Beso de medianoche

Capítulo 22

Capítulo 22

Brendon estaba cabreado, Kayla no necesitaba mirarlo más de dos veces para darse cuenta. Su cuerpo estaba totalmente tenso y tenía los dientes tan apretados que parecía que se le iban a romper. Kayla al principio no entendía porque parecía enfadado, estaba en mitad del pasillo, la gente caminaba con normalidad, no parecía que nada raro hubiese pasado.

Pero entonces lo escuchó:

<Bastardo> la palabra apenas había sido dicha en un susurro, pero con toda la intención de ser escuchada. Brendon se tensó aún más de ser posible y parecía que en cualquier momento iba a pegar a alguien.

Kayla buscó al instante con su mirada a quien había dicho la palabra, sabiendo que quien lo había dicho era un auténtico capullo.

Kayla conocía la historia de Brendon, había oído las habladurías de la gente durante años, siempre había habido rumores sobre el padre de Brendon, un hombre desconocido, nadie sabía quién era excepto Brendon y la madre de Brendon. Se decía que el padre era un hombre rico, con una familia perfecta, Brendon no encajaba en esa familia, simplemente era un error, el producto de una aventura que no tenía la más mínima importancia para un hombre rico como él.

Kayla no tardó en encontrar a quien había dicho la palabra a mala fe. Era un chico que le sonaba vagamente de su clase de informática. Le dio igual no saber ni su nombre, de repente se sentía furiosa. Ni si quiera lo pensó, no quería ni necesitaba pensarlo, avanzó con rapidez y antes de que el chico pudiese verla, Kayla ya le había propinado una fuerte patada en la entrepierna y lo había empujado, haciendo que se cayese al suelo.

Kayla sabía que estaba montando una escena, era consciente de que todos se habían parado y se había girado para observar lo que pasaba. No podía haberle importado menos.

-Eres basura. -escupió Kayla con asco mirando con desprecio al chico que se retorcía de dolor en el suelo.

Dicho eso, Kayla dejó de mirarlo y pasó su mirada a Brendon, el cual la miraba sorprendido, sin poder creerse lo que acababa de pasar.

Kayla se acercó hacia él con pasó decidido y cuando estaba a un par de pasos de Brendon, dijo sin dudar:

-Se lo merecía.

Y Brendon tuvo, nuevamente, la sensación de que esa situación ya había pasado pero con los papeles invertidos.

-.-.-.-.-.-

-Me defendiste. -fijo Brendon mientras se apoyaba a su lado en el muro, se encontraban en el aparcamiento del instituto, el cual estaba prácticamente vacío porque el timbre que finalizaba las clases ya había sonado hacía un rato.

-Ese chico es un idiota. -dijo Kayla con sinceridad mientras movía su cabeza para poder mirar a Brendon. -Además, no tenía ningún derecho a decirte eso.

- ¿Por qué no? -preguntó Brendon con un tono de amargura que sorprendió a Kayla. -Soy un bastardo, esa es la verdad.

-Me da igual. -sentenció Kayla sin durarlo un segundo. -Por mí como si eres un puto alien. -Kayla se detuvo a sí misma antes de soltar un precipitado <te quiero igualmente>.

Brendon suspiró y la miró fugazmente antes de mirar al frente.

- ¿Alguna vez Jordan te contó de qué nos conocíamos? -preguntó Brendon confundiendo a Kayla.

-No... Asumí que del colegio. -admitió Kayla con normalidad.

-Su padre es mi padre. -confesó Brendon haciendo que Kayla abriera desmesuradamente los ojos.

- ¿Cómo? -preguntó Kayla sin dar crédito ante lo que oía, Brendon suspiró otra vez y entonces la miró. Brendon parecía increíblemente vulnerable en ese momento.

-Mi madre era la amante de Marcus, el padre de Jordan. Hasta que se quedó embarazada de mí. Todos los meses le da dinero a mi madre para mí, aunque sospecho que ese dinero es más bien para que no diga nada. -confesó Brendon y Kayla estaba bastante segura de que era la primera vez que él decía todo eso en voz alta.

-Ese hombre es un capullo. -masculló Kayla frunciendo el ceño.

-Lo sé. También sé las putadas que le tiene hecho a Jordan. -dijo sorprendiendo aún más a Kayla. -Jordan se enteró de casualidad de que yo era su medio hermano cuando escuchó una conversación que tenía Marcus con su esposa, la madre de Jordan. Y entonces un día en primaria se me acercó y me dijo que tenía suerte de no tener padre. Me lancé sobre él y lo molí a golpes, estaba furioso, ¿cómo se atrevía a decirme eso? -soltó una amarga risa que demostraba que no le hacía nada de gracia en realidad. -Era un iluso. Luego Jordan me contó cómo era Marcus y lo compadecí. Él tenía razón, tengo suerte de no tener padre. Jordan y yo empezamos a llevarnos, aparte de la sangre, nos unía el odio hacia Marcus y acabamos haciéndonos amigos. No hermanos, eso es algo para lo que ninguno de los dos está realmente preparado, pero nos ayudábamos mutuamente. Muchas veces cuando éramos pequeños lo ayudé a curarse las heridas que le hacía Marcus. Pasábamos muchas tardes en mi casa. Hasta que Marcus se enteró. -la voz de Brendon se volvió sombría. – Le dio tal paliza a Jordan, que no fue a clase durante una semana. Inventaron que estaba enfermo, pero yo sabía la verdad. Y Jordan me lo confirmó, cuando al volver me dijo que su padre no le dejaba volver a verme. Con solo ver como temblaba mientras lo decía...supe que nuestra amistad tenía que acabar.

-Dios, eso es horrible. -murmuró Kayla conmocionada.

-Sé que sabías lo de Jordan. -Brendon la miró a los ojos. -También sé que estabas con él y no conmigo por eso, porque sentías que te necesitaba a su lado. Y lo comprendo. Hubo un tiempo en el que habría dado lo que fuera por Jordan. -Brendon alzó una mano y le acarició suavemente una mejilla, su mirada se desvió brevemente a sus labios y después volvió a mirarla a los ojos.

- ¿Entonces? -preguntó Kayla en apenas un susurro mientras sentía su corazón yendo a mil.

-Entonces tú ganas, Hunted. -murmuró él acercándose. -He intentado resistirme, pero a la mierda. Soy todo tuyo.

-Mío. -murmuró Kayla antes de atraer a Brendon hacia sí para besarlo con intensidad. Llevaba demasiado tiempo esperando eso.

Brenodn no tardó en reaccionar, en seguida tomó el control de beso y Kayla se dejó hacer, sintiendo una sensación de vértigo en el estómago mientras Brendon le acariciaba la espalda con las manos y ella colocaba sus manos en la nuca de él, atrayéndolo aún más hacia sí.