que tendrán un pequeño aperitivo como almuerzo en caso de que desee acompañarlo. Sus hermanos estarán ahí también—Hanna sonríe de oreja a oreja, y la confianza entre ella y Louis es notoria—. Por supuesto que será después de que cambien sus ropas.

Harry da unos cuantos pasos hacia adelante, colocándose a la altura de Louis para verlo a la cara. Ve cierta confusión en ella al no entender las palabras de Hanna. Ahora que Harry la ve bien – tomando en cuenta la forma en que se dirige a Louis y la ropa que trae – toma nota de que debe de ser el ama de llaves. Con un vestido color gris con toques negros y blancos, su cabello rubio cenizo recogido en una coleta, Hanna despide todo un aire de una mujer que da órdenes.

—¿Sucede algo?

—Al parecer la tormenta llegó a Londres, Joven Louis—Hanna contesta enseguida—, y apenas lograron subir al carruaje.

Violines Bajo el Agua.Where stories live. Discover now