32. Ese hombre, escondido.

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La canción que toca Louis es Eternal Love, de Jorge Méndez.

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32. Ese hombre, escondido.


15 de agosto de 1888.

Si bien parte de Inglaterra se encontraba feliz debido a que a la mujer se le permitió por ley el votar en las elecciones locales, Harry se siente por completo apagado sobre varios aspectos de la vida cotidiana.

Robert le mira desde el otro extremo de la sala en completo silencio, su madre bebiendo té pero sin tratar de dirigirle la palabra en el momento en que él se coloca ante la puerta para que nadie pueda salir. Llegaron apenas unas horas antes de su viaje de Francia, tan normales como si nada hubiera pasado.

Pero él no puede quedarse tranquilo al respecto, no cuando los rumores aumentaron de intensidad e inclusive Charlotte y Vincent se vieron envueltos en el proceso. Ahora no se trataba de ningún secreto que él no era el padre sino Ross, y Charlotte se vio en la penosa necesidad de viajar a Italia con tal de que la situación se tranquilizara un poco, muy a pesar de Ross quien ni siquiera ha tenido palabra alguna con Vincent.

Harry aún recuerda los ojos llorosos del pequeño cuando su tía le dijo que no lo vería por unos cuantos meses. Él casi lloró, también, pero se controló para no mostrarse tan débil y que alguien se aprovechara de ello para empeorar la situación. Les fue a despedir a la estación del ferrocarril, demasiado agotado como para poner resistencia alguna, demasiado hastiado como para mostrar una faceta que no sentía del todo. Sabía que sería bueno que Charlotte se alejara, en especial por la forma tan cruel en que sus amigas le trataron aún sin saber la versión verdadera de los hechos.

Aún ignora por completo si todo sucedió debido a que Ross abrió la boca de más o si sólo se trató de una coincidencia. Cualquiera de las dos opciones no era para nada atractiva y sin duda alguna, ante los demás, quedaba como el pobre hombre al que la mujer de sus sueños engañó o el tonto que no supo ver la verdad desde un principio.

Como si la situación no pudiera empeorar, su padre ahora le dejaba toda la responsabilidad como la cabeza de la familia sin ningún motivo aparente.

Les observa por largo rato para luego negar con la cabeza, continuar con su camino aún cuando siente la pesada mirada de su padre sobre él y a su madre tensarse conforme se va acercando a ellos. Pero se siente agotado, extrañando la felicidad e inocencia que Vincent irradiaba todas las mañanas ahora por completo desaparecida, sólo quedándose con unos cuantos recuerdos encerrados en los rincones de la mansión.

Aprieta los labios con desagrado, saliendo de la habitación segundos después sin mirar atrás. La relación con sus padres se esfumó por completo, ahora parecían extraños que lo único que tenían en común era que vivían bajo el mismo techo, nada más; aún cuando en su mente seguía dirigiéndose hacia ellos como lo que eran, en realidad su corazón se apretaba cada que escupía la palabra de tal manera que sólo le hacía sentir incómodo.

Aún recuerda lo que sucedió tan pronto como Thomas le confesó lo que Robert había hecho. Había sentido que su cabeza daba millones de vueltas hasta el punto en que ya no podía más, con Louis pidiéndole a Thomas que le trajera un vaso con agua o algo para tranquilizarlo y todo porque el color había abandonado su rostro. Sus ojos perdidos, su expresión desconcertada, hasta el punto en que Louis tuvo que llevarlo de la mano hacia una de las bancas más cercanas—pero en ningún momento soltando las dos flores que le había dado minutos atrás.

Violines Bajo el Agua.Where stories live. Discover now