Tú Eres Mi Sueño. (Completa Y Corregida)

Capítulo 4

POV's Christopher

Me levanté temprano, ya que hoy regresaría a la universidad después de un largo año de "vacaciones". Salí de mi habitación, encaminándome a la de mi abuela.

Al estar dentro, me acerqué a ella y comencé a darle besos por todo el rostro y la cabeza para que se despertara; su risa llenaba el silencio.

- Chris, detente. Ya me tienes despierta. - Me detuve, alejándome de ella mientras me miraba como siempre lo ha hecho: con ojos de amor, ternura, comprensión, en fin. - ¿Ya estás listo?

- Yo siempre estoy listo, Betty. - Le sonreí con suficiencia y ella rodó sus ojos, riendo con suavidad.

- Ve a bañarte mientras, yo, preparo el desayuno. - Se levantó de la cama y me hizo a un lado; yo sólo sonreí, asintiendo.

Ésta es la única mujer que nunca me ha dejado; la que siempre estuvo a mi lado en mis peores momentos. La que no me rechazó jamás, ni cuando comencé a fumar, beber y meterme con las mujeres más fáciles del planeta sólo por "diversión". Siempre velaba, y vela, por mi bienestar; le debo todo a ella.

Para que se entienda mi historia, debo decir esto: mis padres, murieron cuando yo tenía entre 7 u 8 años. Habían ido a un viaje de negocios y, la noche en que volvían, hubo una tormenta eléctrica; un "rayo" impactó en una de las alas del avión, haciendo que se estrellaran contra el agua. El avión quedó hecho trizas. Aunque pienso que no fue debido a un "rayo" pero bueno.

Esa noche, llamaron a mi abuela a darle la noticia, y ella, pensando en mí, trató de decírmelo de la mejor manera que pudo y creyó conveniente pero, al escucharlo, quedé devastado. Siempre tuve una buena relación con mis padres y, saber que ya no los vería jamás, me destruyó. Me volví algo rebelde pero tuve la ayuda y el apoyo de mis abuelos.

Logré componerme un poco pero, a los dos años de haber perdido a mis padres, mi abuelo, un veterano de guerra, falleció. Su muerte fue un golpe mucho más fuerte. Quise desaparecer de éste mundo varias veces pero, pensaba en mi abuela y todo eso se esfumaba.

Con el paso del tiempo, logré componerme, aunque tuve varias relaciones que me dejaron un poco roto. Descubrí que sólo estaban conmigo por interés.

A raíz del trabajo de mis padres, y del trabajo de mi abuelo, mi abuela y yo recibimos una buena cantidad de dinero mensual y, a éstas mujeres, la avaricia se las gozaba. Al final,  terminaban mostrándome quiénes eran de verdad.

Me cerré mucho a mostrar quién soy, y mi apariencia se transformó en la de un "chico malo" pero no lo soy. Me preocupo por las personas que me rodean, y cuando quiero, lo hago de verdad. Soy demasiado tierno con mi abuela, ya que, ella, fue quien se encargó de mí desde que era pequeño amándome como soy.

Regresando a lo mío, salí de la habitación de mi abuela y me dirigí al baño. Al terminar de bañarme, busqué mi ropa y me coloqué un jean azul oscuro que me quedaba bien, una camiseta negra que dejaba ver mi cuerpo trabajado, mis adoradas converse negras y una chaqueta negra de cuero. Al mirarme al espejo, medio arreglé mi cabello sin esfuerzo.

Mi cabello es liso y negro; tengo los ojos verdes como esmeraldas. Mi piel es blanca, aunque no tanto; mi estatura es de un 1,95 y, gracias a "algo" de ejercicio, tengo un buen cuerpo.

Mi abuela dice que me parezco mucho a mi madre pero que los ojos los heredé de mi padre.

Dejé mi cabello como estaba, ya que me desesperaba hacerle algo. Salí de la habitación ya listo y me dirigí al comedor; mi abuela ya me estaba esperando con el desayuno servido.

- Ven, cariño, siéntate a desayunar. - Me sonrió mientras yo me acercaba a la mesa.

- Gracias, Betty. - La atraje a mí y la envolví entre mis brazos. - ¿Sabes que te amo? - Ella sonrió.