Capítulo 29

3K 222 39
                                    

Volví a tocar la bocina molesto. Habíamos arreglado con Houston ayer a la noche de que iríamos juntos a ver los resultados de los exámenes. Y quedamos en ir temprano, pero como siempre, mi amigo tenía mas retraso que las chicas. Había aprovechado nuestra charla telefonica para hablar sobre lo sucedido con Mia. Lo cual vino con muchas disculpas de su parte y que no sabia que había sucedido con él. Sonaba decepcionado de si mismo, pero lo conocía lo suficiente para saber que algo no me etaba contando.

Ya de por si me encontraba fastidiado, ya que luego de lo sucedido el día anterior en la casa de Phoenix, me tuve que marchar. No fue eso lo que me había enojado, en realidas fue el hecho de como el tal Zane no dejaba de observar a Phoenix como si fuera de su propiedad. Me preguntaba si él sería un lobo también, pero una parte de mi no tenía duda de que lo fuera, incluso uno muy malo.

La puerta del acompañante fue abierta y Houston se sentó allí.

- Lo siento, lo siento. Tenía hambre. - Hablo rápidamente sin observarme.

- Siempre lo tienes. - Bromee poniendo los ojos en blanco mientras encendía el auto y comenzaba a conducir camino a la escuela. 

El silencio incómodo fue mucho para mi. Nunca pasaba esto con Houston, siempre era efusivo y bromita. Algo le sucedia, y era malo para que no hablará.

- Sabes que no estoy enojado contigo ¿no? - Solté casual parando en un semáforo en rojo. Detrás de mis lentes de sol, todos los colores se veían opacos.

- ¿En serio? - Su voz sonó asombrada.

Lo mire. Se veía fatal. Debajo de sus ojos, los cuales reflejaban tristeza había unas grandes ojeras. Admito, que casi estan tan oscuras como las mias.

- Por supuesto. - Apreté el acelerador una vez que el verde se ilumino. - Solo estoy sorprendido y un poco decepcionado de que no me lo hayas contado. Creí que iba a ser yo el que se mandara ese desastre. - Fui sincero, por mas que Mia sea como una hermana para mi, los errores suceden. - Pero antes de que digas algo más, se que hay algo que no estas diciendo Houst. Puedes contarme todo. Tu nunca has juzgado mis estupideces, así que tampoco lo haré contigo, hermano. - Le aseguré porque tenía presente que eso era lo que necesitaba escuchar.

Houston y yo siempre hemos sido unidos. Compañeros de bromas, e incluso los hermanos que nunca hemos tenido. Me ha apoyado en cada cosa que he hecho y cuando sucedió lo de Emily, él se convirtió en mi roca. Desde pequeños ibamos siempre a la casa del otro a refugiarnos de nuetros problemas, creabamos situaciones ficticias en el bosque donde eramos héroes, pasabamos alguna que otra fiesta juntos. Su familia se volvio la mia, y viceversa. Siempre contábamos con el otro. Como cuando su abuelo lo golpeó a los once con un cinto solo por romper un plato y su abuela lo llevo a mi casa para que mi madre lo curará. Él me dio palabras de ánimo cada vez que mi padre abusaba de mi psicologicamente, diciendo que era un fracaso y nunca sería nada.

- Yo... - Comenzó a hablar Houston. - Me siento tan confundido Dylan. - Soltó nervioso.

- ¿De qué? - Pregunté confundido. El siempre era decidido respecto a algo, incluso sus sentimientos. No había algo intermedio.

Sentí como se acomodaba en el asiento, un gesto ansioso en él.

- Suéltalo, Houston. No seas nena. - Sentencie intentando comprender por que estaba así.

- Creo que me gusta Mia. - Murmuro.

- ¿QUÉ?  - Grite.

La sorpresa fue tanta que el auto se salió de control por solo unos segundos. Seguí andando ignorando las maldiciones de los conductores al pasar junto a mí. Procese la situación en mi cabeza, si creo como creo que es esto tenemos un problema Houston.

The Wolves (WESTERWOOD #1)Where stories live. Discover now