Risk It All: No Control || Bradley Simpson

Capítulo 6.

―¡Maldición! ―gruñí al ver como diluviaba.

― ¿Te llevo? ―susurró Bradley en mi oído y acarició mi cintura lentamente detrás de mí.

―No, no lo hagas. ―me separé de él rápidamente.

―¿No quieres que te lleve?

―No. No quiero nada de ti.

―¿Todo esto fue por el beso? ―preguntó con una sonrisa burlona en su rostro.

―Cierra la boca. ―murmuré mientras miraba que nadie haya escuchado.

―Sabes que te ha gustado besarme, Amber.

―Claro que no.

―¿Entonces por qué has seguido el beso?

―Estaba ebria.

―No es una excusa.

―Ya basta, Bradley. No importa si me gustó o no, eres mi hermano y eso no puede volver a suceder jamás.

―No lo soy, sólo soy tu hermanastro y no tenemos la misma sangre, no estamos haciendo nada ilegal.

―Es suficiente, no sucedió nada entre nosotros, olvídalo.

―No voy a olvidarlo.

―¿Sucede algo? ―preguntó Christoffer poniéndose a mi lado.

―No.

―Claro que no. ―dije.

―¿Estaban discutiendo otra vez?

―No, sólo estábamos charlando.

―Está bien. Vayan al instituto de una vez, es tarde. ―ordenó y volvió al comedor.

―Claro. ―murmuré y tomé una sombrilla del vestíbulo. Salí de la casa.―Buenos días, John. ―saludé al hombre que estaba en su cabina de seguridad a un lado del portón de salida.

―Buenos días, señorita. -saludó amablemente.―¿Irá caminando con esta lluvia? ¿No quiere que la lleve mejor?―No hace falta, la llevaré yo. ―dijo Brad estacionando su coche detrás de mí.

―Claro que n...

―Vamos, Amber. No te comportes como una niña, no fue para tanto. ―interrumpió.

―¿Está segura de que no quiere que la lleve yo? ―preguntó John. Lo miré a él y luego a Brad.

―No, está bien. Iré con Bradley. Muchas gracias.

―Aunque sea deja que te lleve al instituto, vamos. ―subí al coche y me coloqué el cinturón de seguridad. Saqué mi móvil del bolsillo de mi chaqueta y abrí Facebook.

―Lo siento, ¿Está bien? -habló al ver que lo ignoraba.―Sé que estuvo mal lo que hice y no...

―Sólo olvídalo. ―interrumpí mirándolo.

―¿Cómo pretendes que lo olvide?

―Olvídalo, es simple.

―Tu no lo entiendes. ―dijo en voz baja, pero pude escucharlo. ¿Qué diablos le sucede? fue sólo un maldito beso.

[...]

―¿Estás bien, Amb? Te ves extraña. ―susurró Ashley para que el profesor de Historia no escuchara. Hemos estado conociéndonos y hablando mucho en estos días, es una buena chica.