Capítulo 14

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Me estaba besando. Zayn me estaba besando. No estaba segura de lo que debía sentir, pero sus labios carnosos moviéndose sobre los míos sentían bien. Me gustaba la forma en la que me trataba, como si fuera una flor de cristal, frágil y delicada. Sus movimientos eran lentos y suaves, queriendo alargar el momento lo máximo posible. Mis sentidos se dispararon, se volvieron locos cuando le correspondí. Mis manos se entrelazaron alrededor de su cuello, atrayéndonos más el uno al otro. La ternura del beso me subía la adrenalina, pero no era capaz de sentir esa chispa.

-Trish, ¿quién ha llamado a la... puerta?- Ashley irrumpió en la habitación y paró a mitad de su frase al encontrarnos en esa situación.

Me separé de Zayn lo más rápido posible esperando que ella no hubiera visto nada pero su boca medio abierta y sus ojos como platos me decían que no lo había conseguido.

-Lo siento- se disculpó avergonzada por habernos cortado.

-No pasa nada- murmuré levantándome del regazo de Zayn ruborizada. Él se aclaró la garganta, la cual estaba tan seca como la mía.

-Mejor me voy- Ashley susurró incómoda mientras cerraba la puerta a su paso.

De nuevo, me había quedado sola con Zayn, el cual me miraba esperando a que hablara y yo no tenía ni idea de qué decir después de lo que había pasado.

-Siento lo de Ashley. Está acostumbrada a entrar sin permiso.

-No te preocupes. No estábamos haciendo nada malo- me miró con esa sonrisa cerrada. Él era consciente de que sabía perfectamente a lo que se refería y eso solo hizo que me ruborizada más.

-Me encanta cuando te sonrojas, ¿te lo había dicho ya?

-Zayn, para.

-¿Por qué?- preguntó riéndose, dejando a la luz sus perfectos dientes.

-Sabes que no me gusta- respondí molesta. Realmente no soportaba cuando los chicos se ponían tan pesados intentando resaltar cualidades físicas. No era nada segura de mí misma y si me hacían cumplidos prefería que fueran por cosas de mi interior. Él se levantó.

-Y yo te dije que te tendrías que acostumbrar porque no voy a parar de repetírtelo- murmuró cogiendo un mechón de pelo que se me había escapado y colocándomelo detrás de la oreja.

El timbre de la puerta volvió a sonar. ¿Acaso había algún tipo de reunión y no me había enterado? Esperaba que Ashley abriera porque yo no me iba a levantar. Volví a fijar mi vista en Zayn.

-Entonces ¿hablarás con Louis?- me animé a preguntar posando una de mis manos en su brazo y acariciándolo con el pulgar.

-Sí, hablaré con él- me afirmó.

Yo asentí mientras le miraba fijamente a los ojos. Sonreí al ver tantas emociones juntas en unas pupilas tan pequeñas. Ilusión, felicidad, diversión... ¿Por qué los ojos de Louis no podían ser como estos? ¿Por qué eran tan fríos?

Unas voces en el pasillo me sacaron de mis pensamientos y la puerta de mi habitación se abrió por segunda vez en la tarde. Esta vez no me separé de Zayn, por muy sorprendida que estuviera. Nick entró en la habitación seguido de Ashley intentando frenarle.

-¿Se puede saber qué hace con éste gilipollas?- exclamó dirigiéndose a Ashley, furioso al verme con Zayn. No me esperaba ni su presencia ni esa reacción por su parte. Me había pillado todo por sorpresa.

-¡Nick!- le advirtió Ashley con la mirada.

-¿Qué me has llamado?- Zayn, tan tranquilo que parecía, le intentó provocar. Apartó mi mano de su brazo y se separó de mí para acercarse a Nick con intención de comenzar una pelea.

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