Capítulo 10

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P.O.V Dylan

¿Alguna vez has tenido el sentimiento de que hay parte de algo que no recuerdas? Digo, cuando sientes que hay algo muy en el fondo de tu cabeza y que no puedes traerlo a la luz, como si eso estuviera a gusto en la remota oscuridad de tu mente. Pues yo me he sentido así durante las dos ultimas semanas, para ser exactos. Desde que me largue de la casa de Phoenix, específicamente. Claramente he intentado acercarme a ella para preguntarle que sucedió aquel día, pero pareciera que ella estuviera evitándome. Se que suena raro, pero lo ha estado haciendo y muy bien debo agregar. Le he preguntado a Mia sobre eso, pero la única respuesta que conseguí de su parte fue que Phoenix se encontraba centrada en adaptarse a la nueva escuela y al ponerse al día con la misma, ya que llego a mitad del año escolar. Intente creer, pero había cierta inquietud en mi y sentía que la única que tenia respuestas era aquella chica de cabello castaño. Desde hace días estuve repasando ese día en mi cabeza, y nada parecía fuera de lo normal. Mia me llevo hacia allí, espere junto a la abuela y tía de Phoenix a que ella llegara, y cuando lo hizo solo nos quedamos tomando chocolate caliente con su pequeña familia. Pero algo en mi se sentía inseguro respecto a esos recuerdos. Suena loco, lo se.

- ¡No puedo creer que falte una semana para las vacaciones de Navidad! - Chillo emocionada Mia junto a mi.

Nos encontrábamos sentados en las gradas de la cancha de lacrosse. Debo de admitir que estábamos completamente chiflados al estar en un lugar sin techar y sin calefacción con el frió infernal que había, pero sinceramente este lugar era mas agradable que dentro de la cafetería.

- Las malditas pruebas me mataran antes de que lleguen. Si es que la hipotermia no le gana. - Bromeo Houston frotando sus manos aguantadas tratando de darles calor. - ¿Que demonios le pinto a Floe, Dyl? La muy loca casi hunde sus tocones en el suelo de tan fuerte que caminaba por el enojo. Precia poseída ¡Dios nos salve!

Mia rió entre dientes.

- Ni yo lo se. - Me quite mi gorro para sacudir mi cabello nerviosamente y volver a colocármelo. - Se me ha insinuado en Química ¿Sabes? Hasta e ha tocado...

- ¿Donde te ha tocado, precisamente? - Mia me miro elevando una ceja.

- ¿Tu donde crees, MiauMiau? - La mire con obiedad

Instantáneamente Houst y Mia comenzaron a reí provocando que me uniera a ellos.

- ¿Y que le has dicho para que se enojara tanto? - Pregunto Houst quitando las lagrimas que se le habían caído a causa de la risa.

- Primero, casi me hace tirar un liquido que no tenia pinta de nada bueno. - Sonreí. - Y le dije que no me encontraba interesado en cosas tan fáciles. Les quita su encanto.

- ¡Oh Jesucrito! Dylan el "follador supremo" ha rechazado a una chica. - Mia me miro incrédula. - ¿Que te ha sucedido?

- ¿Ha caso has quedado pillado por una chica? - Mi mejor amigo abrí sus ojos como platos.

- Houston, tenemos un problema. -  Mia golpeo levemente a Houst.

- Dejen de hablas idioteces. - Bufe. - No me enamore, manga de retardados. Y no lo haré.

- ¿Que tiene de malo eso? - La pelirroja junto a mi me pregunto.

- Pues Mia, aunque esto te suene ofensivo y lo siento, las mujeres buscan lo mismo que buscamos los hombres. Diversión y sexo. Somos jóvenes, no hay necesidad de enamorarnos y atarnos a una persona. Es idiota hacerlo. Ademas, la mayoría de las chicas son iguales y buscan lo mismo. Promesas cursis de amor eterno, que las lleves a citas todas las semanas, ser tratadas como princesas, y que no le des el ojo a otra. Y lo siento querida amiga, pero no voy a desperdiciar mi juventud y mi amor en chicas tan... normalmente mundanas.

- ¿Normal?¿Mundano? ¿Dices que no te enamoraras hasta que veas una jodida chica vampiro? - Mia me observo incrédula.

- Quizás... - Bromee. - Pero no voy a pensar en ello ahora.

- Tal como haces con el sexo en estos momentos ¿no? - Comento Houst.

Negué con la cabeza sonriendo.

- Amigo, tengo cosas en la cabeza que nublan mis deseos sexuales, que decirte.  - Bromee.

- Bueno pues abra algo que los avivara. - Houston se levanto para ponerse frente a nosotros. - Viernes a la noche. Fiesta en la casa de George luego del juego. No pueden decir que no, en especial tu. - Me señalo.

- Oye, no me siento con ánimos de fiesta. -Rasque mi nuca.

- Alguien aquí se esta volviendo como su padre... - Carraspeo Houston apartando la mirada hacia otro lado. 

- ¿Disculpa?

- Creo que sera divertido, Dylan. - Mia colgó su brazo en el hombro de Houston parándose junto a el. - Estas ultimas dos semanas te has encontrado raro. Siéndote sincera, desde que ha llegado Phoenix te has puesto todo raro. - Llevó su mirada a sus viejas converse.

- ¿A que te refieres exactamente? - Sinceramente, me sentía perdido.

- Pues... Pareciera que la persiguieras o la buscases todo el tiempo. Va a cenar a tu casa, salieron juntos luego de eso y luego me pides que te lleve a su casa. No se que se traen ustedes, pero presiento que ustedes se conocen hace realmente un largo tiempo. Y lamento decirte esto, Dyl, pero eres mi mejor amigo y no quiero que salgas lastimado. Mejor olvídate de Phoenix, la verdad es que te encuentras muy fuera de su liga. A ella no le atraen los chicos como tu. Ademas esta aquí para comenzar de nuevo, ha tenido grandes problemas en su antiguo pueblo. No dejare que tú, idiota calenton, hagas que se vaya lejos de aquí. - Tomo aire para observarme a los ojos. - Ella es mi amiga, la única amiga mujer que he tenido en mucho tiempo y no quiero que lo arruines. Es la una chica que no se ha interesado en juntarse conmigo por ti... o por Houst. - Le desordeno el pelo juguetonamente. - Tienes tus encantos, guapeton. - Le dijo. - Pero realmente, no quiero que me arruines esto Dylan. Déjala tranquila, por favor. - Su voz suplicante logro que se me hiciera un nudo en la garganta.

Tenia muchas preguntas dentro de mi, y tenia una gran necesidad de conseguir las respuestas. Pero no podía arruinar la única amistad femenina que tenia Mia. La realidad es que  no sentía atracción sentimental hacia Phoenix, pero cada vez que me encontraba con ella sentía como un sentimiento de paz se instalaba en mi pecho. Era como si el lugar donde debía estar era allí, donde ella se encontrara. Y eso me estaba volviendo jodidamente loco. Porque ni yo tenia una explicación razonable para aquello y necesito saber si ella se sentía de la misma manera. Tenia una gran necesidad de obtener todas las respuestas que me pudiera dar, porque se que ella sabe mas de lo que aparenta. Pero por amor y respeto a Mia, dejare de lado mi confusa necesidad y me apartare del camino de la chica de piernas largas y morenas.

- Dylan. - Mia esperaba una respuesta con palabras de mi parte.

- Esta bien. - Suspire mirando sobre su hombro. - Me alejare de ella.

Fruncí el ceño al momento que me di cuenta que a lo lejos, había una figura de un hombre apoyado sobre uno de los arboles que se encontraban al otro lado de la cancha de lacrosse.

¿Por que la presencia de aquel hombre me daba la impresión de que me encontraba metido en problemas?

The Wolves (WESTERWOOD #1)Where stories live. Discover now