Capítulo 12

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Capítulo 12

Kayla se esperaba una casa abarrotada de adolescentes, todos borrachos como cubas y dándose el lote los unos con los otros.

Aquella fiesta era mucho peor.

Se dejó arrastrar por Elisa, la cual tenía un asombroso poder para abrirse paso entre tanta gente, y se dedicó a observar, entre hipnotizada y algo asqueada, como casi todo el mundo estaba metiéndole mano a alguien.

Dios, ¿cómo es que Elisa pensaba que esto era una buena idea? Kayla no estaba preparada para ese tipo de fiestas en las que todos acaban montando una orgía. Es cierto que ya había hecho ciertas cosas con Jason,ella no era una santa y él aunque lo parezca tampoco, pero una cosa era hacer esas cosas con Jason y otra hacer una orgía.

-¿Por qué estás tan roja? -le preguntó Elisa mirándola de reojo y con el ceño fruncido.

-Hace calor y hay mucha gente. -contestó Kayla atropelladamente mientras dejaba de pensar en las cosas que había hecho con Jason.

Y hablando del rey de Roma...

-¡Ey, chicas!¿Qué tal? -las saludó Jason acercándose a ellas, con una gran sonrisa y un vaso rojo de plástico en la mano.

-Por favor, dime que no estás bebiendo alcohol. -suplicó Kayla mientras hacía que Elisa se parase para poder hablar con Jason.

Jason se rio suavemente.

-Es agua, ¿ves?-le contestó enseñándole el contenido del vaso. -Si bebiese alcohol cuando estamos en temporada de partidos el entrenador me mataría y luego me resucitaría para volver a matarme. Ese hombre está obsesionado conmigo y creo que ha hecho que un par de novatos me espíen para asegurarse que no bebo y que no me drogo, o hago cualquier cosa peligrosa que pueda impedirme jugar.

-¿En serio?-preguntó Elisa alzando una ceja incrédula.

-Mira a tu derecha, ¿ves al chico bajito y escuálido que está haciendo como si su móvil fuera súper interesante? -dijo Jason con tranquilidad.

-Sí. -respondió Elisa viendo al chico.

-Lleva siguiéndome toda la semana, ni si quiera sé como ha conseguido colarse en esta fiesta, pero sé que lo ha hecho para espiarme.

-¿Y cómo sabes que lo manda el entrenador a espiarte? -preguntó Kayla.

-Porque los vi hablando el otro día y me lanzaban miradas para nada disimuladas. Enserio, como el entrenador y el chaval ese decidan hacerse espías les va a ir como el culo. -Jason se llevó su vaso a la boca y dio un trago, parecía apunto de decir algo más pero una chica pelirroja llegó y se enganchó de su brazo, mientras se reía escandalosamente.

-¡Jason!-exclamó la chica con alegría mientras se apretujaba más contra él, ante las miradas estupefactas de Elisa y Kayla.

-Miranda,¿puedes respetar mi espacio personal, por favor? -preguntó el chico con cansancio, parecía que no era la primera vez que la chica se restregaba contra él como un gato y a él no parecía gustarle.

La chica hizo un puchero y lo miró con ojos de cachorrito.

-Baila conmigo,porfi. -suplicó con su mejor intento de ser adorable.

Kyala tenía que reconocer que era muy guapa y que con esa carita que ponía hasta ella tenía ganas de abrazarla y darle amor, pero Jason no parecía afectado en lo absoluto por sus encantos y la miró casi con pena,como si no pudiese creerse que una chica tan guapa pudiera estar suplicándole a un chico que claramente no estaba interesado.

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