Capituló 32: Nuevas oportunidades

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Ya han pasado dos meses desde que regresé a Nueva York, me encuentro sentada en el sillón de la habitación principal viendo las noticias, ¡llevo más de dos horas viendo televisión!

Quiero trabajar, estar aquí flojeando y comiendo, no me hace sentir cómoda, me levanté del sillón y mire la hora en el gran reloj antiguo, que adorna la habitación, me levanté descalza pisando el frío piso, tenía que hacer la cena.

Carmen fue a visitar a su familia en Canadá y se quedará una semana, mientras yo cocinare.

Baje las escaleras y me fui directo a la cocina, Wilson ahora está trabajando y ni siquiera llegó para el almuerzo, tome la pechuga de pollo que ya tenia lista e hice pollo empanizado con arroz y una salsa agridulce de naranja.

Me sente en el mueble de la sala aburrida, Wilson no llegaba y tenia hambre, apoye la cabeza en la almohada del mueble y solté un suspiro, estaba lloviendo y me da miedo estar sola, un relámpago se escuchó y causó un gran ruido, tape mi cabeza con la almohada y se había ido la electricidad.

Mi miedo de incremento y ni un rastro de Wilson, el gato se puso a mi lado y yo lo acariciaba, suspire y mire hacia la puerta.

No creo que venga la luz, hasta dentro de dos o más horas, me levante y tome unas velas de la cocina, las puse en el comedor y las prendi, son velas aromáticas y había un dulce olor a manzana y canela.

Me sente en una de las sillas, pero el sueño me invadió eran las 8 y no hay rastro de Wilson, apoye mi cabeza en la silla y caí en los brazos de morfeo.

...

Sentí como sacudían mi brazo y abrí los ojos al instante, Wilson me miraba molesto.

Wilson se sentó a mi lado en el comedor y comenzó a servirse, al terminar empezó a comer, me preocupa que no le guste la comida.

-¿Esta más o menos bien? -pregunte adormilada.

-Esta buena -dijo con una sonrisa, que hizo que mi cuerpo se estremeciera.

Sonreí y me serví un poco de cada cosa, empecé a comer y estaba buena, gracias a dios algo me salió bien.

Al terminar, tome los platos y los lave, Wilson estaba en su habitación, en las noches duermo en la habitación principal, pero en el día me la paso en mí habitación ya me he acostumbrado a estar allí.

Subí y me encontré con un Wilson en boxer, me sonroje al instante, me da curiosidad está mirando el techo con el ceño fruncido, se ve muy gracioso.

-¿Que piensas? -pregunte curiosa.

-Quiero que trabajes en la empresa -dijo serio.

En mis labios se formó una "o" no lo podía creer, al fin trabajaría otra vez, no hay cosa que me haga sentir más viva que trabajar otra vez.

-¿De verdad? -pregunte emocionada.

-Si, mañana empezarás -dijo seguro.

Wilson se acercó y tomo mi brazo, caí en su pecho y mis mejillas ardían, alzó mi barbilla y me beso apasionado, cerré los ojos gustosa, sus suaves y tentativos labios son mi perdición.

La luz volvió y abrí los ojos como platos, Wilson soltó un gruñido por la interrupción de su apasionante beso.

No le importó y se levantó y apago las luces, para después juntar sus carnosos y dulces labios con los míos.

...

Wilson

La alarma sono y me despertó, Clara abrió los ojos perezosamente y se sonrojo, me encanta que lo primero que vea en la mañana sean sus hermosos ojos castaño claro, bese sus labios y sonrei.

Me encanta que pueda trabajar a mi lado, verla todos los días es un gran regalo para mí, pase mi mano por su corto cabello y enrolle mis dedos en ellos, Clara estaba sonrojada y me miraba adormilada.

-Hoy es tu primer día de trabajo -dije con voz ronca.

Estaba excitado mis ganas son mucho más grandes en la mañana pero debemos ir al trabajo, solo calmate Wilson.

Clara se levantó de la cama, a pesar de que tiene mi camisa se enrollo en una sábana, sonrei al ver lo sensual que se veía, camino hasta al baño y se ducho.

A los minutos salió Clara, envuelta en una toalla.

-Voy a cambiarme en mi habitación -dijo con voz dulce.

Asentí serio y me duche, tome mi traje negro y me lo puse, Clara entró con una falda tuvo y una blusa color marfil, se veía hermosa y tenia tacones, tenía una sonrisa en la cara que nadie se la podría quitar, sonrei y tome una corbata.

-¿Me puedes ayudar? -dije señalando los gemelos.

Esta se sonrojo y tomo estos, no sabía cómo hacerlo y su inexperiencia la hacia mucho más dulce.

-Asi, ahora hazlo tu -dije poniéndomelo.

Clara tomó los gemelos y los puse perfectamente, sonrió orgullosa y me miró feliz.

-Listo -dijo apenada.

No podia aguantar, le di un corto beso en sus labios, me separé y sonrei, sali de la habitación y baje las escaleras en espiral, Clara no se espera lo que traigo entre manos, me divertiré y mucho.

Espero les guste.

Fervor Millonario Where stories live. Discover now