Capítulo 37

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Geo llegó interrumpiendo el tenso silencio que había de la habitación. Al parecer, comprendió que estaba interrumpiendo algo importante, ya que solo se dedico a poner las tazas calientes en la mesa mas cercana para luego marcharse.

Me sentía incapaz de acercarme y tomar un sorbo de aquella bebida caliente. Sin necesidad de ella mi cuerpo se encontraba en un estado furioso, pero al mismo tiempo helado.

Comprendí que una parte de mi, esperaba que la respuesta de Phoenix hubiera sido diferente a la que era obvia. Tenía esperanza, porque quizás esos últimos siete años de mi vida sólo habían sido un mal sueño. En cualquier momento podría despertar. Emily estaría empujándome hacia el patio para una guerra de nieve, mis padres no tardarían en unirse a nosotros y luego de una larga mañana de juegos, nos sentaríamos todos cerca del fuego a desayunar. Como una familia.

Pero aquel intenso deseo se desvaneció mas rápido que lo que prevaleció. Mi hermana había muerto, y de una manera horrible. No podía evitar imaginarme sus gritos pidiendo ayuda, mientras aquellos asquerosos animales la torturaban. Haciendo de sus últimos minutos los peores de su vida.

Y frente a mi, tenía a la chica que intentó salvarla. Por mas que los de su especie habían cometido tal catástrofe, no podía dirigir mi furia hacia ella. Porque lo único de lo que es responsable, fue de querer salvar una vida inocente. Sabía que ella sentía un gran peso por todo lo que estaba sucediendo, y no solo respecto al ahora, sino en este último siglo. Siguió su corazón y lo que consiguió fue una eterna agonía. Pero esto no era solo su responsabilidad, también era mía. Bueno, más bien de William. Me acostumbré a la idea de que su alma habitara en mí, y por mas que su vida no me perteneciera ya que solamente era suya, acepté desde un primer momento a actuar sobre todo. Me haría cargo de los resultados de sus elecciones.

Porque para mí, Dylan Harris. No eran errores que debían arreglarse, en todo caso eran decisiones que debían sobrellevarse. Willam y Phoenix no eligieron enamorarse uno del otro. Ya que no podemos seleccionar a quien amar. Pero si quisieron seguir sus caminos, el cual se había convertido en uno de la propiedad de ambos por igual. Y aquello trajo consecuencias.

Yo, no me había propuesto enamorarme de Phoenix. Tampoco toleraba la palabra "amor". Pero desde el primer momento que la vi sentí una completa atracción. No hablo del día en que apareció en la escuela la primera vez, me refiero al día en que en el bosque la conocí como realmente es, una licantropa. Sus ojos me persiguieron en cada sueño por los siguientes siete años. Y cuando me encontré con aquella chica de pelo castaño la atracción se intensificó. Sin darme cuenta, me había enamorado de ella al igual que Will. Por lo que desde ahora, me juro internamente, que nunca dejaré de estar a su lado. Siendo William y Dylan, la acompañaré a través de este gran tornado.

- No te vayas. - Ordené decidido.

Phoenix en algun momento se había dirigido hacía las tazas de la mesa. Mis palabras la tomaron tan desprevenida que la caliente bebida que llevaba entre sus manos, se hizo añicos en el suelo.

- ¿Qu-é has di-dicho? - Tartamudeo sin comprender.

- Que no quiero que te vayas. - Sonreí risueño. Esperaba que aquello la convenciera, y si no lo lograba, no la dejaría marcharse tan fácilmente.

Su mirada desconcertada me provocó un poco de diversión.

- ¿Qué demonios te sucede? - Estalló con sus mejillas rojas por el enojo. - ¡Vienes y me dices cosas de la manera mas hiriente posible!¡Sé que lo merezco porque no te he dicho antes lo de Emily pero realmente tu cambió de ánimo me confunde!- Caminó de un lado a otro de la habitación. - ¡Y estoy poniendo en duda si eres idiota o algo parecido para no seguir enfurecido conmigo!¡Fue mi manada la que asesinó a Emily y yo como su Alpha no pude detenerlos!

The Wolves (WESTERWOOD #1)Where stories live. Discover now