Capítulo 24(2/2)

111K 7.4K 2K
                                    

—¿Cass?  

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Cass?  

Una voz en la penumbra de mi mente se lograba escuchar.  

—Despierta, Cass.  

Y un movimiento delicado en mi hombro era lo único que podía sentir.  

—¿Cass?  

La voz cada vez se hacía más fuerte, tal vez porque mi subconsciente lentamente se despertaba. El movimiento sobre mi hombro siguió y solo se detuvo hasta que mis ojos se abrieran un poco. Al instante los volví a cerrar. Una luz muy brillante me deja momentáneamente ciega. Gruño un poco molesta, ocasionando una carcajada en la persona que trataba de despertarme.  

Kiwi y menta. Como amo aquel olor.  

—No te rías.—mi voz suena algo ronca por estar dormida.  

—Lo-o siento.—murmura un apenado Liam. Y casi me lo puedo imaginar con el rostro contraído. Raras ocasiones puedo bromear con él, ya que a veces las cosas se las toma en serio, cuando no es así. Un suspiro sale de mis labios.  

—Eran bromas, Liam.—le digo con ternura. Abro mis ojos conectando de inmediato con sus ojos de diferentes tonos, que me ven apenados. Su rostro está un poco sonrojado. Le sonrío para que vea que era cierto sobre la broma. Su rostro se sonroja un poco más.  

Por la Diosa. Es tan lindo.

Suelto un bostezo y me enderezo. Frunzo ligeramente el ceño cuando me percato de la manta que tengo en el regazo. Busco a Aileen y Jeff—que es el chico que manejaba la camioneta— pero no están. Le doy una mirada interrogante a Liam.

—Están afuera.—dice captando mi pregunta no pronunciada. Asiento en su dirección. Él abre la puerta y me tiende una mano para ayudarme a salir, una brisa helada ataca a mi cuerpo estremeciendome. Sin embargo parece ser que Liam no siente nada de frío. Veo hacia todos lados buscando a mi querida Beta, pero no se ve por ningún lado. Frunzo mi ceño un poco.

—¿Y Aile...  

Pero antes de poder terminar mi pregunta, el sonido de una ramita rompiéndose hace que todo mi cuerpo se tense.  

«Moy Angel...»

—¿Ca-assandra?  

Llevo mis manos rápidamente a mi cabeza cuando ésta ha empezando a doler, como si algo me estuviera clavando millones de agujas en el cerebro. Suelto un quejido por el dolor que luego se convierte en un grito.   Cierro mis ojos y tenso mi mandíbula para no seguir gritando. Varios “recuerdos” empiezan a saturar mis pensamientos. Escalofríos atacan mi cuerpo.  

Linaje: McCartney © [SIN EDITAR-ERRORES ORTOGRÁFICOS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora