Fervor Millonario

Capítulo 2: Madurar

Me desperté por la alarma, no soy de las que les gusta levantarse temprano, gruñi y quite las sabanas, me levanté y camine hasta el baño, con un paso lento, estaba medio dormida.

Me duché y me cepille, me vestí con un conjunto, una blusa un pantalón de vestir y unos tacones, camino como bambi recién nacido con ellos, pero supongo que es algo importante, por que nunca me lleva con el.

Desayune café con un ponquesito, no me gusta desayunar cosas saladas, tome el ultimo sorbo del café amargo, como me gusta, y me encamine hasta mi habitación.

Al terminar y arreglarme, me maquille con labial rosa que parece natural, sombra gris y negro y mi rubor en líquido.

Me arregle el cabello lo tengo lacio, así que es fácil arreglarlo, busque las maletas todavía no había amanecido y estaba lloviendo había frío, estaba un poco emocionada, al cabo de unos 10 minutos llego mi papa, salí con paraguas, el ambiente combinaba perfectamente con la emoción y nervios de viajar.

El chófer de mi padre que se llama Daniel, me ayudó a subir las maletas y después entramos al auto.

—Hola papa ¿Como estas?

—Muy bien —dijo serio sin interés alguno.

No nos dirigimos más la palabra, había un silencio muy incómodo y me estaba durmiendo, estaba cansada, mi mejilla estaba apegada al vidrio y mis ojos apunto de cerrarse, ayer había trabajado mucho, siento unos brazos sacudiéndome y con pereza despierto.

—Ya llegamos levantate, el avión privado de mi socio nos espera, se nos hace tarde, apurate—dijo con desprecio mi padre.

Salí del auto rápidamente y Daniel me paso mis maletas, le di las gracias y mi padre ya estaba en las puertas del aeropuerto, no me espero ni para ayudarme con mis maletas. Llevo una maleta tamaño normal y otra pequeña, camine a paso rápido hasta llegar a donde estaba mi padre, al rato de hacer los papeleos y otras cosas, nos dirigimos a la parte de abordaje y nos indicaron dónde se encontraba el avión privado, abordamos y el avión era muy lujoso, el olor a fresas inundó mis fosas nasales, el avión esta perfectamente limpió y con un exquisito olor.

La aeromosa me pregunto que quería de merienda, pedí pollo agridulce, con arroz y agua mineral.

A los minutos la aeromosa me trajo lo que le pedí, le di las gracias y comí la comida gustosa, tome una pequeña siesta y a los minutos desperté.

La aeromosa nos dijo que ya habíamos llegado, mi padre y yo nos levantamos y tomamos nuestras maletas y salimos.

—Bienvenidos a New York
—dijo la aeromosa  amablemente.

—Muchas gracias —dijimos los dos.

Salimos hicimos el chequeo y eso, a las ocho, ya estábamos saliendo del aeropuerto, el clima en New York es fantástico, el chófer de el socio de mi padre nos busco en el aeropuerto y nos llevo al hotel, entramos y era muy lindo y  lujoso, la recepcionista nos dio las llaves.

Entre y la habitación era muy linda, pero tenía que dormir con mi padre, por supuesto en camas separadas, seguro que ese socio, no esta al tanto de la mala relación que tengo con mi padre, no podemos estar en una habitación juntos, sin que haya peleas o gritos de parte de el.

Deje las maletas en la habitación y salimos, el chofer del socio de papa nos llevo a la empresa, el edificio era el que mas resaltaba entre tantos. Salimos del auto y entramos a la empresa y la recepcionista nos atendió.

—Buenos días señor Francisco y señorita clara, los estábamos esperando, el señor Mensión los espera en su oficina —dijo la recepcionista.

—Muchas gracias —dijo mi padre.

Entramos al ascensor, mi padre presiono el botón del ultimo piso, la parte de atrás del ascensor era de vidrio y se ve parte de la compañía desde aquí, le tengo miedo a las alturas y el vidrio no ayuda para nada, al fin se abren las puertas y salimos. Se escuchaba una discusión a lo lejos y me dispuse a escucharla.

—No estoy de acuerdo con esto, no lo haré —dijo una voz masculina furiosa.

—Lo vas a hacer y es por tu bien a pesar de que has echo un buen trabajo, todavía eres un inmaduro, te quedastes en esa etapa donde vas de novia a novia y nunca tienes una relación sería Wilson.

Mi curiosidad aumento y mire a mi padre, el cual se encontraba con una mirada extraña, nunca lo habia visto así, oculta algo.

Mire a mi padre nuevamente y se encontraba un poco asustado, al verlo así, mis manos temblaron y los nervios se apoderaron de mi, mientras tenía muchas conclusiones y pensamientos de que había echo mi padre.