Capítulo 13.

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―¡Cameron, te ahogarás! ―reí mientras Cam intentaba averiguar cuantas pizzas cabían en su boca. Iba por la segunda.

―¡Otra! ¡Otra! ¡Otra! ―animaban Aaron y Nash. Cam intentó meter otra porción pero se ahogó y escupió todo. Miré para otro lado.

―Puerco.

―Cállate, me amas. ―dijo cuando se recuperó.―Ya paren idiotas. ―les dijo a Aaron y Nash que estaban riendo como desquiciados.

―Cuando creo que no puedes ser más idiota, vienes y haces esto. ―dije negando con mi cabeza.

―Cállate x2.

―Cállate tú.

―Cállame. ―se acercó a mí y le di un golpe en la mejilla.

―Ohhhh. ―dijeron Aaron y Nash.

―Eres mi ídola, Amb. ―habló Nash y estiró su mano para que choquemos los cinco, cosa que acepté con gusto.

―Me has hecho pedazos el corazón. ―dijo Cameron poniendo su mano sobre su pecho, fingiendo dolor.

―Pobre bebé.


[...]


―¡TALK TO ME BABY, I'M GOING BLIND FROM THIS SWEET SWEET GRAVING WHOA LET'S LOSE OUR MINDS AND GO FUCKING CRAZY AH YA YA YA YA YA KEEP ON HOPINGWE'LL EAT CAKE BY THE OCEAN! ―cantaba Cam a todo pulmón. Luego de cenar, a Aaron se le ha ocurrido ir a un club nocturno. El problema está en que Cameron no sabe beber y cualquier bebida lo pone idiota con unas cuantas copas. Bueno, lo compensa con ser inmune a la resaca.

―Cam, debemos irnos. ―grité en su oído ya que con la música fuerte no podía hablar en un volumen normal.

―¿Qué?

―¡Que debemos irnos!

―Debemos esperar a Nash que está follando con alguien por ahí.

―Cam. Aaron y él se han ido hace veinte minutos, te has subido a la espalda de Nash diciendo que él era tu yegua.

―Eso es mentira.

―Claro que no, ya vámonos. ―tomé su mano y lo saqué de ese lugar.

―Ya, sé que quieres follar conmigo pero no debes obligarme. ―intentó guiñarme pero sólo le salió una mueca algo extraña. Lo ayudé a entrar al coche y le puse el cinturón, para luego dar la vuelta y subir del lado del conductor.

―Ya cállate y duerme, te despertaré cuando lleguemos. ―puse en marcha el coche y comenzamos a andar rumbo a casa.

―Como diga, mi reina. ―lanzó un beso al aire y se acomodó en el asiento, para minutos después quedarse dormido.


[...]


―¿Brad?

―¿Qué sucede? Son las cuatro am.

―Ya lo sé, debes ayudarme, baja.

―Claro que no.

―Vamos, Brad, no te pediría ayuda si no fuese importante.

―Bien. ―colgó.

Le quité el cinturón de seguridad a Cameron. He estado diez minutos intentando que despertase pero no hubo caso. Escuché golpes en el vidrió y vi a Bradley. Bajé del coche.

―¿Qué sucede? -preguntó.

―Ven. ―tomé su mano y caminé hacia el otro lado del coche, donde se encontraba Cam.

―Vamos, Amber. ¿Qué sucede? ―abrí la puerta y Cameron estaba roncando.―Dime que es broma.

―No puedo llevarlo a su casa así, Brad, conoces a su padre.

―No lo haré.

―Por favor... Brad... ―hice un pequeño puchero y soltó un bufido.

―Muévete del camino. ―dijo sin ganas. Sonreí y me moví―Puaj, apesta a vodka.

―Ha tomado bastante. Gracias. ―besé su mejilla y corrí al otro lado del coche para meterlo al garaje.―Llévalo a mi habitación. ―le dije mientras él ponía a Cam en su hombro.

―Claro que no. Dormirá en alguna de las desocupadas. ―rodé los ojos y abrí la puerta del garaje, para luego estacionar el coche dentro de ésta y correr dentro para asegurarme de que Brad no haya matado a mi mejor amigo.

Volví dentro y subí las escaleras rápidamente. Revisé todas las habitaciones libres y en la penúltima encontré a Brad tapando a Cameron. Es adorable.

―Gracias, Brad. ―le sonreí y lo abracé.

―Ya, que lo hice por ti. ―respondió correspondiendo el abrazo y besando mi frente.

―Keep on hoping we'll eat cake by the ocean! ―gritó Cameron sentándose rápidamente. Luego de decir eso volvió a acostarse.

―Es sonámbulo, y está ebrio. ―le dije a Brad antes de que dijese él algo.

―¿Cake by The Ocean? ¿En serio? ―rio.―Ve a dormir, tú también estas algo ebria.

―Puedo manejarlo. ―dije saliendo de la habitación seguida de Brad.

―Claro que sí, pero son las cuatro de la madrugada, cariño.

―Buen punto. ―entré a mi habitación y él siguió caminando hasta la suya. Volví a salir.

―Brad.

―¿Qué?

―Buenas noches. Y gracias, otra vez.

―Buenas noches. ―los dos nos metimos en nuestras habitaciones y yo me dormí minutos después de cambiarme y acostarme.



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All the love, Sabrina



Risk It All: No Control || Bradley SimpsonWhere stories live. Discover now