Capítulo 18.

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Bradley POV'S

―Bradley, debe calmarse, por favor. No gana nada estando tan alterado. ―dijo John intentando calmarme, cosa que no resultó.

―Claro que logro algo, puedo tirar abajo esa maldita puerta. Hace dos días no la abre. ―grité furioso.―Lo peor de todo es que no sé qué diablos le sucedió y ese imbécil de Cameron no me contesta las llamadas.

―Tranquilícese, por favor. Tome ―me entregó su móvil.―, llame a Cameron desde aquí. Por favor, tranquilo.

―Claro, gracias, gracias. ―tomé el móvil y marqué su número rápidamente. Para ésta altura ya me lo sé de memoria.

―¿Quién diablos jode? ―se escuchó apenas atendió.

―Te he estado llamando dos semanas enteras, imbécil. ―escupí.

―¿Qué quieres, Simpson? No quiero saber nada de ti ni de tu familia.

―¿Puedes cerrar la boca? Es sobre Amber y es importante.

―Tienes un minuto.

―Ella regresó de tu apartamento ese día a las siete de la mañana, totalmente mojada y destrozada, no dejaba de llorar por nada en el mundo. ¿Qué diablos le has hecho?

―Yo no le he hecho absolutamente nada, fue todo lo contrario. No me importa, déjame en paz.

―Deja tu maldito orgullo, Cameron. ―le grité.―Desde ese día no sale de su habitación. Cerró todas sus redes sociales, no contesta los mensajes y toma la comida que Jane le deja cada tres días o más. Algo le pasó y eso tiene que ver contigo. Ahora hace dos días no toma las botellas de agua, ni siquiera se escucha la tv. Debes venir aquí e intentar que salga. Ha venido medio Birmingham a intentarlo pero ella simplemente dice que se vayan, que quiere estar sola. Sólo a ti te escuchará, así que mueve tu trasero ahora aquí ahora. Esto es grave.

―Estoy allí en cinco minutos. ―colgó.

[...]

Cameron POV'S

―En cinco minutos estoy allí. ―dije y colgué.

Podría jurar mi corazón se detuvo al escuchar todo eso. Ella está así por mí y yo sólo me preocupo porque no me quiere. Menudo imbécil. Tomé las llaves y salí del apartamento lo más rápido que pude en busca de mi motocicleta. Una vez sobre ésta conduje a toda velocidad hasta la casa de Amber.

―Esto otra vez no, por favor. Otra vez no y menos por mí. ―murmuré mientras corría a la entrada de la mansión Simpson.

Toqué fuertemente la puerta y pocos segundos después una Jane con cara de tristeza me abrió la puerta. Corrí escaleras arriba apenas entré. Lo primero que vi al llegar al pasillo fue a Bradley golpeando la puerta y hablando a la puerta y a John sentado en el piso con sus manos en su cabeza.

―Señor. ―murmuró John y Bradley volteo a verme.

―Alguien va a hablarte ahora, Amber, así que escucha lo que va a decirte. ―dijo y se corrió del camino para que yo pueda hablarle.

―Amber, abre. Por favor abre la puerta. Te lo ruego. ―hablé.

―Vete, Cameron, sólo te haré más daño. ―gritó llorando. El nudo en mi garganta cada vez crecía más y las lágrimas se acumulaban en mis ojos.

―Mi amor, por favor abre. No hagas esto otra vez, tú lo prometiste. ¡Prometiste no volver a hacer esto jamás!

―Vete. ―gritó

―De niños tú me decías que tu amor por mí era más grande que este planeta. ¿Lo recuerdas? ―murmuré apoyando la frente en la puerta.―Si eso alguna vez fue verdad, por favor, abre la puerta. ―dije mientras sentía como las lágrimas caían por mis mejillas.―Te necesito, Amber. Por favor... ―el ruido de la cerradura siendo destrabada se escuchó y seguidamente una Amber mucho más delgada de lo normal y con muchas ojeras abrió la puerta. No lo dudé ni un segundo y la abracé. Ambos llorábamos y ella se aferraba a mí como si de eso dependiera su vida.―No vuelvas a hacer una cosa así. Prométeme que no volverás a hacerlo.

―Lo prometo, pero ya no te alejes.

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All the love, Sabrina.

Risk It All: No Control || Bradley SimpsonWhere stories live. Discover now