Nada cambio.

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                 Nada cambio.

Caminó con Ethan al salón de clases, me miraba de reojo y me empezaba a sentir incómoda .

Llegamos al salón y todas las miradas se posaron en mí, me quede parada y Ethan me jalo levemente,  dirijiendome al asiento al fondo del salón.
Mis manos me sudaron levemente,Sentí una lijera presión en mis oídos, Era claro que estaba nerviosa.

Levante lentamente la mirada,con miedo a la voz que retumbo en las paredes del salón de clases.

— Tomen asiento.—Impuso esa   voz autoritaria,  firme,Ronca y masculina que se quedo grabada en mi cabeza. Me talle los ojos con fuerza,sin embargo al levantar la vista lo vi ahí.

Santiago.

—Te dije que te gustaría.—Susurro Ethan en un hilo de voz.

Sentí que me iba a desmayar aquí mismo.

Recorde la primera vez que me dí cuenta que estaba enamorada de él .
Almenos eso creía .
Amenos de eso quería estar segura.
¿Por qué acaso eso era Amor?

—Me das mucha confianza.—La voz dulce de mi profesor me dejo atrapada.

Usted también me da mucha confianza,Es una... Persona especial.

— Tú lo eres para mi, pero no le digas a nadie lo que te dije ¿De acuerdo?

Jamás lo haría .— Me acerque más a él y sonrió , no decía nada pero notaba en sus ojos que decía la verdad esos ojos hermosos, azules, él silencio no era incómodo , cuando estaba con él , todo estaba bien,  su mirada, su sonrrisa, me encantaba estar a su lado.

Estaba enamorada de él ,de mi Profesor.

—¿Apuntaste lo que dijo?.—La voz de Ethan me regreso a la realidad, alejandome de los recuerdos.

—No...—Mire a Ethan, mi voz salió nerviosa y titubeante.

—Tranquila ya va acabar la clase.—Mire el reloj en la pared y me dí cuenta que me había sumido demasiado en los recuerdos.No sabía por que me sentía así jure que jamás volvería a derrumbarme por aquel hombre.
Tocaron él timbre y recogí mis cosas rapido vi a varias alumnas rondando sobre su escritorio.Para mi mala suerte  se fueron rapidamente.
Me quede sola en el salón .

—Nathalia...— Pronunció sorprendido y con una lijera confusión en su voz.

No cruzes mi límite ©Where stories live. Discover now