Capítulo 19

48 8 1
                                    


Capítulo 19

Kayla tomó una profunda respiración y se armó de coraje. Las palabras de Jason le habían abierto los ojos y le habían dado las fuerzas para hacer lo que debía.

Se había pasado la noche pensando en Jordan y en Brendon, finalmente se había dado cuenta de que Jason tenía razón, no podía seguir engañándose a sí misma, quería al idiota de Edwards. Y por mucho que pudiera dolerle a Jordan, tenía que ser sincera con él y acabar con lo que habían empezado. Cuanto más tardara más difícil sería.

- ¡Jordan! – lo llamó la chica al verlo en el aparcamiento del instituto. El chico se giró hacia ella y esperó pacientemente hasta que llegó a su lado. -Tengo algo que decirte.

-Yo también. -contestó él pasándose una mano por los ojos, Kayla lo miró confundida y preocupada al ver que estaban rojos, como si hubiese estado llorando. -Tenemos que dejarlo. -sentenció sin mirarla, como si le costara horrores decirlo.

- ¿Qué? -preguntó Kayla sin poder creérselo. - ¿Por qué?

-Mi padre me ha metido en un internado militar. -escupió con asco y furia.

- ¿Un internado? -Kayla no podía pensar con claridad, ¿Jordan se iba a ir?

-En California. -Kayla retrocedió un paso al escucharlo, se había acostumbrado a tener a Jordan en su vida, ¿qué iba a hacer sin él? Había pensado que después de dejarlo podían seguir siendo amigos como si nada, pero si se iba... Si se iba sería como perder algo de sí misma, sería como perder a Elisa. -Me voy mañana. -anunció Jordan.

- ¿Qué? -preguntó Kayla sintiendo las lágrimas cayendo.

-shh, no llores. -suplicó Jordan acercándose y limpiándole las lágrimas. -Porque si lloras tú, lloraré yo. -Jordan juntó sus frentes. -Sabía que lo nuestro se acabaría en algún momento, pero pensé que tendríamos un poco más de tiempo. Al menos hasta que decidieras aceptar tus sentimientos por Brendon Edwards.

- ¿Qué? – preguntó ella confundida y dejando de llorar.

-He visto la forma en que lo miras. -Jordan sonrió con tristeza. -Nunca me has mirado así.

-Pero... ¿entonces por qué.... -Jordan la interrumpió.

-Porque soy un egoísta y eres una de las pocas buenas cosas que me han pasado en la vida. Quería ser feliz, Kayla Hunted. Aunque no fuera eternamente y tú lo conseguiste. -le sonrió con sinceridad antes de darle un casto beso. -Y por eso te estoy agradecido. -se separó de ella despacio.

-Sé que serás feliz. -dijo Kayla con seguridad. -Te mereces ser feliz, Jordan Michelson. -sentenció ella, haciéndolo sonreír.

-Tú también, así que no tardes en ir a por Brendon. -le aconsejó Jordan -Lo conozco, seguramente estará dolido y al principio te lo pondrá difícil. Pero no te rindas, al igual que él no lo hizo.

-No lo haré. -prometió ella.

-.-.-.-.-.-.-.-.-

- Hola, Edwards. -saludó Kayla nerviosa acercándose a donde se sentaba Brendon en la clase de sociales.

-Vaya, la princesita se ha dignado a hablarme. -Brendon se cruzó de brazos y la miró alzando una ceja.

-Yo...-cogió aire con fuerza. -Lo siento. -dijo mirándolo a los ojos, no encontró nada en ellos, excepto total indiferencia.

- ¿Qué sientes exactamente? -preguntó apoyando sus brazos sobre la mesa para acercarse a ella. - ¿Haber utilizado a Jordan? ¿Haberme roto el corazón?

- ¿Te rompí el corazón? -preguntó Kayla sintiendo como le faltaba el aire.

-Oh, no, déjame adivinar. -siguió diciendo Brendon, ignorando su pregunta. -Sientes que Jordan se vaya, claro, ahora que tu noviecito se va, te quedarás sola. Y como no, te has acordado de que existo, ¿no? ¿Pretendes que esté dispuesto a caer a tus pies como si nada? Estuve detrás de ti por mucho tiempo, Kay-Kay. Sabía que preferías a otro y aún así lo intenté, porque pensé que merecía la pena. Pero me has demostrado que no es así. No soy el segundo plato de nadie. -dijo Brendon con furia.

-No eres mi segundo plato. -aseguró Kayla ante la escéptica mirada de Brendon. -Y tienes razón, hasta ahora no te he demostrado que merezca la pena. Pero lo haré.

- ¿A qué te refieres? -preguntó Brendon confuso.

-Querido bad boy -dijo ella acercándose más él, hasta quedar separados por unos escasos centímetros y mirándolo a los ojos. -Se acabaron los jueguecitos, tu vecina preferida va a demostrarte que merece la pena.

-Estoy deseando verlo. -afirmó Brendon con una ceja alzada.

Beso de medianocheOnde histórias criam vida. Descubra agora