Daughter Of The War. [Steve Rogers]

22. Tengo que intentarlo.

Era de noche y Visión caminaba nuevamente por los pasillos vacíos de la central.

Odiaba ver el lugar vacío. Se había acostumbrado a la constante presencia de los Vengadores y de Wanda Maximoff en el lugar y ahora no podía evitar el extraño sentimiento de soledad.

Ahora no tenía nada más que hacer que caminar. Ya no estaba la hermana Maximoff para charlar durante horas, y aunque estuviera, desde que su hermano había vuelto a la vida, muy pocas veces podían sentarse solos los dos a hablar sobre las infinidades de cosas mundanas y sorprendentes del mundo.

Recorrió pasillos sin darse cuenta de que volvía a pasar una y otra vez por el mismo lugar. La puerta de la habitación de los Maximoff.

Estaba seguro de que era demasiado tarde en la noche cuando finalmente decidió detenerse delante de la puerta marrón con duda.

Nadie había estado ahí durante días, se sentía todo demasiado vacío. Todo seguramente había quedado como lo habían dejado hace días atrás, antes de que todo empezara.

Agarró el picaporte con lentitud y abrió la puerta sin hacer ruido. Encendió las luces para poder observar alrededor, todas las cosas que Wanda y Pietro tenían en la habitación.

Se la imaginó sentada sobre su cama, leyendo algún libro con atención. De repente, ella levantaba la cabeza, para observarlo con brillo en sus ojos, una sonrisa resplandeciente se formaba sobre sus labios. Y sino fuera porque él no era totalmente humano, sonreiría igual que ella.

Caminó hasta la cama, ya sin poder imaginar a Wanda sobre ésta y se sentó. Dejó sus palmas sobre sus piernas, como con miedo de tocar las sábanas que aún mantenían su aroma.

Bajó la cabeza, no quería estar ahí, pero a la vez, quería estar con ella, y eso lo molestaba.

No quería pensar que ahora estaba en un horrible lugar, encerrada por ser lo que era. Pero aquella era la realidad, y casi todos los Vengadores estaban ahí, junto a ella, sufriendo en silencio.

Una muchacha como ella no merecía eso, merecía algo mejor. Los humanos podían llegar a ser muy crueles entre ellos.

Wanda merecía que la gente la quisiera, es más, merecía ser amada como miles de mujeres eran amadas alrededor de la tierra, y Visión estaba dispuesto a hacerlo. Se sentía capaz de aprender a amar como un humano por ella.

Miró a su alrededor y bajó la cabeza. Sentía una molestia sobre la Gema sobre su frente, y la atribuía a Wanda y todo lo que estaba ocurriendo. Pero era como una extraña presión que poco a poco iba aumentando. Y el simple pensamiento de que algo volvía a salir mal lo llenó.

Se levantó de la cama y con un poco de duda, abandonó la habitación.

Pasaron horas hasta que Tony llegó, junto a T'Challa, que cargaba entre sus brazos el cuerpo del rubio. Ambos comenzaban a caminar con rapidez hasta la enfermería y Visión observó la imagen con atención.

—¿qué fue lo que pasó?— preguntó con voz demandante, pero T'Challa negaba con la cabeza mientras corría hasta la enfermería.

Tony detrás de él siguió su camino, dejando al hombre rojo detrás. Visión no lo toleró y simplemente caminó con paso apresurado detrás de ambos.

—Anthony Stark, ¿qué fue lo que pasó?— Visión volvió a preguntar. Al final del pasillo, Sharon corría hacia ellos, viendo el cuerpo del rubio. Un par de lagrimas se juntaron en sus ojos, pero se acercó a Stark para tener respuestas.

La rubia había conseguido permanecer ahí después de que el gobierno la hubiera buscado. Hasta el momento, Tony no lo había sabido, no era consciente de su presencia en la central. Pero ahí estaba, y después de todo lo ocurrido, parecía tonto decirle que se fuera.