Fervor Millonario

Capítulo 6: Me importas

—¡Que haces tu aquí!

Me despierto por un grito de repente, me levante y no sabia donde estaba, vi a Wilson furioso apoyado en la pared, y repente me acuerdo, que me quede dormida en la habitación de Wilson, estaba furioso, él me había dicho que no entrara aquí, con miedo acomode la almohada y lentamente me baje de la cama, tratando de que no se molestara, no sabia que hacer y el tenia una mirada tenebrosa, si con una mirada mataran, yo ya estuviera muerta y mi cuerpo quemándose en llamas, así que corrí hasta la puerta, tratando de que no me tomará, pero este me persiguió por toda la casa, corría por mi vida, estábamos corriendo por todo el lugar y ya me estaba alcanzando, era muchísimo mas alto que yo y tenia ventaja, estaba corriendo y casi me caigo en el mueble, él se aprovecho y me tomo,  me acorralo en la pared y tenia un brazo apoyado en ella, tenia miedo seguro me gritaría fuerte.

—Ni se te ocurra volver a entrar sin mi permiso ni dormir en camas ajenas, para eso te compre una cama y tienes tu habitación—dijo.

Asentí con miedo y se separó, estaba tan cerca de mi, que estábamos nariz con nariz y podía sentir su respiración,estaba roja como un tomate.

Wilson se fue al trabajo y sonó el timbre abrí la puerta, había una señora de piel blanca y pelo castaño claro.

—Hola soy Carmen, una de las amas de llaves supongo que tu eres clara es un gusto conocerte.

—El gusto es mio señora Carmen —dije.

Entramos y la señora Carmen me dijo que iba a hacer la cena, me explico que las otras amas de llaves vienen los miércoles y limpian toda la casa, la seguí y me senté en los bancos de la cocina.

—¿Cuantos años tiene señorita Clara? —dijo Carmen.

—22 años y por favor digame  solo Clara —dije amable.

—Bueno clara, por favor no me digas señora me hace sentir mas vieja de lo que estoy—dijo con una sonrisa.

—Y dime como te ha tratado Wilson —dijo Carmen amablemente.

—Bueno......mas o menos bien —dije.

—Supuse eso el es así, he trabajado para su familia desde hace años y ese muchacho no ha cambiado, pero en el fondo se que tiene un corazón calido, dale una oportunidad, te aseguro que es un excelente hombre —dijo sonriendo me dulcemente.

...

Ya han pasado unas horas, cene y platique con Carmen, es una señora muy amable, me alegra que haya alguien en esta casa con quien pueda hablar, estoy ahora viendo televisión en el mueble a las seis mi madre llamo informándome que ella se encargaría del vestido de novia que ese seria su regalo de bodas y los demás preparativos la señora Mension se encargaría son las siete y Wilson todavía no ha llegado, escucho a lo lejos como se abre la puerta y de repente aparece Wilson quiero llevarme bien con él, ya se que no es su culpa ser tan frío y seco, se que es una idea estúpida, pero quiero que sienta que alguien se preocupa por el.

—¿Como te ha ido en el trabajo?
—digo con una sonrisa.

—Como siempre, ya me voy vuelvo como a las nueve —Wilson—.

Intento fallido pero podemos intentar más.

—Puedo ir contigo —dije. Tratando que me lleve quiero conocer Nueva York nunca he venido aquí.

—Puedes ir pero cambiate rápido
—dijo cayendo.

Éste intentó si funcionó, él subió las escaleras, yo lo seguí, él entro a su habitación y yo a la mía, me bañe y saque de mi maleta una blusa celeste, un cardigan blanco, un pantalón oscuros y unas zapatillas negras con un pequeño bolso de lado mensajero de color negro, allí pongo mi billetera y mi teléfono.

Salí de la habitación y vi a wilson tecleando en su teléfono apoyado en el marco de la pared con una camisa doblada de color vino y unos pantalones negros se veía extremadamente guapo, mientras que yo aquí con una apariencia súper seria, no debo parecerle ni un poco atractiva, pero no importa del todo me gusta como estoy.

—Ya estas lista, así que Vámonos —dijo sin interés.

Nos fuimos en su auto pero no se a donde va esta concentrado en el camino.

—¿A donde vamos?—pregunte ansiosa.

—A un café que frecuento después de terminar el trabajo —respondió serio.

Después de decir esto no hablamos más y Wilson estaciono el auto en centro comercial muy lujoso al entrar estaban familias bien vestidas o hombres con trajes tomando café y charlando o parejas felices de la mano y muchas tiendas costosas, Wilson se dirigió a un café donde vendían roles de canela y malteadas de chocolate y fresa se veían deliciosas había una corta fila  como de 3 personas esperando Wilson se puso hacerla, el llamaba mucho la atención era extremadamente sexy mujeres se murmuraban cosas y lo miraban él, el les regalaba sonrisas coquetas cosa que me hizo enfurecer, al fin terminaron de pedir las otras personas y nos tocaba a nosotros.

—Yo pido un roll de canela y un café ¿Qué quieres tu?—pregunto muy tranquilo.

—No te preocupes yo pido aparte y pagó lo mío —dije molesta.

Y así fue el pidió lo suyo y pagó, yo pedí una malteada de fresa y un roll de canela, nos sentamos y empezamos a comer.

—¿Por que estas molesta? —pregunto con fastidio.

—Tu sabes porque Wilson —digo calmada.

—¿Y que es lo que se?—pregunta desafiante para hacerme enfurecer mas de lo que estoy.

—Deja de andar coqueteando, ya eres un hombre casado y menos frente de tu esposa —dije molesta.

—Sabes que no nos casamos por amor, Clara —dice fastidiado.

—Lo sé, Wilson pero debes de respetar nuestro matrimonio —dije ya un poco más calmada.

Después de decir eso me aplico la ley del hielo, me ignoró ni le dio importancia solo se tomo su café y su roll de canela eran apenas las ocho cuando nos dirigimos acá, vi el cine y estaba pasando una película que quiero ver desde hace tiempo.

—Podemos ir al cine hay una película que quiero ver —dije tratando de calmar las cosas.

—No, ya nos vamos —dijo.

Después de durar mas de 10 minutos insistiendole, al fin accedió a ver una pelicula conmigo.