Capítulo 8 (3/3)

7.7K 499 10
                                    

-¿No crees que tengo derecho a saber que le sucedió? - Hablé sin apartar la vista de mis manos entrelazadas.

Luego de que entrará a Phoenix a la casa, quedo inconsciente por ni se cuanto tiempo ya. Dado a que el intenso silencio únicamente acompañado por el tic toc de el reloj estaba comenzando a ponerse delos nervios. Pero hace alrededor de treinta minutos, Geo se encontraba caminando rápidamente mientras entraba y salia de la habitación en la que me pidieron que recuesta a la castaña. Lo cual, por conclusión, me dio a entender de que ya había despertado.

Los pasos de Geo se detuvieron abruptamente.

-¿D-Disculpa? - Geo tartamudeo y los pequeños choques nerviosos volvieron a aparecer.

-Se que me has escuchado bien. - Eleve mi mirada observándola. No quería ser grosero con ella, pero necesitaba saber que estaba pasando realmente.

Pude notar como tembló levemente intimidada. Entonces caí en cuenta que en mi voz estuvo el mismo tono autoritario y severo que mi padre adoptaba la mayoría de las veces

-Ya te dije que no debes preocuparte. Se curará rápido, no es nada grabe - Contestó ella con una pose de seguridad repentina.

Esas palabras fue lo que necesite para levantarme y enfrentarla. Me encontraba harto, cansado y con un humor de perros.

-¿Se curará rápido? - Dije entre dientes. - ¡Demonios, Geo! ¿Acaso no la has visto?

Recordé sus mejillas rasguñadas y con hilos de sangre, sus brazos y piernas, de las cuales pude obtener la vista por su short, estaban de igual manera solo que con heridas mas profundas. No entendía como Geo se encontraba de alguna manera tan calmada.

-Calmate, Dylan. Ha sufrido cosas peores. - Aclaró ella con desdén.

Sentí que mis ojos se abrían grandemente.

-¡¿Qué?! - Exclamé.

Geo se pego a la frente.

-Oye, relájate. Ella esta despierta así que iré a preguntarle así pueden hablar ¿entendido? - Elevó ambas cejas.

Asentí en silencio calmando mi respiración. El hecho de solo pensar el las cosas que podría haber pasado Phoenix me aterra. No es que ella me gusta, no quiero que se mal interprete, pero comenzaba a creer que toda su belleza exterior era una capa que ocultaba un terrible pasado e incluso un inmenso dolor.

Geo se dirigió hacia el pasillo y fui detrás de ella. No iba a ser tan tonto para que me engañara, era consciente de que ella comenzaba a pensar que no era mas que un niño malcriado.

-Eres un maldito insistente. - Bufó ella sin voltear hacia mi. La estaba comenzando a irritar.

-Me lo han dicho mucho. - Sonreí falsamente sabiendo que ella no me vería. Aunque internamente estaba soltando una carcajada. Para mi,era gracioso ver la exasperación de las personas.

Al llegar a la habitación en la cual yo me desperté horas antes, Geo la abrió y la cerro en mis narices cuando estire mi cuello para ver adentro. No pude evitar soltar una risa para luego suspirar. Sabía que Geo me torturaría un poco por ser tan insistente, así que me senté junto a la puerta con la espalda en la pared, tratando una vez mas que el cansancio no me venciera.



P.O.V PHOENIX

-¿Qué él quiere qué? - Dije confundida mientras me incorporaba en mi cama.

Sentía el cuerpo como plomo, no era la primera vez que sucedía, pero vaya que me sentía como mil infiernos. Las he tenido peores, lo admitiré,pero cada vez que se presentaba algunas de estas reuniones para discutir eramos conscientes que no mantendríamos la paz. Somos temperamentales, y hemos aprendido a defender nuestros puntos de vista a puño y letra, sin dar el brazo a torcer. Por esas razones estas cosas terminaban así, con todo nuestro alrededor destrozada y unos cuantos huesos rotos de nuestra parte.

The Wolves (WESTERWOOD #1)Where stories live. Discover now