The Wolves (WESTERWOOD #1)

Capítulo 25

- Déjame contarte una historia muy graciosa. - Comencé a hablar.

Hoy había tenido dos finales antes de las vacaciones de invierno. Historia y matemáticas, dos materias en las cuales en toda mi vida escolar nunca logre ser bueno, por mas atención que pusiera. Hay que agregar el hecho, que el día de ayer mi encuentro con Phoenix había tomado toda mi atención y no logre estudiar al cien por cien. Pero paso algo sorprendente las pasadas horas.

Phoenix junto a mi me observó de reojo sin dejar de caminar, era la hora del almuerzo y me encontraba realmente hambriento.

- Soy toda oídos. - Dijo ella asintiendo.

Nos encontrábamos en los pasillos atestados de estudiantes, los cuales iban en dirección contraria a la nuestra por lo que deduje que nos dirigíamos a su casillero.

- Pues para que sepas, hoy he tenido dos exámenes. - Explique. - Y han sido de dos de las cuales nunca he aprobado de una. Lo curioso, es que al poner la hoja frente a mi, las respuestas vinieron a mi cabeza rápidamente. - Era difícil disimular mi asombro. - Puedo asegurarte que un noventa por ciento de las respuestas eran correctas. - Y ahora venia mi duda. - El tema es que no he estudiado para ninguna, y digamos que no soy un alumno atento. Así que dime ¿como es posible que todo aquello que escribí estuviera en mi inepta cabeza?

Ella se paro frente a una taquilla, puso el código y lo abrió. Pero en vez de guardar sus cosas me miro con suma atención.

- ¿Qué materias han sido?

Me deje apoyar sobre uno de los lockers continuos al suyo.

- Historia y matemática. - Le respondí.

Una gran sonrisa apareció en sus labios como la noche anterior y debo admitir, me dejo totalmente embobado.

- Dylan. - Miro alrededor nuestro para darse cuenta que nos encontrábamos totalmente solos. Todos debían estar en el comedor seguro. - Eres un ángel. - Declaró con obviedad. - No hay nada que no sepas.

Repose mi cabeza sobre el frío metal.

- ¿Podrías decirme donde estuvo toda esta cosa del ángel cuándo casi repito segundo año? - Bromee.

Ella río para luego negar con la cabeza mientras guardaba sus libros.

- Supongo que es porque ahora sabes lo que eres. - Se encogió de hombros.

- Pero no se quien fui - Baje la mirada a mis zapatillas. -, tampoco lo que signifique para ti.

Escuché un suspiro de sus labios.

- Prometo que te contaré todo. - Hablo con sinceridad poniendo una de sus manos sobre mi brazo haciendo que la mirara. - Solo que quiero tener cuidado, no se que sucederá si te digo todo directo. - Ladeo la cabeza a un lado. - Ven a mi casa luego de la escuela. Mañana ya no habrá mas exámenes, así que podremos hablar tranquilos.

- ¿En serio lo dices? - Dije repentinamente emocionado, ella asintió con la cabeza. - He venido en mi auto, si quieres podemos ir directo de aquí.

- Suena bien. - Alejó su mano de mi. A lo lejos escuche como unos pasos se acercaban hacia donde nos encontrábamos. - ¿Quieres que guarde tus libros? - Apunto a ellos, los cuales los tenía en uno de mis manos. - Te los daré a la salida.

- Claro. - La sorpresa vino a mi mientras se los tendía.

Vi como un grupo de chicas doblaba en la esquina.  Las conocía, eran Sidney y su séquito. Dana, Sarah y Rose, todas ellas habían intentado llamar mi atención, y el hecho de que su amiga haya sido mi diversión de la semana no había impedido que siguieran intentándolo.