Quería cambiar mi vida y la mejor manera de hacerlo es cambiar de ciudad. Metropolis parecía un buen lugar para vivir. Daily Planet parecía ser el lugar perfecto para trabajar.
Pero el Hombre de Acero parecia aun mas interesante.
Y por supuesto tamb...
Estaba muy triste como para salir pero debía hacerlo, tenía que ir con Diana.
Me mando la dirección de un lugar para mí, desconocido. Pero, dijo que le encararía asistir y que más si yo estoy ahí. Así que con cero emociones de seguir con mi vida, llegue a ese prestigiado museo.
Al principio no la encontraba pero era fácil pues siempre fue muy fan de las espadas. Al menos es lo último que recuerdo de ella. Y si ahí estaba parada justo en frente de una.
No iba a pensar en el, no podía seguir así. Me limpie los ojos pues estaban más que rojos de tanto llorar. Wendy sonríe, tienes que seguir adelante.
Toque su hombro y ella voltea. Dios, sí que se vestía bien. Llevaba un vestido color oro demasiado elegante. Con el cabello recogido y dejando mostrar su espalda, cautivaría a más de diez hombre hoy. Esta sonríe al verme
- así que, viniste— dijo abrazandome como si no nos hubiéramos visto en años, y era cierto.
- hola— no estaba en mis mejores días así que mi saludo no fue el más grato— me alegro de verte.
- no parece— preocupada me toma de el rostro y nota que llore.— ¿qué pasó?
- nada, estoy bien te lo juro— trate de mostrarme normal pero no era algo muy fácil.
- estás muy mal— cómo podría saberlo? Éramos infantes la última vez que hablamos bien— podrás preguntarte cómo es que supe. Pues te conozco bien.
- pase por una ruptura en la mañana— sonríe tratando de dejar de pensar en eso— pero tranquila no es tan grave.
- lo lamento.
- no, está bien— ella se quedó viendo a mi collar, era uno que Clark me había dado hace tiempo con la inicial 'S' de Superman.
- lindo collar, supongo que su letra empezaba con la 'S'
- algo así— me agarre la cara y me acomode el cabello— no quiero hablar de eso, estemos felices y disfrutemos de este día.
- bien, entonces...— me abraza— de nuevo, me agrado que nos viéramos.
- tengo muchas dudas Diana
- ¿de qué?— hizo como que no sabía a qué me refería y se volteó a ver la espada.
- porque te fuiste así de repente. Ni siquiera sé que hiciste todos estos años.
- son muchas preguntas.
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