Capítulo 16

61 9 0
                                    

Capítulo 16

Kayla no tardó en ir hacia Jason para abrazarlo, el chico tuvo que hacer un esfuerzo para no perder el equilibrio con las muletas.

Al principio se quedó inmóvil pero finalmente la rodeó con un brazo con delicadeza mientras que con el otro sujetaba las muletas.

-Te odio por no avisarme de que venías. -murmuró Kayla contra su pecho.

-Ya somos dos. -dijo la voz de Mark detrás de ella.

Al separarse de Jason, Kayla le dedicó una rápida mirada a Mark, que se había acercado y miraba con una sonrisa a Jason.

Jason se encogió de hombros y colocó bien las muletas, su cara estaba totalmente libre de alguna expresión o emoción. No hizo contacto visual con ninguno de los dos.

-Solo he venido a hablar con el entrenador. -dijo con la voz ronca, como si no la hubiese usado en mucho tiempo. -Miranda y mi madre me esperan en el coche para irnos.

-¿Y cuándo vas a volver? -se apresuró a preguntar Mark -No tengo a quien contarle mis aventuras con las chicas si no estás. -bromeó en un inútil intento de hacerlo reír.

Jason volvió a encogerse de hombros mirando hacia otro lado y sin cambiar su cara.

-No lo sé. -murmuró escuetamente. -Tengo que irme. - dijo con rapidez al ver como el resto del equipo se acercaba.

Se estaba dando la vuelta cuando notó una mano agarrando su brazo.

-¿Estás bien? -susurró Kayla mirándolo con preocupación, Jason la miró un momento y frunció la boca con desagrado.

-Estoy harto de esa pregunta. -dijo a modo de respuesta antes de darle la espalda a Kayla y a Mark.

-----------

-No parece el mismo. -suspiró Kayla mirando al cielo, estaba tumbada sobre una toalla en la arena.

-Es muy posible que no vuelva a ser el Jason que conoces. -dijo Jordan tumbándose a su lado mientras se pasaba una mano por su pelo mojado. -Muchos deportistas cambian radicalmente cuando se lesionan.

Kayla se puso de lado para poder verlo, estaba mirando hacia el cielo como segundos antes hacía ella. Su semblante era tranquilo y sereno, como siempre que iban a su playa. Pero esta vez parecía pensativo.

-¿En qué piensas? -preguntó Kayla curiosa sin dejar de mirarlo.

-Tengo una tía en Arizona. -dijo él intrigando aún más a Kayla. -Por parte de madre.

-¿Y? -volvió a preguntar intuyendo que había algo más.

-Últimamente he estado pensando en contactar con ella y... -se calló y cogió aire con fuerza. -Mi padre se ha vuelto impredecible, antes sabía que hacer para no provocarlo. Pero ahora...

Kayla se estremeció al imaginarlo y con cuidado tocó uno de los moratones que Jordan tenía en un costado. Era de un horrible color negro que contrastaba con la piel morena de Jordan.

Él tembló ante su suave toque aunque Kayla no podría a ver asegurado si era por el moratón en sí o si era porque ella lo estaba tocando.

Vio como el chico cerraba unos momentos los ojos y se relajaba mientras ella seguía tocando su piel. Contuvo el aliento al darse cuenta de lo que provocaba en él con tan poco.

Jordan volvió a abrir sus ojos y la miró, Kayla pensó que nunca había visto unos ojos tan brillantes y bonitos.

-Desde que dejé el equipo de natación, no se molesta en si deja marca o no. -le contó como si no hubiese pasado nada.

-¿Piensas en contarle a tu tía lo que pasa? -cuestionó Kayla acercándose a él para apoyar su cabeza en su hombro.

-No lo sé. -respondió él volviendo a mirar al cielo y acariciándole el pelo. -No la conozco, no sé nada de ella.

-No sabes si puedes fiarte de ella. -resumió Kayla.

-Ayer casi pega a Meredith. -dijo Jordan tensándose. -Siempre se ha conformado conmigo, pero tengo miedo de que empiece a descargar su ira en ella.

-Tienes que contárselo a alguien.

-Ya te lo cuento a ti.

-Jordan, me refiero a la policía o a alguien así. -aclaró Kayla.

-¿Realmente crees que me creerían o que harían algo? La economía de este pueblo se basa en mi padre. Nadie, ni si quiera la policía, va a querer ir en su contra. -repuso él con cansancio.

-Pero... -intentó rebatirlo ella pero se vio callada por los labios de Jordan que se posaron sobre los suyos con calma.

-Pero nada, Kayla Hunted. -murmuró con voz grave antes de volver a besarla.

----------

-Y aquí está mi vecina favorita. -Edwards se acercó con una sonrisa de lado a ella.

-Hola, Edwards. -lo saludó ella viendo como él se sentaba a su lado en el banco.

-Debo admitir que me sorprendió tu llamada. -comentó pasando un brazo por detrás de ella y haciendo que sus piernas se tocasen. Provocando que Kayla se pusiera nerviosa al instante. -Por otra parte, lo entiendo, ¿quién no quiere una cita conmigo? Tienes suerte de que solo tenga ojos para ti, preciosa. -le guiñó un ojo sin dejar de sonreír pícaramente.

-Si te llamé es para decirte que esto se tiene que acabar. -las palabras de Kayla consiguieron sorprenderlo.

-¿A qué te refieres? -preguntó Edwards abandonado su postura despreocupada para ponerse más serio.

-Jordan es un chico genial, Brendon. -empezó ella haciendo que Edwards frunciera el ceño. -Le gusto de verdad.

-También a mí me gustas de verdad. -aseguró él sin dudarlo y mirándola con intensidad.

-No hagas esto más difícil. -le suplicó ella y Edwards sintió como si le hubiesen pegado un puñetazo.

-Lo has elegido a él. -no lo preguntó, no le hacía falta hacerlo para saber la respuesta.

-Se preocupa por mí y yo... -Kayla apartó la mirada, incapaz de mirarle a los ojos.

-No lo quieres. -rebatió Edwards con un tono furioso. -No sé por qué coño te empeñas en estar con cualquiera que no sea yo. ¿Tanto odio me tienes como para no aceptar que te gusto?

Kayla lo miró sorprendida

-No te odio. -dijo con convicción. -Pero Jordan me necesita.

-A la mierda Nemo. ¿Y lo que necesitas tú? -se acercó a ella hasta quedar a escasos centímetros y la miró directamente a los ojos. -¿Y lo que necesito yo? -preguntó antes de desviar su mirada a sus labios.

-Brendon por favor no hagas esto. -le pidió Kayla incapaz de separarse.

-Te necesito, Kayla. -sentenció Edwards sin vacilar antes de besarla con intensidad.

Beso de medianocheWhere stories live. Discover now