Capítulo 5

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POV's Christopher

Llegamos a mi apartamento y comencé a buscar las llaves en mis bolsillo con desespero; al encontrarlas, las metí en la cerradura, abriendo con urgencia.

Entré con una Isabelle, casi, desmayada; pedí ayuda a la única persona que podría hacerlo.

- ¡¡Annabeth!! - Isabelle dio un leve salto por el susto pero la dirigí, con cuidado, al sofá de doble puesto, haciendo que se sentara mientras, yo, me sentaba a su lado. - ¿Has comido algo? - Ella negó con su cabeza.

Escuché que mi abuela abría la puerta de su habitación y la escuché acercarse a nosotros con rapidez.

- ¡Christopher! ¿Estás bien? - Me miró unos segundos, dándose cuenta de Isabelle que estaba sentada en el sofá, bastante pálida; se asustó enseguida. - ¡Oh, Dios! ¿Está bien? ¿Qué le sucedió? - No podía dejar de mirar a Isabelle.

- No ha comido nada y tuvo un pequeño susto. - No quise darle más detalles porque, si lo hacía, se angustiaría mucho más. Ella me miró y habló.

- Le traeré un té. - Asentí en su dirección. - Y, cariño, - la observé en silencio - tráele un abrigo, está temblando y ni siquiera te has dado cuenta.

La vi entrar a la cocina y perderse en ella; miré a Isabelle, detallando los movimientos mínimos de su cuerpo.

¡Rayos! Sí estaba temblando.

Me levanté del sofá con rapidez, dirigiéndome a mi habitación, buscando un abrigo que le quedara bien; soy algo grande y ella se ve un poco pequeña a mi lado, no creo que logre encontrarle algo perfecto. 

Busqué entre mi ropa, encontrando una sudadera negra; le quedará grande pero, esto, hará el trabajo. Regresé a la sala, junto a Isabelle, viéndola bastante pálida, incluso, se veía bastante débil. Me acerqué a ella, colocándole la sudadera; no esperé a que lo hiciera por sí sola.

Al terminar, me senté a su lado, mirándola, analizándola; me sentía idiotizado con ésta mujer y no tenía ni la menor idea del motivo.

Al cabo de un buen rato, mi abuela, entró a la sala con un té en sus manos; se acercó a Isabelle y se lo entregó.

- Tómalo con calma, nena. Te sentará bien. - Ambos la miramos y ella le recibió el té, asintiendo en silencio, comenzando a beberlo entre sorbos cortos. - Prepararé algo de cenar.

Mi abuela me miró con preocupación, negando en silencio, dirigiéndose a la cocina, perdiéndose en ella.

Decidí acomodarme un poco más al lado de Isabelle para hacerle compañía; no podía dejar de mirarla, observarla. ¿¡Qué rayos me pasa!?

Ella se veía hermosa y delicada tomando el té con cuidado; no había pronunciado palabra alguna desde que habíamos llegado, y tal vez se debía a que estaba pensando en algo o en alguien.

Mientras yo pensaba en todo lo que sentía sin dejar de mirarla, ella movió su cabeza, estrellando sus ojos con los míos; esos ojos bellos que me hacen sentir infinidad de cosas dentro de mí. Ni siquiera puedo especificar qué clase de cosas.

- ¿Qué hora es? - En mi mente pensaba que de pronto tendría un compromiso o algo así para preocuparse por la hora pero decidí responder; quité mi mirada de sus bellos ojos y miré mi reloj.

- Son las 6:30 de la tarde. - Quise preguntarle el "porqué" pero ella abrió sus ojos como platos, dejándome escuchar el leve jadeo que escapó de sus labios, supongo que por la sorpresa.

Agarró su mochila, comenzando a buscar algo dentro de ella; me di cuenta que buscaba su celular.

Al tenerlo en sus manos y ver la pantalla, su rostro se descompuso un poco, haciéndola ver algo preocupada y sorprendida. Vi que comenzó a escribir un mensaje y aparté mi vista de ella; no quería que pensara que soy "chismoso".

Tú Eres Mi Sueño. (Completa Y Corregida)Where stories live. Discover now