Cuarto paso; Supéralo, no es para tanto

682 40 3
                                    

Y, como pasa la mayor parte de las veces que Sandra viene a mi casa, se quedó a dormir. Más directamente, se quedó dormida en mi cama y ni modo de moverla. Dios, dormir juntas es un maldito desastre. ¿Razón? Patadas por todas partes -Maldita sea, Sandra- le reprendo cuando me da una manotada en plena cara

Abre los ojos y se queda mirándome completamente despistada -¿Que?- pregunta adormilada

-No vuelvo a dormir contigo en mí vida- le digo furiosa, sentándome al bordo de la cama. Ella se estira y despereza por un momento y me mira desde su no tan cómoda posición.

-Eso dijiste hace tres meses, y míranos- se sienta, manos y piernas cruzadas

-Quien nos esté oyendo debe estar mal pensándolo- murmuro pensando en lo rara que es la conversación. Y creo arrepentirme de ello.

-Sería gracioso- y veo como un plan se forma en su cabeza- Anoche estuviste fantástica, cariño- y lo dice más alto de lo normal. Lo grita para ser sincera.

-Sandra- reclamo con una sonrisa. Sus juegos son graciosos, hay veces. Pero no en este preciso momento.

-Ese momento en el que- no comentaré lo que dijo a continuación por que tiene tono sexual y es una historia para todo público.

-¡Sandra!- grito. Tomo una almohada y se la tiro en la cara aguantando con todas mis ganas la risa- Por el amor de Dios, guárdate los comentarios

-Sólo quería ser divertida- tira la almohada al suelo y se levanta de la cama- ¿Desayuno?

-Por favor- pido. Al menos tiene sus ventajas, Sandra cocina delicioso y yo soy un completo desastre. La veo caminar hacia la cocina con su bamboleo de caderas típico y por dentro envidio su cuerpo, pero descarto esos pensamientos pesimistas de mí mente- Espero no nos haya escuchado- susurro para mi misma recordando en que estaba.

-Oh, lo hice- escucho por la ventana

-Mierda- me levanto para mirar por la ventana la cual está abierta. Miro hacia abajo pero no hay nada

-Arriba- escucho en mi nuca. Levanto mi mirada y veo a Jack mirando por la ventana con una taza de lo que parece ser café en la mano; tiene una camisa de manga larga color negro y sus gafas negras, tiene el pelo desordenado y eso le da un aire infantil, ¿Que perfume utiliza para que el olor llegue hasta acá?

-¿Escuchaste?- pregunto con mis mejillas ardiendo de la vergüenza. Maldigo internamente a mi boca. Es obvio que lo hizo, ¿que te hace dudarlo?

-¿Noche agitada?- me pregunta con una sonrisa, obviamente burlándose.

-Voy a matarla- me cubro la cara con mis manos. Dios, que asco de situación, de las peores que podría imaginar y justo me sucede hoy, lunes- Enserio, no es cierto nada de lo que dijo- me defiendo en un acto inútil de parecer alguien responsable.

-Te creo- me dice riéndose, pero su rostro me dice que lo disfruta- Tienes una amiga un poco ocurrente

-¿Que si que?- respondo rodando mis ojos, intentando no pensar en ¿que carajos hago a estas horas de la mañana sacando medio cuerpo por la ventana para hablar con mi desconocido vecino en pijama? Aunque, ya lo hice

-Bueno, creo que saldré- comenta mirando su reloj y tomando un sorbo de su bebida reconocible por mi olfato. Café- ¿Sales o te quedas?- me pregunta. ¿Como conoce remotamente mi horario?

-Creo que tengo tiempo- me quedo un momento pensando. ¿Mencioné que era lunes?- ¿Que hora es?

-10: 20- me responde volviendo a mirar su reloj con una sonrisa

Como Olvidar A Tu ExWhere stories live. Discover now