Fervor Millonario

Capítulo 37: Desagradable

La rubia empezó a reír a carcajadas, mientras yo solo esperaba su respuesta.

Camino hasta el sillón que está en medio del gran armario, cruzó sus piernas y me miró fijamente.

—¿Sabes que yo me iba a casar con Wilson? —pregunto.

—Acaso crees que creeré en tus mentiras, ¡Susan! —dije molesta.

—Después de que suelte todo, por supuesto que me vas a creer, Clara —dijo sonriendo falsamente.

—Entonces dila —dije cortante.

—Bueno yo asistí a una fiesta, donde conocí al padre de Wilson, le encante, así que le pidió a nuestro padre que si yo me casaría con Wilson, el ayudaría a papá con la empresa —suspiró y me miró divertida por mi cara de asombro.

—Bueno entonces nuestro padre acepto, yo me negué y me escape a Londres, como tú sabes bien, pero no los motivos, creía que su hijo era un viejo verde, pero quien creería que sería todo un bombón, Clara.

—Entonces, papá solo te utilizo como remplazo, su hija menor la aburrida psicóloga que hace todo bien, lo que no sabía era que ibas a tener suerte y tener ese hermoso esposo ¡Volví para tomar lo que es mío! —dijo sonriendo maliciosamente.

—Estoy sorprendida, ¿Cuanto tiempo te costo planear la historia?—dije frunciendo el ceño—. Crees que con tu historia falsa te creeré, hay muchos hombres en el mundo, como para que vengas con el descaro de inventarme cosas para robarte el esposo de tu hermana. Si no te vas mañana, tendré que llamar a la policía.

Su boca se abrió con sorpresa, tome mi pijama y salí de allí, estaba furiosa y más que nadie me dijo que mi hermana vendría.

Entre a la gran habitación principal, donde se encontraba el gato acostado en uno de los sillones de cuero negro, alado de la repisa, Wilson fijo su mirada en mí y fruncio el ceño.

—¿Tu hermana te hizo algo? —pregunto.

——Si, invento una historia y en cuanto a esta tu eras su prometido —dije calmada, no iba a darle el gusto a mi hermana.

—Sin ofender, pero tu hermana no es que sea muy normal, ¿Por que la dejaste quedarse aquí? —dijo sereno y serió.

—Creía que esta vez se comportaría como una adulta -dije sería, sentándome en la orilla de la cama a su lado.

Moví mis piernas por la vergüenza. Susan esta loca y me siento culpable. Y si llega a besar a Wilson o algo así.

Mis mejillas estaban rojas por la gran vergüenza que tengo.