Llego la hora de volver

41. Andres

Estaba leyendo una revista cuando alguien entra en la habitación.

– ¿Qué se les quedo? – Pregunto pensando que son Simon y Estela que se acaban de ir.

Pero cuando levanto la vista me encuentro con un chico nunca había visto y que me esta mirando fijamente y con ojos de lujuria, cosa que la asusto. Había algo en él que me causaba desconfianza pero sobre todo terror... en sus ojos veía pura maldad, lo único que quería era causarme mas daño del que ya me habían causado.

– ¿Quien eres?

– ¡Hola Antonella!

– ¿Quien eres? – Mas miedo me dio que supiera mi nombre.

– ¿Como estas?

– ¿QUIEN DIABLOS ERES? – A pesar del miedo no lo podia demostrar.

– Uyy... ¿por qué tan agresiva?

– Si no me dices en este instante quien eres, voy a gritar

– ¡¡Que miedo!! – Dice burlandose

– No estoy bromeando – Enojada.

– Uy... Que humor. Bueno me presento – Me sonrie – Me llamo Andrés.

– Por lo que veo ya sabes mi nombre.

– Como no saber el nombre de una preciosura como tu.

– Ja ja – Dije sacastica – ¿De donde sacaste mi nombre?

– Por ahí.

– ¿De donde lo sacaste? – Enojada

– Tan linda pero enojona.

– Responde.

– Soy medico.

– ¿Y? ¿A que vienes?

– Se tu nombre porque me hablaron tan bien de ti que no puede evitar venia a conocerte.
– Bueno ya me viste, ahora te vas.

– ¿Por qué tan enojona?

– Que te importa. Ya vete.

– ¿Y si no quiero?

– ¿Algún problema? – Escucho la voz de Felipe y sonrio.

– ¿Tu quien eres?

– ¿Mejor dicho quien eres tu? – Dijo Felipe fulminandolo con la mirada.

– Que...

– Es un entupido que vino a molestar.

– ¿Lo conoces?

– ¿Yo conocer a este? – Señale al imbesil – Por dios Feli como se te ocurre... yo no me junto con gente asi – Lo mire con desprecio.

– ¿Y que hace aquí?

– Es lo mismo que me gustaría saber a mi.

– Sigo aquí por si no se dieron cuenta.

– Eres tan poca cosa que ni cuenta nos dimos.

– Yo también te quiero Princ... – Empezo a decir el tarado que dice llamarse Andres.

– Ni se te ocurra decirlo porque no respondo – Lo amenaza Felipe

– Uy... mira como tiemblo ¿Quien te crees que eres?

– Alguien mucho mejor tu...

– ¿Porque no te vas? Estábamos de lo mas bien hasta que tu llegaste.