Especial Halloween

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― ¡Que pongas las patatas fritas en la mesa, Bradley! ―grité desde la cocina.

Hoy era Halloween y, según Brad, este año tocaba en nuestra casa. Resulta que él y sus amigos se van turnando de casa en cada fecha festiva para festejar y esta vez le tocó Halloween. Navidad le toca a Connor, año nuevo a Tris y así sucesivamente con lo demás.

― ¡Que ya voy, Amber! ―gritó, imitando mi tono, desde algún lado de la casa.

―Hombres... ―bufé mientras llevaba una pila de vasos descartables a la sala de estar, que ahora estaba totalmente ambientada para poder bailar.

Movimos todos los sillones hacia los costados y colocamos una larga mesa en una esquina de ésta para poder poner la comida y las botellas. Colocamos los parlantes que trajo el dj en las cuatro esquinas y en el patio, y de las luces y todo lo demás se iba a encargar él. Por lo que solo tuvimos que encargarnos de la comida, bebida y decoración. Las habitaciones ya estaban cerradas con llave, por si acaso. Regresé a la cocina, y bufé al no ver a Brad en ella. Caminé hasta el cuarto de la despensa y busqué con la mirada los paquetes de patatas fritas.

― ¿No podías dejarlas más arriba, Bradley? ―hice puntitas para poder llegar pero fue inútil porque tampoco llegaba― ¡Brad! ―grité.

― ¡Estoy yendo! ―gritó él. Segundos después entró al cuarto en el que me encontraba― ¿Qué?

― ¿De qué vas? ―pregunté mirando su "disfraz".

― ¿De qué vas tú?

― ¿Me has copiado la idea? ―pregunté, aunque sonó más como una afirmación.

―Tú me has copiado la idea, yo soy el chico malo aquí.

―Por todos los cielos. ―suspiré― Toma las malditas patatas de allí.

― ¿No llegas? ―preguntó con tono burlón.

― ¿No es obvio?

―Ya, pequeña. ―dijo acercándose a mí.

Iba a discutirle pero no tuve tiempo, ya que en un parpadeo pegó sus labios a los míos. Pasó sus manos por mí descubierta cintura y me acercó lo más que pudo a él; mientras que yo pasaba mis manos por su cuello y lo acercaba más, deseosa de tenerlo el mayor tiempo junto a mí. Sus manos bajaron hasta mi trasero y metió sus manos dentro de mi short. El ambiente era cada vez más caliente, a pesar del frío. Y se hubiese puesto peor si no fuese por el sonido del timbre.

―Maldito Connor y su puntualidad. ―gruñó Brad separándose solo un poco de mí. Quité mis manos de su cabello y las bajé, hasta ponerlas sobre las de él y quitarlas.

―Toma las patatas y sírvelas, iré a abrir. ―dije caminando fuera de la habitación, pero antes de llegar a la puerta él tomó mi mano y me volteo; besó mis labios una vez más y me dio una nalgada, después de guiñarme un ojo.

Salí de la despensa sonriendo como una niña luego de dar su primer beso y corrí a la puerta para abrir, no sin antes tomar el mando y encender la música. Abrí la puerta y le sonreí a Connor, que era el que estaba delante de todos los demás.

―Dulce o truco. ―dijo Connor sonriendo. Iba vestido con un traje de Spiderman, bastante ajustado a su cuerpo.―Me siento sexy. ―bromeó, a lo que reí. Entró a la casa y me dio un pequeño abrazo. ―Te ves genial, chica mala.

―Aléjate de ella, Ball. ―dijo Brad pasando su mano por mi cintura y abrazándome.

―Toda tuya, hermano. ―rio caminando hacia la sala.

Risk It All: No Control || Bradley SimpsonWhere stories live. Discover now