Capítulo 20

3.4K 297 4
                                    

- ¿Sabes? Amo a tu madre pero tiene peores metodos de tortura que los de la época medieval. -  Se quejó Houston.

Mi amada y queridisima madre nos ha despertado hoy a la mañana con la intención, de que por lo menos, fueramos a rendir nuestro examen de Historia. Debo decir que no estabamos de acuerdo, ya que no había podido dormir mas de dos horas seguidas y Houst tenía la resaca mas grande de su vida, pero estaba tan furiosa que no dijimos ni una palabra. Además como castigo por lo de anoche, me ha vuelto a quitar mi auto. Asi que mi amigo y yo hemos tenido que tomar el autobus.

Y como cereza al postre, mi madre había invitado nuevamente a cenar a Phoenix y su tía con la intención de agradecerle a la sobrina de la misma por ayudar al burro de su hijo. Por ende nos ha mandado que de regreso a casa, pasemos por el mercado. En plural ya que le dijo a Houston que si no queria que le diga a sus padres que se embriago un dia de semana, debía cumplir el castigo conmigo. El lado bueno de todo esto es que no sufriría solo.

Por el momento, no le había preguntado que le llevó a hacer la estupidez de noche. Houston era una persona precavida con la bebida, agregando el hecho de que tiene una gran resistencia por la misma. Su abuelo cuando vivía había sido un alcohólico violento, el cual maltrato por años a su esposa, hija y el mismisimo Houston. Él quería evitar a toda costa ese pasado, así que debió haber ocurrido algo realmente malo para que estuviera ebrio un día de semana.

- Oye, Houst... - Iba a sacar el tema a la luz pero un grito ahogado detrás nuestro nos hizo parar en seco.

Lentamente me di vuelta para encontrarme con una ansiana. La conocía, era Betty, una mujer que llego hace alrededor de dos años al pueblo y se había ganado la fama de vidente. Muchos le creían, socorrian en ella para respuestas de cosas místicas y ese tipo de cosas; otros, en los cuales me encuentro incluido, pensamos que solo es una vieja loca que se gana la vida con trucos baratos.

Nunca molestaba a nadie, es más no era del todo social. Se la pasaba encerrada en su escondido local a media cuadra de donde estabamos. Y había llegado a haber rumores sobre ella siendo bruja, ya que si te metias con ella cosas malas comenzaban a pasarte.

Yo no creía en eso, pero no porque el fuego no quema significa que debes jugar con el.

- Hola, Betty. - La salude intentando de no parecer intranquilo. - ¿Qué sucede?- Pregunté al ver como no apartaba su mirada anodadada de mi.

- ¡Oh niño! - Exclamo finalmente. - ¡Que manera tienes de brillar!

Vaya, no esperaba eso. No puedo evitar que mi confusión se hiciera notoria.

- ¡No había visto luz igual! ¿Cómo el cielo ha dejado que tal cosa se fuera de donde pertenece? - Ladeo la cabeza examinandome. - ¿Serás quién creo que eres? ¿A caso ella ya sabrá de ti?

- ¿De que hablas vieja loca? - Espetó Houston junto a mí.

Puse una mano en su pecho apartandolo, lo último que necesitaba es que alterará a la señora con fama de bruja.

Ella entorno los ojos alarmada y se dio vuelta para rápidamente seguir caminando. No sabía si fue la curiosidad o el miedo dentro de mi el cual me empujo a seguirla con Houston detras.

Era rápida, damasiado para la edad que pienso que tiene, pero se vio atrapada cuando se metió en un callejón sin salida. Maldijo en voz baja para luego observarnos.

Los ruidos de la avenida principal dle pueblo se vieron dejados atras por el suave susurro de la brisa que recorría el oscuro callejón.

- Ellos vendrán. - Declaró con voz extrangulada. - Te buscarán y te mataran como debieron haber hecho hace años. - Su mirada de fijo en mi. - ¿Tanto valía aquella muchacha para que te condenaras de tal manera?¿Habrá algún día en que su amor no atraiga una guerra? Una eterna. Entre seres que no les importamos a los humanos, solo sus objetivos son la razón de su vivir.

<< Ella no dejará que te alejen de su lado nuevamente. - Comenzó a negar con la cabeza. - No, no, no. Luchará por ti como tú hiciste por ella. Y si tiene que dejar su inmortalidad como tu lo hiciste también ella lo hará.

Su respiración se hizo pesada para luego acercarse a mi y tomarme, con una fuerza inimaginable, de la remera.

- ¿Cuándo su amor dejara de importarles tanto sobre sus propias vidas?

Y dicho eso se largo, esquivandonos a mi y a un confuso Houston. Me encontraba paralizado, no comprendia y me costaba intentarlo siquiera. ¿Qué había sido todo eso? ¿Por qué no me sonaba como algo tan... imposible?

- Vaya. - Silbó Houston logrando captar mi atención. - Eso no es algo que se vea todos los dias.

The Wolves (WESTERWOOD #1)Where stories live. Discover now