Como Olvidar A Tu Ex

Trigésimo segundo paso; Enfría tu mente

-Eres un niño de cinco años- me burlo. Dan me mira con una sonrisa torcida, pero puedo ver un poco de ira en sus ojos- Gritaste

-Tu también- refuta recostándose contra un árbol. Me mira con la respiración un poco agitada, sus ojos parecen examinarme- No puedo creer que me obligaste a subir a ese infierno

-Lo disfrutaste, yo sé que si- sonrío. Él niega. Comenzamos a caminar por el parque, pensando que será lo siguiente que haremos- Propongo- comento tomando el mapa que tiene Dan en las manos- Que vayamos a los carts

-¿Enserio?- ironiza

-Si- afirmo doblando el mapa- Quiero ganarte una carrera- él me mira con una sonrisa, retándome.

-¿Que si ganas?- pregunta inclinándose un poco para mirarme

-Me darás un helado- me hace prometer con el meñique

-Bien- acepto, sonriendo. No hay manera que me gane en los karts. Corremos hasta la fila y esperamos hasta entrar. Dan se sienta en el kart que está a mi lado y me mira con una sonrisa torcida. Tengo que ganarle y quitarle esa sonrisa del rostro.

Comenzamos la carrera y yo tomo ventaja, la primera vuelta es mía, Dan parece bastante entusiasmado con el concepto de ganarme, pero no le será nada fácil, sobre todo si hay comida de por medio. -La última es la definitiva- grita Dan- Si gano esta me pagas

-Si, claro- menciono sarcásticamente. Acera su kart al mío y me empuja haciendo que me choque contra el borde de la pista. Vuelvo a acelerar, pero ya es tarde, me ha ganado. Bajamos de los kart, yo me lanzo contra él- Eres un tramposo- bromeo golpeando su hombro. Él ríe.

-Vamos por ese helado, tengo hambre- caminamos hacia la plaza. Es un camino largo, pero es más seguro que haya lo que el caballero quiere de antojo. Puedo sentir algunas miradas sobre nosotros, Dan parece no notarlo para nada.

-Por cierto, ¿Cómo va nuestra apuesta?- comento sonriendo

-Ha pasado bastante tiempo- ríe. Para ser sincera no la recordaba hasta ahora, por alguna razón vino a mi mente- Bueno, estoy cobrando mi premio en este momento

-No creo que hayas aguantado estar tres meses sin una sola mujer- finjo sorpresa

-Pregúntale a Jack- menciona sonriendo.

-No hablamos mucho últimamente- comento suspirando- Para ser sincera no hablamos casi desde que se fue

-Debe estar ocupado- comenta con una sonrisa- Sé que  no debería defenderlo, pero enserio te quiere- menciona, su voz parece desanimada

-Lo sé, pero no puedes evitar pensar en que hay algo que no está bien- comento- Sé que debo confiar en Jack, y lo hago, pero es imposible pensar esa clase de cosas- Dan me mira con preocupación- Lo siento

-¿Quieres llamarlo?- pregunta sacando su teléfono del bolsillo- Tengo llamadas internacionales- sonríe en mi dirección y eso hace que mi corazón lata un poco más rápido. Calla corazón, tu trabajo es mantenerme viva, no latir por Dan.

Tomo el teléfono que me ofrece y marco el número de Jack, al principio lo dudo, pero decido no acobardarme. Timbra dos veces hasta que contesta- ¿Que quieres?- pregunta Jack.

-Hola cariño- contesto. Hay un silencio corto, parece como si se cortara su respiración- ¿Cariño?- pregunto, de nuevo

-Lo dejaste mudo- comenta Dan mirándome, sonriendo

-Sheri- menciona Jack al otro lado de la línea- No pude comunicarme contigo, lo siento- se disculpa, de una manera adorable

-Hey, debes estar ocupado- comento, seguimos caminando hasta llegar a la plaza. No sentamos en una pequeña tienda. Saco el dinero de mi bolso y se lo entrego a Dan- Toma, compra lo que quieras- él lo rechaza. Va al mostrador y lo otro no lo escucho

-¿Si la has pasado bien?- pregunta Jack, puedo sentir su sonrisa en la voz

-Si, gracias por preguntar- comento, sonriendo. Dan llega poco después con dos helados: fresa y chocolate para mi y el clásico chocolate y vanilla para él. Continúo hablando con Jack por un rato más, hasta que tiene que colgar. Miro a Dan quien me observa con una sonrisa torcida- ¿Que?

-Te gusta mucho- comenta, toma la cuchara y toma un poco de su helado.

-¿Como sabías que era mi favorito?-pregunto señalando el helado, cambiando de tema.

-Adiviné- comenta sonriendo. Toma su cuchara y roba un poco de mi helado- Me gusta más el mío- comenta. Robo de su helado también, él no protesta- ¿Que tal?

-Vainilla- menciono sonriendo. Él ríe.

-Que respuesta tan profunda- se burla