Llego la hora de volver

27. Las borrachas siempre dicen la verdad

                  
Ni Thiago ni Alex y mucho menos Felipe nos pusieron atención, ya que Alex estaba pidiendo las pizzas mientras que Felipe y Thiago ponían el canal y ordenaban los sillones al frente de la tele.

– Creo que no te oyeron – Le digo a Mar

– ¡Los mato!

– Tranquilízate, no vas a sacar nada enojándote con ellos hoy, mejor déjalo para mañana. ¿Por qué mejor no salimos?

– ¿A dónde?

– A dar una vuelta, aprovechemos que estas vestida para salir y que estos tarados se van a quedar aquí para que cuiden a Lucy.

– ¿Tú crees?

– Obvio.

– ¡Ok! Vamos – Se gira a mirar a los chicos – Nosotras no vamos.

– ¡Ok! – Responde Thiago

– Volvemos tarde, cuiden a Lucy.

– ¡Esta bien! – Me responde Alex

POV Alex

– ¡¡¿¿QUÉ??!! – Grito Felipe

– ¿Qué pasa?

– Acaso no oyeron que Mar y Anto se fueron.

– ¿Cómo? ¿Estás seguro?

–  ¿No las escuchaste?

– La verdad es que no, estaba preocupado de pedir las pizzas.

– ¿A dónde fueron? ¿Con quién? ¿A qué hora vuelven? ¿Nos dejaron con Lucy? – Dijo Felipe entre preocupado, enojado y celoso.

– Tranquilo, creo que Antonella tenía razón con eso de que eres celoso – Contuve la risa

– Todo lo referente a Mar, Antonella, Lucy y a... – Se queda callado

– ¿A quién?

– No importa – Suspira

– ¡Mierda! – Dice Thiago

– ¿Qué paso?

– Invite a salir a Mar y la cambie por el futbol.

– ¡¡Problemas!! Sabías que tenías que arreglar lo ocurrido antes y no fregarla más – Le recordé

– Hablando de eso ¿Que sientes por Mar? Quiero la verdad – Dijo Felipe serio

– Nunca había sentido esto por nadie.

– Yo te digo que te enamoraste – Intento ayudar a Thiago frente a Felipe, pero no es mentira, de verdad creo que Thiago se enamoró de Mariana.

– Porque te digo que si no es algo serio no vives para contarla

– Te juro que es la verdad.

– Vas a tener que hacer mucho esfuerzo para que Mar te perdone esta, estas cosas Mar no las perdona fácilmente.

– Me van a tener que ayudar.

– ¿Y nosotros porque?

– Porque es culpa de ustedes.

– Yo no te debería ayudar, pero voy hacer una excepción porque me caíste bien y creo que en verdad quieres a Mar, espero no  equivocarme.

– No te vas a equivocar, te lo prometo.

­– Yo obviamente te voy a ayudar, para eso están los hermanos – Al acordarme de lo que me hizo Nico – Bueno siempre hay excepciones.

– ¿Lo dices por Nico verdad?