Capítulo 31 (1/3)

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Descanse mi cabeza sobre la fría ventana de la limusina. Era costumbre que la familia Harris llegara con estilo a su propia fiesta navideña. Me estaba preparando mentalmente para lo que pudiera llegar a ser de mi esta noche. Sabia que apenas saliera del auto, seria un punto de atención para todo el público.

Nuestra fiesta de navidad, era conocida por mucha gente. Incluso empresarios de las grandes ciudades venían únicamente para este evento. A pesar de vivir en un pueblo pequeño, éramos una familia prestigiada. Todo gracias a los grandes negocios de mi padre los cuales heredo de mi abuelo. Lamentablemente, el murió a unos pocos meses de yo haber nacido. Dejando a mi joven y primerizo padre con una gran responsabilidad. Mi abuela había decidido quedarse en su barrio residencial de Boston. Era una de sus casas favoritas, por lo que fue con la única que se quedo. Por lo que mis padre no solo tenían una casa aquí, sino habíamos heredado otras dos mas. Aunque nunca había llegado a conocerlas, he visto fotos de las propiedades. Y debo decir que hace que caiga en cuenta de cuanto dinero tenemos realmente.

- ¿Estas bien cariño? - Mi madre toca mi brazo cariñosamente.

Se encontraba increíblemente hermosa. Era de esa clase de mujeres que destacaba aun en las cosas mas simples. Llevaba puesto un vestido de color azul oscuro, era tranquilo pero lograba llamar la atención. Remarcaba su delgada figura y hacia resaltar su clara piel. Era de mi saber que estaba hecho especialmente para ella por una diseñadora local, a la cual mi madre le encantaba. No necesitaba un vestido de un millón de dólares. Sobre su cuello, orgullosamente brillaba un collar de diamantes el cual fue regalo de mi padre en el día de hoy. Era lo único que tenía un gran valor en ella esta noche. Este quedaba a juego con unos pequeños diamantes en su peinado, el cual hacia resaltar su cabello rubio. Y pude notar como mi padre no dejaba de verla.

Hay veces en las que llegaba a pensar que él quizás si podría seguir amándola. Pero era solo en estas fechas donde esa mentira abarcaba mi mente. La trataba como una reina en las fiestas, como si fuera la única luz de sus ojos. Su esposa y madre de sus hijos. Era como si se encontrara feliz con nuestra familia. Respecto a mi, hablaba lleno de bromas y buen humor. Pasaba tiempo conmigo, e ignorando el frió mortal jugábamos béisbol en nuestro patio trasero. Siempre en mi crecía la pequeña ilusión de que fuera real y que no terminara nunca. Pero esto no era una historia con un final feliz. Al terminar las vacaciones de invierno, volvíamos a las mismas rutinas. Razón por la cual intentaba aprovechar el hecho de tener a un padre unos días.

- Ni sucede nada, ma. - Le respondí a mi madre sin apartar la vista de la calle.

Luego de irme de la casa de Phoenix, le había recordado que su familia se encontraba invitada a la fiesta. Ella solo asintió no muy convencida y se despidió.

Una parte de mi sentía temor de que no asistiera. Era parte de mi ancla esta noche. Le había prometido a mi madre conversar y bailar con alguna que otra hija de los socios de mi padre. Pero intentaría hacer todo eso rápido, así el resto de la noche podría dedicárselo totalmente a Phoe. El solo pensar en ella, hizo que sintiera el leve peso de la caja en el bolsillo de mi traje. No se trataba sobre el que era, sino sobre el valor sentimental que tenía para mi aquella cosa. Pero por ahora, no volvería a este punto hasta que se lo entregara.

- Ya llegamos. - Anunció el chofer sacándome de mis pensamientos.

Me senté recto en mi asiento. Observé hacia donde se encontraba mi padre, podía ver como el flash de las cámaras era reflejado sobre su rostro. Como si sintiera mi mirada, se giró hacia mi.

- Saldré yo primero, luego tu madre y por ultimo tu. - Explico con tono alegre. - Recuerda ser educado. Aquí hay presentes nuevos negocios. - Explicó. - Los quiero. - Sonó honesto, lo cual logro descolocarme un poco.

The Wolves (WESTERWOOD #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora