Capítulo 40: Exquisito

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-¡Dejate quitar la ropa! -grite tratando de quitar la parte de arriba.

Wilson me miró con el ceño fruncido y de mala gana se dejó, quite su ropa y lo deje en boxers, así duerme a menudo y no me imagino cómo sera ponerle la pijama.

Wilson se encontraba medio consiente en la cama, aproveche y camine hasta el baño, tome la pijama que dejo allí y me la puse, lave mis dientes y salí con paso lento del baño, me sorprendí al ver la televisión prendida.

-¿Se te ha pasado la borrachera? -pregunte.

-Yo no estoy borracho, sólo un poco mareado -dijo pasando la mano por su cabello negro.

Me acosté en mi lado y me arrope con las sabanas, mientras Wilson se encontraba con el ceño fruncido concentrado en la televisión, bosteze y me voltee dándole la espalda.

Estoy molesta y mucho, pero se que se me pasara pronto, ya mañana se me pasara, pero un nudo en la garganta siento por la furia, aunque se que mi personalidad despistada borrara todo en cuestión de horas.

Me acomodé mejor y me acoste boca abajo, abrazando la almohada, la cual tiene el exquisito olor de Wilson.

Estoy molesta, pero no puedo evitar disfrutar de ese exquisito olor, me odio por caer tan fácil, pero por mas que no quiera, siempre caeré ante él, sin aviso ni explicación alguna.

Sentí como su cuerpo se removió entre las sabanas, el cuarto esta completamente oscuro sin la luz de la televisión, el único ruido es nuestras respiraciones y movimientos en la cama.

Tome otra almohada y para mi sorpresa golpee a Wilson, quite mi brazo y lo puse debajo de ésta, sentí como su respiración se volvió agitada y me removí nuevamente nerviosa, sus manos tocaron mis hombros, mientras yo trataba de safarme, no lo iba a dejar ganar esta pelea.

Quite su brazo y puse una almohada entre los dos, cerré los ojos tratando de dormir, pero sentí como la almohada fue quitada, en cuestión de segundos sus labios estaban junto a los míos, sentí el sabor a licor mezclado con menta fresca, era como probar un exquisito dulce, es una deliciosa y dulce tentación.

Sus labios se separaron de los míos y una risa inundo la habitación.

-¿Por que te ríes? -pregunte furiosa, sintiendo mis mejillas arder.

-Ya no estas molesta, amor -dijo en tono de burla.

Le tire una almohada y gruñi, abrace la almohada y le di una última mirada a Wilson, que se encuentra todavía riéndose.

Sentí como Wilson empezó a tocarme debajo de las sabanas y no pude evitar que un gemido saliera de mi boca.

Wilson volvió a reír gustoso, golpee su cabeza sin causarle dolor alguno, avergonzada y a la vez furiosa, su risa no paro y sin evitarlo, me uní a sus risas, escuchar su dulce y a la vez ronca voz, es como la melodía más preciada de mi vida.

...

-¿Por que te maquillas tanto las ojeras? -pregunto con la mirada fija en la pantalla de su móvil.

-Porque ayer ¡alguien!, No me dejo dormir -dije terminando de maquillar mis ojeras.

-Pero ayer no oí ni una sola queja, sólo gemidos diciendo mi nombre gustosamente -dijo en tono burlón.

Le dedique una mirada fulminante y tome mi bolso, acomode la falda lápiz con mis manos y salí atrás de Wilson de la habitación.

Eduar se encontraba maullando, pero no de hambre más bien de lo llenó que está, come más que yo y que Wilson juntos.

Camine hasta la entrada de la casa y cerré la puerta, en espera de Wilson, el auto se aparcó en la entrada y en segundos ya estaba dentro.

Mientras que el auto va a toda velocidad, verifique mi teléfono, el que todavía tiene la foto de bodas, donde Wilson sale con un aura tenebrosa.

Llegamos y me baje con velocidad del auto, entre a la empresa y Wilson estaba detrás, todas las miradas iban dirigidas a mí, incluyendo los murmullos, lo que pasó debió ser un gran chisme para ellos, Wilson entró en el ascensor con la mirada en su móvil, ni se dio cuenta de nada.

Mire mi reflejo en el espejo del ascensor, me veía bien y por supuesto presentable, con ropa reservada, pero a la vez elegante.

Las puertas del ascensor se abrieron, la recepcionista no estaba, es temprano, pero Wilson siempre quiere llegar una hora antes, es bueno ser puntual, pero no de esa manera.

Entre en la oficina y me sente en mi silla y empecé a realizar mi trabajo.

Di un pequeño salto de la silla, por un gran estornudo de mi parte, en cuestión de minutos Wilson molesto por mi gripe, me trajo pañuelos.

...

-¿Que quieres? -pregunto desde el puesto de comida.

-Una hamburguesa -dije desde la mesa.

Después del trabajo Wilson me llevo a los puestos de comida rápida, hay muchos en Nueva York y nunca he visitado otros lugares aquí, así que estoy mas que feliz.

Wilson regreso con la bandeja con dos hamburguesas, un refresco y un jugo, la dejó en la mesa y se sentó a mi lado, tome la hamburguesa y empecé a devorarla.

-¿Donde esta la dieta? -pregunto Wilson. Bebiendo de su refresco.

-Se ha ido por un corto tiempo -dije dándole otro mordisco a la hamburguesa.

-Quien diría que alguien delgada comería tanto -dijo-. Es un enigma del universo.

-Nunca se sabrá -dije de manera dramática, poniendo mis brazos en mi pecho con una cara de decepción.

Wilson sonrió y seguimos comiendo. No sabría que hacer sin Wilson, hace que mi vida este llena de sorpresas y alegrías, sin el no sería igual, sin dudarlo, él es el único que puede causar un gran revuelco de hermosos sentimientos en mí.

Wilson sonrió nuevamente feliz, con un brillo en esos ojos azules, espero ver por siempre ese mágico y esplendido brilló, que es contagiable, sonrei y sentí una grata sensación en mi estómago, las mariposas vuelan contentas y felices, mientras que mi corazón late descontrolado.

Hola subiré un Q&A.

Lo mas pronto posible lo subiré y después el epílogo.

Me entristece, pero abra Secuela. :D

Las preguntas pueden ser dirigidas tanto a los personajes como a mí.

No tengas vergüenza y comenta tus preguntas, hasta más de 10 puedes preguntar, todas las responderé.

Muchas gracias a todos y ¡comentén!

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