Risk It All: No Control || Bradley Simpson

Capítulo 7.

―QUE TU ¿QUÉ? ―gritó Ash luego de haberle contado todo lo ocurrido con Bradley.

―¡Cállate! No me hagas repetirlo.

―Está bien, lo siento. Pero... ¿Bradley no es tu hermano?

―Es mi hermanastro.

―Oh... -alargó mirando hacía la ventana.- ¿Y qué has sentido luego?

―¿Luego de qué?

―Luego de haber descubierto América, Señor Colon. ―ironizó―Luego del beso, tonta.

―Con el primero me enojé, ya sabes, tu hermanastro al cual odias te roba un beso en la boda de su padre y tu madre, ¿Qué harías?

―Claro que me enojaría.

―Y el otro se lo he dado yo, prácticamente.

―No me has dicho eso antes.

―Se me ha pasado.

―Claro.

―Ya, es que casi caigo al lago y él me salvó de caer, quedamos bastante cerca y...

―¡Oh, mi héroe! ―dramatizó parándose sobre la cama y poniendo una mano en su frente como hacen las mujeres de la ópera.

- Ashley no seas tonta.

―Lo siento, soy youtuber ―se excusó y luego comenzamos a reír por lo idiota que se vio al hacer eso.

―¿Entonces?

―Entonces ¿Qué?

- ¿Has sentido algo?

―No lo sé. ―respondí luego de unos segundos en silencio.

―¿Cómo que "No lo sabes"?

―No lo sé Ash... Me ha... Me ha gustado.

[...]

―¿Quién habla? ―murmuré apenas descolgué.

Luego de que Ash se vaya de casa me acosté a dormir un poco, estaba bastante cansada. El sonido de llamada me despertó y descolgué sin mirar quién era.

―Ashley, ¿Cuántas Ashleys tienes agendadas en el móvil?

―Sólo tú, estaba durmiendo.

―Oh, lo siento.

―Ya. ¿Qué sucede?

―¿Quieres hacer un video conmigo? Es que tengo que hacer un ask y no sé con quién.

―¿Cuándo?

―¿Ahora?

―Deja que me arregle un poco.

―¿Para qué? Si tú te ves perfecta siempre. Por eso te odio.

―¿Te has visto en el espejo? Mejor cállate, adiós. ―reí y colgué.

Me senté en la cama y pasé mis manos por mi rostro. Me levanté y caminé pesadamente hasta mi baño; quité todo el maquillaje corrido y lavé bien mi rostro. Coloqué todo el maquillaje nuevamente y ondule mi cabello. Volví a la habitación y me quité completamente el uniforme del instituto. Me coloqué una camiseta de tirantes, unos skinny jeans, unas botas y una chaqueta. Tomé el móvil y mi bolso y salí de mi habitación.

―¿Mamá? ―hablé cuando bajé el último escalón de las escaleras. Entré al living y ahí estaba Brad sentado en el sofá.

―No están. ―murmuró sin mirarme.