Como Olvidar A Tu Ex

Cuadragésimo cuarto paso; Costa Oeste

Recojo el pedido en la caja y salimos de la heladería. Nos sentamos en el andén, yo comienzo a comer mi helado, él toma un sorbo de su malteada. -Lo siento- vuelve a decir. Le empujo juguetonamente en el hombro y sonrío

-No tienes por qué disculparte- se recuesta sobre mi hombro y suspira- Hey, se va a derretir la malteada- menciono. Él vuelve a tomar un sorbo sin cambiar su posición. Suspira y se acerca más a mi cuello- ¿Como estás?- pregunto suavemente. Él ríe y asiente suavemente.

-Siempre es él- susurra- Siempre obtiene lo que quiere y yo tengo que atenerme a las consecuencias- parece como si su voz temblara- A pesar de que soy el mayor, siempre ha sido él quien tiene que seguir adelante

-Eres mayor por minutos- comento. Él ríe

-Es igual- acaricio su mejilla con el dorso de mi mano, no quiero que esté triste. Aunque no puedo asegurar que lo esté- Todo lo que tengo lo toma él y no puedo ni rechistar

-Dan, ¿alguna vez pensaste en hablar con él sobre ello?- pregunto. La suave brisa mueve las hojas del árbol bajo el que estamos sentados- Supongo que podría entender

-No. Por hablar sobre ello tengo el ojo morado- responde. Hay un rato de silencio- ¿Puedo quedarme contigo esta noche?

-¿Disculpa?- pregunto rápidamente. Endereza su cuerpo y me mira por debajo de las gafas de sol

-No quiero llegar a casa hoy. No sabiendo que Jack podría apalear mi orgullo de nuevo- comenta. Sonrío

-Tengo que hablar con mis padres sobre el tema- contesto- Aunque no creo que haya mucho problema. Dormirás en el suelo

-Lo que sea está bien- contesta sin su sonrisa. La mía se borra de inmediato, no está bromeando para nada

-Ven- me levanto y le tiendo la mano para que haga lo mismo. Cruzamos la avenida y caminamos un poco más hasta el parque. Nos sentamos en una banca bajo un gran árbol- Es más fácil hablar aquí- comento sonriendo. Él parece decaído- Si quieres recuestate un poco- agrego. Él niega, pero parece realmente quererlo- Ven- palmeo mis piernas hasta que él se recuesta en mi regazo con la malteada sobre su estómago- Pareces un niño- susurro

-Gracias- ríe. Parece mejor. Yo sigo comiendo mi helado con cuidado de no tirarle algo en el rostro- Enserio, gracias

-¿Por llamarte niño?- me burlo- Por favor, es mi placer hacerlo

-Gracias por todo- dice

-Suena como si te estuvieras despidiendo- comento. Acaricio su mejilla con la punta helada de mis dedos, él ríe- No quiero que te despidas

-Debería hacerlo- susurra- Debería alejarme de ti para no causarte problemas, pero no puedo- cubre su rostro con una de sus manos, pero la retira de inmediato- Está fría- vuelvo a reír. Levanta su mano y la acerca a mi mejilla, yo grito- Venganza, por reírte

Intento empujarlo fuera de la silla pero es muy pesado -Ah, no es justo- él vuelve a reír. Me gusta verlo reír, es tan diferente a Jack en ese aspecto. Para ser sincera hay veces que pienso que Jack solo se ríe por quedar bien, no lo he visto reír de verdad... nunca. En cambio Dan parece disfrutar reír, y se ve tan feliz cuando actúa como un niño que no puedo evitar molestarlo. ¡Ah! Llevame al infierno Dios, por que estoy pecando al querer a este idiota en vez de mi novio.

NO PIENSES DE ESA MANERA CEREBRO.

-Sheri- llama Dan. Lo miro con una sonrisa, parece querer decir algo, pero corta sus palabras- No, nada

-¿Que?- reclamo- Matas mi curiosidad

-Es la idea- se burla. Yo hago un puchero, definitivamente arderé en el infierno por esto.