Mi mentira Preferida.

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          Mi mentira preferida.

Tiempo actual.

Santiago pasaba su mirada de vez en cuando por mis ojos mientras me explicaba las ecuaciones, esto dolía como él infierno.
Intentaba concentrarme pero cuando alzaba la mirada y lograba verlo a los ojos, sentía como el estómago me daba vueltas.

— Nathalia, no estas poniendo atención ¿cierto?

— Yo...Uhm...si, si estoy, estába hablando de las ecuaciones.

— No.—dijo serio pero en su mirada se notaba un toque de diversion.—Te he dicho que tienes un moco en la nariz.

—¿Que?—Dije y me toque la nariz él soltó una carcajada.

— Tomaremos un descanzo Nathy —Se levanto del asiento con una sonrisa. —No tienes ningún moco.

Me tense al oír como me llamo,miles y miles de recuerdos  pasaron por mi mente.

Todas esas veses en que él me mentia, en él que me envolvía con dulces palabras, porque él decia mi mentira preferida.
Que me quería .

— ¿Sabias que me encanta estar contigo Nathy?—Santiago me miro dulcemente consiguiendo que me sonrrojara.

—¡Gracias! a mi tambien me gusta mucho estar con usted.

Se lenvanto de su asiento y miro la puerta, como si se estuviera asegurando que nadie nos viera,como si escodieramos algo.

Te digo algo. —Dijo sentandose a lado de mi y mirandome directamente a los ojos.

Yo sólo asenti.

Cuando estes más grande y deje de ser tu profesor te invitare al comer,talvez al parque a donde tu quieras.—Lo dijo cómo una tierna propuesta.

Sentí mi corazón dispararse a mil latidos por segundo
¡Me habia dicho que queria una cita! ¡Dios! ¡Esto es increíble!

¿Sabias? Que eres a la alumna que más quiero.

Definitivamente no podía con esto estába total y completamente enamorada de él .

Usted es mi persona  favorita.—Dije casi apenas formulando una oración coherente.

Te quiero Nathy. — Dijo alzando la ceja seductoramente como el sabía hacerlo, sabía como ponerme los bellos de punta.

— ¿Nathalia, te encuentras bien?

—Estoy bien terminemos con ésto .—Su voz me regreso del recuerdo y hable  escupiendo mis palabras,sentí el rencor correr por todo mi cuerpo.

— Yo creo que no.—dijo cerrando la puerta.— Tenemos que hablar.— Temble al escuchar esas tres palabras que dependian de todo él estado emocional de alguien.

—¿Que carajo cree que hace?.—dije saltando de mi lugar

— Tenemos que hablar Nathalia, esto no puede seguir así estoy arto que me evadas, tienes que decirme muchas cosas por favor dejame explicarte como sucedieron las cosas.—Su tono era fuerte y duro pero en su mirada se notaba la tristeza.

Una voz en mi cabeza me dijo que el mentía que no creyera sus palabras.

—No tenemos nada que hablar profesor.—me miro y se acerco decidído a paso firme.

La puerta se abrio de golpe y los dos volteamos asustados dando un pequeño brinco.

— Profesor lo solicitan en la dirección ¿interrumpo algo?.—dijo la mujer con cabello recogido en una coleta alta parecia la secretaria del director.

— No, por supuesto que no.—Aparto sus ojos de la puerta y me miro.

—Claro que no, ya me iba el profesor se encargaba de explicarme unas cosas pero todo quedo claro ¿verdad profresor?.—Levante una ceja

— Lo veremos después señorita,Aún no ha comprendido lo más importante —Caminó hasta la puerta,tras de la secretaria—Esto no se va quedar asi.—Dijo susurrando para que solo yo lo escuchará.

Me tense ante sus palabras sabía que en algún punto tendría que afrontar eso, tenía que hablar con él.

**

—Te extrañe tanto Aria.—Dije abrazandola tan fuerte como mis brazos me permitieron.

Había extrañado tanto a Aria, la necesitaba.Desde que entre a la escuela apenas y me daba tiempo de respirar.

—No te imajinas yo Nathalia, esa escuela de niños Ricos te absorbe ¿eh?

Solo asenti sonrriendo triste.

Hablamos por,mucho tiempo en mi cama, le contaba sobre Corny y su hermano Ethan,le conte todo lo que ha pasado con Santiago.

Ella sólo me escuchaba atenta.

—Oye aria.—La mire frunciendo el ceño.—Estas muy delagada ¿Haz hecho ejercicio?

—Yo, si,si he estado...

A decir verdad  estaba muy, muy, delgada hasta su cara había cambiado un poco.

— No me mires así Nathalia.

— ¿Estás comiendo bien cierto?

— Por supuesto que si.— Dijo mirando hacía otro lado, solo asenti dudosa.

Ashley en multimedia.

No cruzes mi límite ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora